El reciente rechazo en el Congreso de los Diputados a la reforma de la ley de extranjería, impulsado por Vox, Junts y el PP, perjudica gravemente a Canarias y a los seis mil menores migrantes que acoge. Esta decisión, criticada por su irresponsabilidad e insolidaridad, destaca la falta de soluciones para una región ya sobrecargada. Aunque se comprende la frustración del PP con el Gobierno central, la situación requiere altura de miras y un enfoque humano. La falta de avance en la reforma plantea serios desafíos para el futuro de Canarias y su capacidad de acogida.