Las Elecciones Generales del 23 de julio han dibujado un escenario que mantiene la política de bloques en el Congreso de los Diputados y que puede ser muy beneficioso para el Archipiélago, gracias a la figura de Cristina Valido y un voto de Coalición Canaria que será decisivo en muchas fases clave de la legislatura.
Si Pedro Sánchez saca adelante su investidura tendrá ante sí una legislatura más complicada que la anterior si cabe, ya que la aritmética parlamentaria (a falta de confirmación por parte de la Junta Electoral el PSOE perderá un escaño en la circunscripción de Madrid en favor de del PP por el voto CERA) le obliga a pactar con todas las formaciones a excepción de populares, Vox y UPN para aprobar iniciativas, y la necesidad del Junts de Puigdemont hará sudar tinta a los socialistas antes de conseguir su apoyo.
Ahí entra en juego el disputado voto de CC, que todos los analistas alinean junto al PP debido a su alianza en Canarias, pero que, por su importancia, puede hacer que el PSOE deba recurrir a él en numerosas ocasiones. La duda está en cómo gestionará esto CC.
Equidistancia
Consciente de esa importancia, el presidente regional Fernando Clavijo ya ha movido ficha inteligentemente: no apoyará gobiernos en los que estén Sumar y Vox, o lo que es lo mismo: mantenemos la equidistancia sin renunciar a las negociaciones a la espera de lo que nos ofrezcan.
Cierto es que la situación no es la misma que la que vivió Nueva Canarias y Pedro Quevedo en la última legislatura de Mariano Rajoy, cuando su voto, el llamado voto 176, fue decisivo siempre para sacar adelante decretos y presupuestos, y gracias a lo cual se pudo conseguir para Canarias hitos como el descuento del transporte del 75% para residentes.
A priori, no siempre el voto de CC será decisivo, pero los nacionalistas ya se frotan las manos para cuando eso sea así. Una lástima que la falta de acuerdo entre CC y NC no posibilitara la consecución de un segundo escaño. El poder de los canarios en Madrid habría aumentado exponencialmente.