La presencia de un submarino nuclear francés, al norte de Canarias —en concreto, a 435 millás náuticas de Lanzarote—, ha agitado las maniobras militares —conocidas como Chebec— que este mes desarrollaron de manera conjunta Marruecos y Francia en aguas del Atlántico y del Mediterráneo.
La inclusión de un submarino nuclear ha llamado la atención de la comunidad internacional, especialmente porque permite a la Armada de Marruecos ensayar la caza de este tipo de naves, algo crucial dado el contexto regional.
Tensión con Argelia
Argelia, su vecino y competidor en el Magreb —sobre todo desde la Marcha Verde y la posterior colonización marroquí del Sáhara Occidental—, posee una flota de submarinos rusos avanzados, por lo que el reino alauita ha utilizado las maniobras con Francia para reforzar sus capacidades de defensa marítima.
La cooperación militar entre Marruecos y Francia, que comenzó en 1996, ha escalado de manera significativa en los últimos años. En 2022, la fragata francesa Surcouf y la marroquí Allal Ben Abdellah ya participaron en estos ejercicios. Ahora, la presencia de un submarino nuclear este año eleva considerablemente el nivel estratégico de las maniobras.
Visitas de Clavijo
Las maniobras, con el submarino galo en faena, arrancaron en el Puerto de Casablanca el 7 de octubre, un día antes de que Fernando Clavijo —presidente de Canarias— iniciara el primero de sus dos viajes a Marruecos programados para este mes. La operación concluyó seis días después en el Mediterráneo.
La preocupación en Canarias radica no solo en la proximidad geográfica de estas operaciones militares, sino también en el contexto de inestabilidad en el norte de África y las tensiones con Argelia —las relaciones diplomáticas entre ambos países se cortaron en agosto de 2021—. La expansión de la cooperación militar entre Marruecos y Francia podría tener implicaciones en la seguridad regional y la dinámica geopolítica del Mediterráneo.
Papel estratégico
Con estos movimientos militares, Canarias se encuentra en una posición clave, no solo por su cercanía a Marruecos, sino también por su papel estratégico en las relaciones entre Europa y el Sahel. La evolución de esta cooperación militar y su impacto en la región será vital para el futuro de las relaciones diplomáticas y de seguridad en las Islas.