El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, viaja este miércoles a Bruselas para asistir hasta el viernes a la primera cumbre UE-Consejo del Golfo y al Consejo Europeo de otoño, donde, escéptico con las propuestas de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, sobre migración, exigirá aplicar en su integridad el Plan de Migración y Asilo comunitario.
La cuestión migratoria será uno de los asuntos centrales de la cumbre europea que el jueves y el viernes reunirá en la capital belga a los líderes de los Veintisiete, una cita ante la que Von der Leyen, en una carta a todos ellos, ha propuesto avanzar en un enfoque común sobre retornos y diseñar formas innovadoras de luchar contra la migración ilegal.
Centros de retorno
Von der Leyen plantea la creación de centros de retorno para migrantes fuera de la Unión Europea como los impulsados en Albania por el Gobierno italiano de Giorgia Meloni.
Pero España ya se ha mostrado crítica con esos planteamientos, y la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, expresó este martes su rechazo a la creación de esos centros y aseguró que el Ejecutivo va a seguir defendiendo una aplicación "humanitaria y solidaria" del Pacto de Migración.
Fuentes del Gobierno español recalcan que aún no está cerrado el documento de conclusiones de la cumbre europea y, por tanto, evitan hacer cábalas sobre si las propuestas de Von der Leyen pueden estar en ellas y emplazan al resultado de las negociaciones que están en curso
Pero subrayan que España es muy clara en la cuestión migratoria y defiende que el Pacto sobre Migración y Asilo que costó más de diez años que viera la luz se aplique en su integridad. Un pacto que recuerdan que se cerró durante la presidencia española de la UE en el segundo semestre de 2023, pero haciendo hincapié en que no es un pacto español, sino que se adoptó en ese momento después de que el Gobierno hiciera también concesiones para intentar lograr el consenso.
Cumplir lo pactado
El Ejecutivo subraya que de lo que se trata ahora es de cumplir lo pactado y poner en práctica lo antes posible ese acuerdo que busca un equilibrio entre responsabilidad y solidaridad y hacerlo en toda su integridad, al tiempo que rechaza las interpretaciones de que haya fracasado porque se hace hincapié en que ni siquiera se ha aplicado aún.
Si lo que se intenta ahora es poner un énfasis excesivo en medidas a corto plazo, de carácter eminentemente de seguridad, las fuentes advierten de que eso no contaría con el respaldo de España.
Recuerdan que el pasado 8 de febrero, Sánchez viajó a Mauritania junto a la presidenta de la Comisión y entonces se aprobó un paquete de medidas que el Gobierno exige que se apliquen, como cree que debe seguir impulsándose una política de colaboración con los países origen y tránsito de los movimientos migratorios.
Ante la posibilidad de que España pueda vetar las conclusiones de la cumbre en caso de que se pretenda incluir alguna de las propuestas plantadas por Von der Leyen, el Gobierno rechaza abordar el asunto por ahora, insiste en emplazar a la negociación que está en curso y subraya que no quiere vetar nada y que lo que desea es hablar.
La carta de Von der Leyen consideran que tiene algunos elementos muy válidos, otros no tanto y otros que hay que entender mejor, y estiman bueno el debate que puede haber en torno a ella, incluso que se hable de medidas innovadoras siempre y cuando se hable también de las medidas que ya están acordadas en el Pacto sobre Migración.