Román Rodríguez (La Aldea de San Nicolás, 1956) cuenta con una larga trayectoria política en las Islas. Ha sido presidente del Gobierno regional (1999-2003) y durante la última legislatura ha ejercido como vicepresidente y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos. De cara a las elecciones que tendrán lugar este domingo es el candidato por Nueva Canarias (NC) a liderar el Archipiélago y tiene muy claro cuál es la línea de su formación: "Somos nacionalistas de izquierdas". Pone en valor la gestión realizada en materia sanitaria a raíz de la pandemia y en educación al incorporar más personal.
Rodríguez ha compartido gobierno con PSOE, Podemos y Agrupación Socialista Gomera (ASG). Un acuerdo conocido como el Pacto de Las Flores sobre el que dice que "ha estado muy unido, aunque ha habido discrepancias". Una de las cuestiones en las que no está de acuerdo es en decir que las Islas están mejor que hace cuatro años, porque en su opinión hay temas como la lucha contra la pobreza donde queda mucho por hacer o la mala situación del sector primario. "Este asunto de que estamos mejor que en 2019 es un tema de Ángel Víctor Torres. Yo no comparto ese análisis simplificado", sentencia.
[Pregunta] Para el votante que tenga dudas, ¿qué diferencia a Nueva Canarias del PSOE, ASG o Podemos teniendo en cuenta que han trabajado como un equipo muy sólido?
[Respuesta] Las campañas de los partidos con base social estructurada, que no dependemos de la marca, sino del trabajo, se hace en los cuatro años. El segundo planteamiento es que ha sido un gobierno cohesionado entre cuatro formaciones distintas. Hemos hecho el esfuerzo de poner sobre la mesa lo que nos une y dejar a un lado lo que nos separa, que son muchas cosas. Lo hemos hecho por responsabilidad, pero además porque ha sido el peor cuatrienio de nuestra historia. Nunca coincidieron tantos problemas en tan poco tiempo. La pandemia trastocó el mundo, pero aquí especialmente.
La unión en el Gobierno ha sido clara.
Ha sido un gobierno muy unido, aunque dentro hemos tenido severas diferencias. Pero hemos tenido muy claro que había que trasladar a la ciudadanía respuestas. ¿Qué nos diferencia? Nosotros somos un partido de aquí, nacionalista y de izquierdas. El movimiento que estamos articulando es canarista y progresista, de manera que tenemos esta doble misión de defensa de Canarias y sus singularidades.
¿Y cuál es la línea del resto?
Somos nacionalistas de izquierdas. En el gobierno está el Partido Socialista, que es un partido socialdemócrata muy moderado con una dirección centralizada donde los responsables territoriales siguen las directrices y las órdenes de sus jefes en Madrid. Es cierto que con los socialistas y con Podemos tenemos coincidencias en la orientación del modelo de sociedad. Pero nosotros tenemos gente progresista y canarista, algo con lo que no cuentan el resto de los socios.
En esta legislatura, la pandemia lo cambió todo.
Tuvimos una respuesta sanitaria diligente. Los perfiles epidémicos de la COVID-19 en Canarias son los más benevolentes de todo el Estado español, aquí tuvimos un tercio de las muertes que nos hubieran tocado de haber estado en la media. O el 20% si hubiéramos tenido la mortalidad de la Comunidad de Madrid. Nuestra aportación ha sido la experiencia, el conocimiento de causa. Conocemos nuestra tierra y sus dificultades.
¿Qué falta por hacer?
El sistema sanitario está muy tensionado y los resultados están muy por debajo de lo deseable. ¿Por qué? Porque la pandemia trastocó el sistema sanitario. Hay que resetear el sistema sanitario porque recursos tiene, pero no está cumpliendo con su tarea. Por la pandemia y porque el mundo cambió.
En Canarias se está planteando la pregunta de si está mejor el Archipiélago que en 2018. ¿Habría estado Canarias peor que hace cuatro años con otro gobierno?
Este asunto de que estamos mejor que en 2019 es un tema de Ángel Víctor [Torres]. Yo no comparto ese análisis simplificado. Nosotros lo que decimos es que hemos tenido el peor cuatrienio de la historia, nunca hubo un problema de salud pública como el que hemos vivido. Nunca perdimos 20 puntos del PIB en un año. La anterior crisis, primero financiera y luego económica, nos hizo perder 11 puntos de riqueza. Es cierto que en esta ocasión los ERTE fueron salvadores, sin ellos no habríamos recuperado la actividad económica. Aquí hubo ayuda a las empresas, hemos distribuido 1.400 millones de euros entre pymes, autónomos y empresas. Más que Cataluña, Madrid o Andalucía. Hemos hecho una respuesta muy dinámica y hemos soportado la estructura productiva y el empleo.
¿Y de no haber estado ustedes?
¿Qué hubiera pasado sin nosotros? No tengo ninguna duda, las derechas hubieran hecho una pésima gestión de la cosa pública en momentos críticos. Lo hemos visto, la gestión sanitaria de Madrid ha sido caótica. Ahí hubo miles de muertes que pudieron evitarse con una buena estrategia. Las derechas piensan que el Estado debe ser pequeño y que es el mercado el que debe resolver las cosas. En esta pandemia se ha puesto en evidencia que necesitamos un Estado fuerte. Tenemos un ejemplo. Una crisis de la misma naturaleza, pero menos intensa fue la de los años 2009-2014. Recortes, austeridad, hombres de negro, primas de riesgo, desahucios masivos, tres millones de personas que perdieron el empleo… En ese periodo subieron los impuestos más que nunca en la historia democrática en España.
Se ha hablado mucho de las plantillas en Sanidad y Educación.
Hemos mejorado los efectivos de los sistemas sanitario y educativo. Casi 9.000 trabajadores más en Sanidad ahora que antes de la pandemia. 3.500 trabajadores más en educación que antes de la COVID-19. Nosotros sí que no los hemos despedido, los hemos mantenido. Hemos puesto sobre la mesa 41 millones de gasto público en estos cuatro años bajando impuestos de forma selectiva a los sectores vulnerables y reduciendo la deuda pública. Tenemos la deuda pública más baja de todo el Estado con 2.800 euros por personas, la media española es 6.800 euros.
¿En qué más cree que se ha mejorado?
Tenemos 90.000 ocupados más. A pesar de lo acontecido y de que no hemos recuperado el tamaño del PIB de 2019 se han registrado esas cifras de empleo. Este es un parámetro objetivamente positivo. Teníamos el 21% de paro al final de la anterior legislatura y ahora el 17%. Cuando llegamos había 5.000 familias que recibían una ayuda y ahora hay 40.000. Pero la gente que perdió sus negocios están peor. No se puede hacer una comparación de que estamos mejor que entonces.
¿Cómo analiza la situación del sector primario?
El sector primario está sufriendo mucho, los ganaderos están en una crisis de supervivencia. Hemos perdido el 30% de las cabezas de ganado porque el precio de los alimentos importados se ha duplicado. En el último semestre de esta legislatura yo he habilitado 32 millones de euros para ayudar a la ganadería. He propuesto ahora 60 millones más. La economía está peor que en 2019. El sector primario está muy tensionado porque la inflación presiona a los consumidores y los productores. Se salvan los intermediarios.
Canarias es la comunidad autónoma con mayor riesgo de pobreza severa.
En la lucha contra la pobreza hay que seguir ampliando los servicios públicos para generar empleo. Hay un 33% más de recursos que en 2019.
¿Qué desafíos tiene Canarias en estos cuatro años teniendo en cuenta que puede tener un gobierno de derechas o uno de corte progresista? ¿Con qué retos cuenta y cómo puede planificarlos?
Nosotros nos jugamos una parte de nuestros intereses en Bruselas. Yo creo que han estado muy bien defendidos y nos ha permitido una participación mejor que el anterior periodo presupuestario. Y eso que la salida del Reino Unido redujo el presupuesto de la Unión Europea. Sin embargo, nosotros hemos captado más recursos, hemos defendido bien nuestra condición de región ultraperiférica y hemos negociado. Además, estamos peleando para que en los Next Generation tengamos una participación por encima de la que nos tocaría. Ahí nos jugamos nuestros intereses. En Madrid por supuesto, allí el cumplimiento del estatuto en relación al REF.
¿Desde el Archipiélago qué se puede hacer?
Pero lo importante es lo que se hace aquí. Yo soy de los que piensa que quienes le echan la culpa a los demás son unos mediocres. Aquí los problemas de atascos son permanentes, donde hay vertidos al mar y al subsuelo, donde hay puertos sin barcos y carreteras que no van a ningún sitio. Esto no es culpa de Bruselas ni de Madrid, esto es culpa de los malos gobernantes. La clave del futuro de Canarias está en defender nuestros derechos en Bruselas y Madrid, pero lo más importante depende de nuestros ayuntamientos y cabildos.
¿Qué es lo que más le preocupa?
Lo que más me inquieta es el modelo de desarrollo. El modelo de desarrollo que se ha implantado en Canarias no es sostenible. No solo por los temas de las crisis climáticas, sino que nosotros en 25 años hemos aumentado la población en 640.000 personas, un 37%. El doble que la media española. Nosotros tenemos ahora mismo 600.000 usuarios más en la sanidad.
Fuerteventura ha aumentado considerablemente su población.
Hay islas como Fuerteventura que en estos 25 años la población aumentó un 180%, casi tres veces más. Esto no pasa en ningún sitio, salvo donde hay crisis humanitarias y desplazamientos masivos como en los territorios limítrofes a Ucrania. Necesitamos un modelo de desarrollo que contenga los crecimientos donde es evidente que no son sostenibles y que protejamos territorios para que no se nos vaya la gente. E incluso atraer gente a la isla de La Palma. El modelo de desarrollo es la clave del futuro y eso depende de cómo se gobierne el territorio.
La situación recuerda a la que se enfrentó usted cuando fue presidente de Canarias.
Cuando yo llegué al Gobierno como presidente habíamos aumentado la población en 500.000 personas en el último cuarto de siglo. Nombré un comité de expertos y dijeron que si no se organizaba un sistema económico sostenible, es evidente que la población aumentará. Hicimos una cosa que se llamó la moratoria. Paramos el crecimiento, desclasificamos camas turísticas. En el barranco de Veneguera, por ejemplo, había 27.000 camas turísticas y ahora no hay ninguna. La historia se ha vuelto a repetir 25 años después y estamos teniendo un crecimiento que se hace insostenible. Canarias necesita un plan y nosotros lo tenemos. No vale crecer por crecer. Hay sitios donde hay que parar determinadas actividades y potenciar otras como la audiovisual o digitalización.
¿Canarias necesita con urgencia una nueva moratoria turística?
No, necesita un acuerdo. Yo para conseguir en aquel momento el parón y las leyes tuve que ceder, pactar. Yo logré que las leyes y directrices de turismo se aprobaran por unanimidad porque sabía que si no era así iban a durar poco. Nadie va a tener mayoría absoluta el domingo, aquí se necesitan pactos. Yo no demonizo el sistema turístico. Sin él no habríamos remontado en el bienestar de esta tierra. El turismo ha sido clave. Pero el turismo puede ser bueno, malo o regular. Hemos hecho cosas bien y cosas mal. No vale crecer sin fin, hay que hacerlo sin criterio. Y el empleo que se genera aquí tiene que ser de calidad y se tiene que quedar aquí. Lo que es más que evidente es el desorden, la falta de organización y de planeamiento nos lleva al desastre.
¿En alguna isla en especial?
Lanzarote no tiene planeamiento desde hace 32 años. ¿Cómo se puede hablar de sostenibilidad? No se puede porque no hay orden, hay improvisación. Fuerteventura lleva 22 años sin planeamiento. La Ley del Suelo ha dado una estocada al sistema de planeamiento. En Gran Canaria lo estamos haciendo bien, tenemos un plan insular de ordenación (PIO).
¿Con la vivienda ha ocurrido algo parecido?
Ahora tenemos un problema de vivienda. Nosotros estuvimos sin un plan de vivienda en esta tierra. Ahora lo tenemos con una ficha financiera de 634 millones para hacer entre 4.000 y 6.000 viviendas en las distintas modalidades. Tenemos 2.400 viviendas en ejecución con proyección, pero no hemos podido ir más rápido porque no tenemos suelo. Si usted no tiene planeamiento, no tiene suelo.
Limitar la vivienda a extranjeros, ¿sí o no?
Hay gente que simplifica las cosas, no las entiende o trata de confundir. Es muy difícil limitar. En la Unión Europea hay libertad de compra y si se hacen cosas contrarias a eso tienes que demostrarlo por si caben excepciones. No es lo mismo que alguien de Alemania compre una vivienda para residir, donde no existe ninguna razón para limitar. Yo sí creo que hay resquicios para que si un alemán compra cinco viviendas y cuatro son para especular le pongamos dificultades. No hay ningún problema para que un alemán se venga a vivir aquí con las normas que establecen la libre circulación de personas. Pero lo que no es razonable es que alguien compre cinco viviendas. Cuatro para especular y una para vivir. En las cuatro para especular se deben establecer límites. Hay que tratar de poner límites a la compra de vivienda por parte de extranjeros si vienen a especular. Como debemos regular el alquiler vacacional. Si usted viene a especular yo busco cualquier resquicio para complicarle la compra. Como tenemos que tratar de evitar la turistificación de las zonas residenciales o la residencialización de las zonas turísticas. Lo más importante es construir vivienda publica y hacer política de vivienda.
Las ayudas al alquiler han formado parte de la política de vivienda de su gobierno.
Nuestros chicos y chicas lo que necesitan es que si la vivienda cuesta 500 euros al mes alquilarla, que nosotros podamos ayudarlos en función de sus rentas y situación. Nosotros queremos que haya 10.000 familias con ayudas al alquiler porque creemos que hay viviendas en el mercado donde hay que buscar mecanismos para que la oferta y la demanda se acompasen.
¿Cómo ve la ecotasa?
La tasa turística puede ser un elemento de la política turística, pero no es un ajuste de cuentas con el sector turístico. El ajuste de ingresos de un Estado son los impuestos. El impuesto de sociedades, las imposiciones directas, el impuesto al patrimonio, el de sucesiones… Eso es lo que funciona para ingresar y tener sanidad, educación y carreteras. La tasa turística es una herramienta que tiene que existir para reforzar el sistema. Hay algunos a los que se les ocurrió hace 15 días, a nosotros hace décadas. Estamos construyendo una sociedad de locos, y me van a perdonar por la expresión. Aquí todo el mundo quiere tener éxito, coches, casas, zapatos, 40 chaquetas y 500 vestidos. No puede ser este ritmo y esta forma de competir. Tenemos que atemperar el consumo. El agua hay que gestionarla de manera eficiente, la que genera la naturaleza para almacenarla y utilizarla.
En materia económica, ¿Nueva Canarias se plantea suprimir o rebajar el AIEM?
No, primero hay que saber de lo que se habla. Esto es un pequeño arancel para proteger la producción local. Los aranceles forman parte de la lógica económica del mundo, no habría política agraria común en la Unión Europea sin los aranceles. Estados Unidos tiene unos aranceles que a veces son superiores al precio del producto. Nosotros tenemos uno chiquitito que está homologado por el Gobierno de España que se ha elaborado de forma participada y se aprobó por unanimidad en el Parlamento. Lo que pasa es que hay muchas cobardías. Y cuando se acercan las elecciones, los que colaboraron con este pequeño arancel, que afecta a 156 productos de miles que hay, ahora se echan para atrás. No tiene un fin recaudatorio, sino de proteger a las ganaderías. Nosotros decimos que hay que perfeccionarlo, y si hay algún producto que deja de producirse lo sacamos del arancel. Pero nosotros no podemos proteger nuestras escasas producciones del sector primario sin el AIEM. Esta es una polémica de cuatro.
En Canarias tenemos IGIC 0 en algunos productos.
El 95% de sus componentes tienen IGIC 0, no lo tiene nadie en España y Europa. El 96% de los consumidores de energía tenemos IGIC 0. De manera que la imposición indirecta, que es la podría impactar, aquí es 0%. Los que quieren quitar el arancel, lo que quieren es desproteger la industria y el sector primario.
¿El AIEM no se tocará bajo ningún concepto?
Eso que están diciendo las derechas canarias de bajar el IGIC… Ni a Feijóo ni Ayuso se les ocurre proponer una bajada del IVA. Lo dijo la primera ministra del Reino Unido, Liz Truss. Fue la única que se atrevió a proponer cosas insostenibles. El AIEM se tocará las veces que haga falta con consenso, escuchando a todas las partes. Pero no vamos a eliminar un arancel que es una de nuestras pequeñas conquistas.
En el debate televisivo se habló de la tasa al queroseno.
Yo creo que se equivocaron quienes hablaron de eso. Una cosa es la tasa al queroseno, que es una tasa al combustible que utilizan los aviones, donde nosotros estamos excluidos. Cuando entramos en la UE, no se nos aplicó los impuestos especiales. Somos el único territorio de la UE donde no hay IVA. Tenemos nuestros propios impuestos especiales como el de los combustibles.
¿Entonces qué ocurrió?
Otra cosa distinta, y yo creo que se confundió por parte de Ángel Víctor Torres y de Clavijo porque no están en esto, es el comercio de emisiones. Quiere decir que la UE establece que quien produzca CO2 paga. Nosotros hemos logrado excluir los vuelos interinsulares y nacionales, pero no con las conexiones con el resto de Europa aunque sí nos habría gustado que hubiera sido así.
¿Cabría la posibilidad de que el 28M suponga la reunificación del nacionalismo canario si dieran los números?
Nosotros siempre estamos abiertos al entendimiento con otros. Somos plenamente conscientes de que construir el país, construir el futuro, necesita fuerza. Y que nosotros hacemos un aporte importante, pero no representamos a la mayoría y hay que sumar fuerzas con otros. Pero la condición es el programa. Si la política fiscal que defiende CC es esa, no nos vamos a poner de acuerdo nunca. Porque yo estoy en contra, no nos vamos a poner de acuerdo nunca. El impuesto de sucesiones no lo pagamos el 96% de los canarios. Es falso que la gente renuncie a las herencias por el impuesto. En Andalucía el impuesto es 0 y hay más renuncias que aquí. Las renuncias suelen ser problemas entre las familias. Si el modelo es de la Ley del Suelo, no nos vamos a poner de acuerdo. Si el modelo es olvidarse de conectar las viviendas al saneamiento no nos pondremos de acuerdo. ¿Tenemos que coincidir en todo? No. Pero en las cosas esenciales sí. La dirección de Coalición Canaria es insularista y de derechas.