El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Al llegar, se encontraron con que la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida. Entraron, pero no encontraron el cuerpo de Jesús, el Señor. Estaban aún desconcertadas ante el caso, cuando se les presentaron dos hombres vestidos con ropas resplandecientes que, al ver cómo las mujeres se postraban rostro en tierra llenas de miedo, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?
En lugar de tres días, cuatro fueron los años que necesitó Coalición Canaria (CC) para, como en las tácticas más básicas guerra, reagrupar a sus tropas y volver a recuperar el feudo que les había sido arrebatado: el Gobierno de Canarias, varios cabildos y otros tantos ayuntamientos. Desde 1993, había canarios que no conocían un archipiélago sin el mandato del partido nacionalista y, por eso, tras el 26 de mayo de 2019 y el pacto entre el PSOE, Nueva Canarias, Podemos y ASG, se abrió un nuevo escenario en las islas; uno donde la desaparición de CC se convertía en una posibilidad.
Vuelta al poder
Para muchos fue una sorpresa —para otros no tanto—, pero cuatro años después y aún con Fernando Clavijo al frente, Coalición Canaria volvía a gobernar. No solo recuperó el Gobierno de Canarias, también regresaron los cabildos de Lanzarote —antes en manos del PSOE—, Fuerteventura —con AMF—, Tenerife —con el PSOE— y La Palma —en manos del PP—. Lo único que los diferencia es que en Fuerteventura no siguieron la misma dinámica que en el Gobierno de pacto entre CC y Partido Popular porque los majoreros nacionalistas negociaron con los socialistas
Rosa Dávila, actual presidenta del Cabildo de Tenerife por Coalición Canaria, se convirtió en la primera mujer en liderar la Corporación insular. En este primer año de gobierno ha tenido que hacer frente a unos problemas de tráfico que prometió arreglar en 90 días, a las movilizaciones contra el modelo turístico, a la polémica del hotel de La Tejita o Cuna del Alma y a la emergencia hídrica. Mientras, otra mujer gobierna en Fuerteventura, Lola García, que se ha encontrado también con los problemas de suministro de agua o a la presión demográfica en la isla. También Oswaldo Betancort, presidente del Cabildo de Lanzarote, ha tenido que actuar ante el crecimiento poblacional y, a su vez, ante los ataques al entorno natural por parte de visitantes. Finalmente, La Palma ya arrastraba con las consecuencias del volcán y Sergio Rodríguez, actual presidente, tiene que continuar con la vuelta a cuentagotas de las familias a sus casas, la pérdida de camas hoteleras o la construcción de viviendas.
Dos reinados
Y, entre cambios de poder, entrega de bastones de mando y pactos, hay dos personajes que continúan imbatibles. Uno, Antonio Morales, que durante tres mandatos ha conseguido gobernar en la isla de Gran Canaria, y otro al que ya no se le recuerda de otra forma que siendo presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo.
En isla capitalina nunca nadie había conseguido hilar tantas victorias seguidas y, aunque Morales presentó su candidatura al público casi en el límite de tiempo y muchos pensaron que ya había llegado el momento de su retirada, consiguió este hito empatando en consejeros con el PSOE de Augusto Hidalgo, pero superándolo en casi 10.000 votos. Y en La Gomera la pregunta es clara: ¿acaso alguien se imagina un Gobierno en la isla verde que no esté bajo el mando de Curbelo? En 1991 llegó al poder y 33 años después continúa presidiendo la isla, con la llave de la gobernabilidad de todo un archipiélago en sus manos y sin miedo a pactar con unos o con otros siempre que se tengan en cuenta sus intereses.
Pelea entre hermanos
Mientras en el resto de Canarias se fraguaban los pactos, en El Hierro había una disputa por el poder al más puro estilo de Caín y Abel. Mientras Javier Armas celebraba su victoria en el Cabildo herreño, su hermano Alpidio Armas presentaba una moción de censura para recuperar el puesto que llevaba ostentando los últimos cuatro años. La traición, aunque conocida, fue más rápida de lo esperado. El primero solo estuvo en el poder durante 16 días.
Hacía tiempo que se sabía que, aunque Javier Armas ganara las elecciones con la Agrupación Herreña Independiente (AHI), su hermano Alpidio Armas (PSOE) junto a Asamblea Herreña e IU-Reunir Canarias lo enviarían a la oposición. Y es que la ley que rige la composición de los cabildos insulares apunta que comienza gobernando la lista más votada —que en este caso fue la de AHI con tan solo 25 votos más que el PSOE—, pero luego, la oposición puede presentar una moción para cesarle.
Tenerife
Tras los cabildos, toca hablar de los ayuntamientos. En Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez (CC) continuó siendo alcalde de la capital tinerfeña gracias a un acuerdo con los populares. La firma de este pacto —que convirtió a Carlos Tarife (PP) en primer teniente alcalde— solo era la continuidad del acuerdo firmado en junio de 2020 tras presentar la moción de censura contra la socialista Patricia Hernández —que ganó también las últimas elecciones, pero no pudo formar gobierno—. Los resultados del 28M otorgaron 10 concejales al PSOE, nueve a CC, cinco al PP y tres a Vox.
Mientras, en San Cristóbal de La Laguna volvía también al poder Luis Yeray Gutiérrez (PSOE) que no quiso saber nada de lo que había a su izquierda —Sí Se Puede y Drago Canarias— y acabó pactando con Coalición Canaria meses después de las elecciones. Este acuerdo se convirtió en el tercero firmado por los socialistas y nacionalistas para gobernar en el municipio lagunero.
Gran Canaria
La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria empezó su tercer mandato con el pacto del tripartito —PSOE, Nueva Canarias y Podemos—, esta vez bajo el liderazgo de Carolina Darias tras la marcha de Augusto Hidalgo al Cabildo insular. Gemma Martínez (Podemos) se convirtió en lo poco que quedó con vida en Canarias del partido político tras su desaparición del mapa en 2023 y los problemas de la ciudad parecen ser los mismos: una MetroGuagua que nunca se termina o la limpieza, a lo que se une el escándalo de las cuentas de la Sociedad de Promoción.
Mientras, Telde, antes en manos de Nueva Canarias, fue arrasada por Ciuca con José Antonio Peña a la cabeza. Una sorpresa para los nacionalistas, pero un cambio exigido por la sociedad teldense. ¿El principal punto de fricción en el municipio durante los últimos 365 días? Encontrar una solución al mal estado del asfalto de la vía que da acceso de la GC-1 al Polígono Industrial de Salinetas.
Otros ayuntamientos
En San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio regresó en su quinta reelección como alcalde del municipio, aunque no seguidas por anteriormente estuvo la socialista Conchi Narváez. Y, por supuesto, los feudos de Onalia Bueno y Teodoro Sosa continúan en sus manos. Sosa se convirtió en el alcalde más votado de España y Bueno arrasó en Mogán con 17 de los 21 concejales, una victoria que le otorgó una mayoría absoluta que le está permitiendo gobernar durante los próximos cuatro años en solitario y sin necesidad de pactos.
Saltando hacia otra isla, en Santa Cruz de La Palma Asier Antona (PP) consiguió el bastón de mando de la capital gracias al respaldo de los siete ediles de su grupo y los cuatro votos a favor de Coalición Canaria, obteniendo así la mayoría absoluta para cogobernar en durante la legislatura, en la que Tony Acosta (CC) se convirtió en el primer teniente de alcalde.