Llega ese momento del año en el que el Parlamento de Canarias abre sus puertas y acoge el Debate de la Nacionalidad Canaria. Gobierno y grupos parlamentarios se sientan a analizar la situación que vive el Archipiélago, una comunidad atravesada por el turismo, el precio de la vivienda, los salarios, el riesgo de pobreza…Una radiografía que abarca distintos campos, entre ellos los servicios sociales que se prestan en las Islas.
Unos servicios sociales que para las entidades y asociaciones implicadas todavía les queda recorrido, sobre todo en cuestión de consenso entre lo que ocurre en las calles del Archipiélago y lo que se habla en la sala del Parlamento. Para Emma Colao, directora del Observatorio de Derechos Sociales de Canarias (ODSC), los servicios sociales en las Islas siguen atravesando los mismos problemas estructurales y funcionan, más bien, como parches temporales, aspecto en el que coinciden desde Cáritas.
Políticas sociales vinculadas a otras áreas
El foco de la gestión de los servicios sociales se sitúa en los problemas estructurales que atraviesa Canarias, a los que no se les ha metido mano por parte de las legislaturas que han encabezado a la comunidad autónoma, según Colao, quien expone que desde la Administración Pública, se evalúa el funcionamiento de los servicios sociales desde el número de expedientes o personas atendidas y beneficiarias, sin tener en cuenta si esas medidas están solventando realmente el problema.
Es por esta razón que la directora del ODSC considera que las medidas adoptadas en este ámbito están sirviendo para paliar la situación de manera temporal al no tener en cuenta las circunstancias que rodean la vida de la población canaria. “No se puede hacer una política de servicios sociales sin vincularla a empleo, al suelo…” - señala - “Si se quiere hacer un centro sociosanitario o edificar residencias, vivienda pública, etc., habrá que comprometer suelos o si se demandan plazas de trabajos de cuidados, habrá que dar más formación que no esté enfocada al turismo”.
Colao cree, por tanto, que los servicios sociales de Canarias no están diseñados en torno a las necesidades de la población, sino en base a las capacidades de la Administración, por lo que se “está fracasando en el primer objetivo, que es atender a la gente”. Nace de ahí la importancia de coordinación entre áreas, pues si no existe esa sinergia, “es muy difícil, por no decir imposible, que se solventen los problemas estructurales”.
Proyectos sin aprobar
La falta de compenetración entre instituciones y áreas en sí la perciben desde las entidades como Cáritas. El director de Cáritas Diocesana de Tenerife, Juan Rognoni, apunta que hablar en general de servicios sociales es muy complicado debido a lo variados que son y cómo afectan a diferentes niveles de distintas administraciones, ya que las prestaciones, solicitudes, etc. se gestionan de formas dispares, dando lugar a que “en unas corporaciones hay mayor facilidad y eficacia en la gestión y en otras existen más problemas”.
A esta carencia de coordinación, se suma la falta de poner en marcha muchos de los proyectos que se plantean, que puestos sobre la mesa, quedan en el olvido y en el aire. Así lo plantea Rognoni, pues “muchas de las mejoras sociales que se han ido introduciendo en estos años, que son muestra de una preocupación por mejorar la vida de las que lo necesitan, se han quedado solo en un proyecto o en un texto legal que no se termina de aplicar”.
Voluntad política
Por ello, desde Cáritas ven necesario dar pasos hacia la mejora en la ejecución y materialización de los proyectos que se anuncian hasta el punto de crear medidas “reales y efectivas como se habían prometido”. Unas medidas que, como ya comentaba Colao, no funcionen como parches temporales, sino que presenten una mirada a largo plazo y “no solo de legislatura para afrontar los problemas de exclusión que hay en Canarias que se van repitiendo año tras año”.
Para la directora del ODSC solventar la situación que se ven en los servicios sociales que abarcan a personas en situación de dependencia, con discapacidad, mujeres en situación de violencia de género, personas migrantes o “cuando hablamos de precariedad en sí”, sería “resolver el verdadero problema estructural canario”. Y para ello, insiste Colao, hay que plantear una serie de cuestiones, entre ellas “qué hacemos con nuestro territorio y con la riqueza que hay en él”.
Y esto se consigue con “voluntad política” y más allá de ella, “tiene que haber voluntad de trabajo”, manifiesta Colao. El cambio, según ella, llega de que el consenso que existe en la calle, es decir, de la situación y necesidades que se viven en las Islas, se extienda al Parlamento, “porque parece que son realidades muy distintas”. Y así se puedan llegar a ver “luces de mejora al final del túnel de esta realidad tan marcada de riesgo de exclusión en nuestra sociedad canaria”, concluye el director de Cáritas Diocesana de Tenerife.