Se pueden dar unas cifras u otras, se puede mirar hacia otro lado e, incluso, se puede cerrar los ojos y fingir que el 20 de abril nunca pasó. Pero, entonces, no se estaría haciendo otra cosa que negando una realidad: la de que muchos —muchísimos— canarios están cansados de un modelo económico que no repercute en la sociedad. “¿Dónde están los millones del turismo?”, cantaban los tinerfeños mientras llegaban a la plaza de España. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) basados en la tasa Arope, el 33,8% de la población del Archipiélago está a los límites de la pobreza, así que los gritos no iban en contra del turista sino a las personas que los representan en el Parlamento de Canarias, a los políticos.
A corto plazo, los canarios y canarias que salieron a la calle el 20 de abril reclaman a sus presentantes medidas como la moratoria turística, la regulación efectiva de la vivienda para garantizar un acceso digno a este derecho, el control de las viviendas de alquiler vacacional, el límite a la compra de casas por no residentes y la implantación de una ecotasa turística que repercuta en el cuidado del entorno. Mientras tanto, los representantes de los canarios tiran la pelota de un tejado a otro, al de los que llevan gobernando en Canarias casi 30 años y a los que llegaron al poder durante los últimos cuatro.
Conferencia de presidentes
“Claro que estamos de acuerdo con muchas de las peticiones de los manifestantes”, afirma David Toledo, secretario de organización de Coalición Canaria, “cómo no vamos a estar de acuerdo, por ejemplo, en el problema que tenemos en cuanto a la vivienda, al crecimiento desorbitado de personas demandantes, que los jóvenes no se puedan emancipar ni desarrollar sus proyectos vitales”. ¿Y ahora? El partido que cuenta con la presidencia en el Gobierno autonómico asegura que cuando perdieron el poder en 2019 se dedicaron a la “autocrítica” y, tras conseguir de nuevo la presidencia del Archipiélago “estamos legislando”, afirma Toledo. “Hemos puesto ya sobre la mesa varias medidas, la primera de ellas es la modificación de la Ley de Extranjería para que Canarias no soporte sola la carga migratoria; hemos puesto sobre la mesa el decreto de vivienda para poder poner en el mercado mucha más vivienda y también hemos sacado el anteproyecto de ley que va a regular el alquiler vacacional”.
Según manifiesta el representante de CC, “hemos activado el artículo 74 del Estatuto de Autonomía por primera vez para convocar la Conferencia de Presidentes”. En esta, cuenta, estarán todos los presidentes de los cabildos junto al presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, “para abordar los distintos retos como el demográfico”.
“Estamos en ello”
“Desde el PSOE hemos reiterado que, una vez recuperadas las cifras prepandemia del turismo, es el momento de apostar por la sostenibilidad del mismo en Canarias y eso significa proteger el territorio, mejor distribución de la riqueza y es el momento de plantearse seriamente poner límite al crecimiento”, expuso, por su parte, Sebastián Franquis, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. “Lo fundamental de la manifestación es que todos los responsables políticos, al margen de Coalición Canaria, tenemos que escuchar lo que se planteó y esa preocupación ciudadana”.
Pero, “el turismo en Canarias es el motor social y económico que llega más lejos de lo que a veces pensamos”, continúa Jacob Qardi, coordinador general del PP de Canarias. Según Qardi, el PP “solo lleva ocho meses en el Gobierno”, pero ya “estamos trabajando por un turismo más sostenible, de máxima calidad y respetuoso con nuestra forma y nuestros hábitos de vida”. Expresa que “del 2019 al 2023, hemos pasado de 17.000 viviendas vacacionales a 53.000 y claro que estamos trabajando para cambiar estos resultados”. Pero, “esos cambios no son inmediatos”.
La vaca y la leche
“El problema no es la leche que da la vaca sino la cantidad de gente que se la bebe”, expuso Casimiro Curbelo (ASG), presidente del Cabildo de La Gomera desde 1991. Para el político, el problema se encuentra en no haber sabido gestionar el crecimiento de la población pero, sobre todo, está en Tenerife y en Gran Canaria que “están exportando a toda Canarias un problema que solo les afecta a ellas”. Según Curbelo el cambio es difícil, “imposible”, más bien y repite que “el gran problema radica en una desigual distribución de la población, concentrada en las zonas de prevalencia económica e institucional, cuyo crecimiento empieza a ser insostenible. Nuestro problema no es tanto la riqueza, porque vivimos de aquello que podemos monetizar, como la capacidad de carga de población que puede asumir nuestra economía”.
Para Román Rodríguez (NC), por otro lado, “lo que toca desde los ayuntamientos, cabildos, Gobierno y Parlamento es escuchar e interpretar lo que la gente reclama: un modelo turístico menos masificado”. Además de defender ese cambio de sistema, el exvicepresidente del Gobierno canario en la pasada legislatura ha explicado que el diputado de Nueva Canarias en el Parlamento, Luis Campos, va a presentar una moción donde temas como la moratoria o la ecotasa se encuentran en su discurso. “El problema es que somos minoría”, concluye.
Y mientras, Vox sigue defendiendo —aunque las pancartas, los cánticos y el manifiesto leído tras las manifestaciones decían lo contrario— que “nos falta la propuesta que hacen los manifestantes porque ellos están en contra de un modelo turístico que para Vox es un ejemplo de eficiencia”, afirma Nicasio Galván. “Hemos visto publicaciones en periódicos franceses e ingleses o alemanes donde ya se asume que en Canarias se está criminalizando al turista”, demoniza el diputado del Parlamento de Canarias.