canvaEl portavoz de Agricultura del Grupo Popular en el Parlamento de Canarias, Juan Manuel García Casañas, mostró su satisfacción ante el acuerdo alcanzado por el pleno de la Cámara autonómica a su propuesta para mejorar las condiciones del sector de la papa y ampliar las ayudas para luchar contra las plagas instando, entre otras cosas, al Gobierno de Canarias a “garantizar la puesta en marcha de la Ley de Cadena Alimentaria para cumplir con el precio de producción de la papa canaria establecido por el sector”.
García Casañas criticó los bajos precios que se están pagando a los agricultores lo que, a su juicio, “está impidiendo la expansión del cultivo con la consiguiente repercusión en la creación de empleo y riqueza”.
“Los precios de venta entre 0,30 y 0,40 euros el kilo, se han situado muy por debajo de los costes de producción fijado alrededor de los 0,75 euros/kilo. Este hecho, junto con la perdida de producción propiciada por las plagas, supone uno de los motivos que impiden que este cultivo tradicional despliegue todo su potencial en nuestras islas”, explicó el diputado popular.
Pide trabajar con productos locales
Por ello, consideró que el Gobierno de Canarias “debe trabajar con los productores locales, los proveedores e intermediarios que distribuyen a las grandes superficies para que paguen el precio de producción estimado y lograr que dispongan de este producto local en sus lineales”.
En cuanto a la lucha contra las plagas se refirió en concreto al daño que causa la polilla guatemalteca “que no termina de ser erradicada en las islas por la falta de implicación del Ejecutivo autonómico”.
Acabar con la polilla
Al respecto, García Casañas propuso instar al gobierno a establecer “medidas de ayuda y apoyo en la lucha efectiva y real” contra la polilla guatemalteca a través de una mesa de negociación junto con productores y expertos en este cultivo para que desde el gobierno y los cabildos se establezcan medidas de compensación a la papa afectada por esta plaga, de manera que la papa infectada no se quede en el campo y se lleve al vertedero autorizado.
“Contribuyendo así, finalizó, a reducir a la mínima expresión una plaga que está causando daños importantes a la economía de muchas familias que dependen de este cultivo”.