El portavoz del PP, Borja Sémper, ha exigido este viernes "política de altura" en materia inmigración en lugar de "gestos y estrategias" y ha advertido de que decidirán sobre la reforma de la Ley de Extranjería en función de lo que sea mejor para España y "no de aquello que le salve la papeleta al Gobierno".
Sémper ha respondido así en declaraciones a los periodistas al ofrecimiento del ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. Torres ofreció al PP que, si apoya el martes la admisión a trámite de la reforma de la Ley de Extranjería presentada esta semana en el Congreso, el Gobierno lo llevará a un Consejo de Ministros para aprobarlo como un decreto ley. De esta forma, dijo el ministro, la nueva norma se podría aplicar "de manera inmediata" y luego convalidarse con el apoyo del PP treinta días después.
Enmiendas al texto
"El Gobierno siempre está empeñado en que todos los demás le salvemos la papeleta", ha contestado Sémper, que ha subrayado que el problema del Gobierno es que los socios de ERC y Junts se niegan a acoger inmigrantes en Cataluña y, por eso, ahora "mira hacia los demás".
Fuentes del Partido Popular han trasladado este viernes la intención de negociar y de presentar enmiendas a la proposición de ley, lo que implicaría permitir su tramitación. En todo caso, los populares no han confirmado cual será su voto en el Congreso de los Diputados.
Sin política migratoria
Según ha denunciado Sémper, el Ejecutivo carece de política migratoria, por lo que le ha pedido que se dejen de "gestos" y de "frivolizar" con un fenómeno "extraordinariamente importante" que se va a prolongar durante los próximos meses y años. "Este fenómeno requiere de algo más que gestos, requiere de política de altura. Necesitamos muchos más estadistas y menos politicuchos", ha afirmado el dirigente popular, para quien el Gobierno "solo frivoliza" y todo en él es una "estrategia".
Ha resaltado que el PP ha demostrado "con creces" su vocación de solidaridad y de responder ante asuntos puntuales, pero también exige "un planteamiento a futuro de una política solvente, seria, identificable y compartida".
"A día de hoy esto no sucede", ha lamentado, tras lo que ha advertido que adoptarán sus decisiones en función de sus convicciones y de los que creen que es bueno para España y "no de aquello que le salve la papeleta al Gobierno".