La censura de Podemos en el Cabildo de Gran Canaria ha provocado la cancelación del III Congreso Estatal Mujeres y Deportes. La cita, que se iba a celebrar en la capital de la isla los días 2 y 3 de diciembre, ha sido suspendida por la propia organización después de que la corporación insular le exigiera la anulación de una mesa sobre la inclusión de personas trans en las categorías femeninas.
La reprobación de Podemos, a través de la Consejería de Igualdad, Diversidad y Transparencia –área liderada por Sara Ramírez, que será candidata de la formación a la presidencia del Cabildo–, surge por la inclusión en el programa del congreso de una mesa denominada La defensa de las categorías deportivas femeninas. Una visión internacional.
Diformismo sexual
En el debate iban a participar Laura Redondo, Irene Aguiar y Fiona McAnena. Las tres defienden que las categorías deportivas deben estar divididas por sexo biológico y lo razonan a partir de argumentos basados en la antropología como el dimorfismo sexual o estudios científicos que muestran cómo la reducción de la testosterona durante doce meses no elimina la ventaja masculina.
El 3 de octubre, a petición de la Consejería de Igualdad, la Consejería Deportes del Cabildo grancanario comunicó a la Asociación Congreso Nacional Mujeres y Deporte que anulara la mesa en cuestión. Ante este requerimiento, la organización propuso la posibilidad de incorporar al debate a una persona –elegida por la propia corporación insular– para que aportase sus conocimientos y enriqueciera el acto.
Posición firme
La respuesta de Igualdad del Cabildo fue tajante: el congreso sólo podía seguir adelante si eliminaba de su programa esa mesa. Ante esta posición, la organización optó por cancelar todos los actos.
"Ante esta censura en pleno siglo XXI", apuntan desde la Asociación Congreso Nacional Mujeres y Deportes, "clara vulneración del Artículo 20 de la Constitución sobre la libertad de expresión y de información, y en el que se especifica que 'El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa', nos vemos en la obligación de cancelar el III CEMYD porque no estamos dispuestas a que la voz de las mujeres sea silenciada".