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Política

Los idus de marzo y el runrún que pide un cambio generacional agitan a Nueva Canarias

Cargos intermedios empiezan a cuestionar el liderazgo de Román Rodríguez | La reunificación con Coalición Canaria, sombra presente en la crisis canarista

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El presidente de Nueva Canarias, Román Rodríguez (2d), durante la rueda de prensa que ofreció este sábado tras la reunión del Consejo Político de su partido, celebrada en Las Palmas de Gran Canari

"Con los pies por delante". Así se concebía, hace unos meses, en muchos sectores de Nueva Canarias (NC), el único escenario posible para simbolizar la salida de Román Rodríguez de la política. Nadie discutía entonces el liderazgo del fundador, presidente e ideólogo del partido. Hoy, dos elecciones mediante —autonómicas y generales— una corriente interna que pide un relevo generacional agita a la formación canarista. 

"¿Hay un runrún dentro del partido? Eso no se puede negar. ¿Hay gente que pide un cambio generacional? Tampoco se puede desmentir. ¿Eso significa que el partido se va a lanzar a los brazos de Coalición Canaria? Pues igual sucede todo lo contrario, tal vez Nueva Canarias sale más fuerte de todo este proceso". Todas esas reflexiones las lanzó este martes al aire un miembro del partido canarista a preguntas de Atlántico Hoy, cavilaciones que minutos antes ya había deslizado —con otras palabras, pero enraizadas en la misma idea— un cargo vinculado a la formación.

Bajón electoral

A estas alturas de 2023, la organización formaba parte del pacto que constitutía el Ejecutivo regional junto a PSOE, Unidas Podemos y Agrupación Socialista Gomera—; presidía el Cabildo de Gran Canaria; Telde, Santa Lucía y Agüimes eran feudos bajo control de la formación canarista; en los ayuntamientos de Las Palmas de Gran Canaria y San Bartolomé de Tirajana los gobiernos municipales se sostenían en NC y nadie discutía liderazgos internos.

El diputado de Nueva Canarias Luis Campos, en el centro, junto con las diputadas Esther González (izq.) y Carmen Hernández (der.)./ Álvaro Oliver (AH)

La foto que retrata hoy a Nueva Canarias no muestra tanta felicidad como la estampa que lucía el partido hace un año: ya no es parte del Ejecutivo autonómico; Román Rodríguez no alcanzó el acta de diputado regional; en las elecciones autonómicas el partido perdió unos 17.000 votos en la lista regional mientras que en las circunscripciones insulares se dejó unas 7.000 papeletas; en Telde cedió la alcaldía tras pasar de ocho a cuatro concejales; en Las Palmas de Gran Canaria perdió un edil; en San Bartolomé de Tirajana salió del grupo de gobierno municipal; y en las elecciones generales de junio a Luis Campos no le dio para alcanzar el acta de diputado en el Congreso.

Rol de Arzalluz

Esa merma de fuerza en las urnas se ha traducido en una pérdida de poder, con todo lo que eso conlleva: menos opciones habilitadas en las administraciones públicas para distribuir a los cuadros del partido. Esa realidad ha empezado a sacudir los cimientos de una formación, hasta ahora, que se había mostrado imperturbable frente a las turbulencias del exterior. Los golpes de Estado, después de todo, los suelen dar los comandantes, no los generales. Ahora, sin embargo, se empieza a discutir todo: el papel de Román Rodríguez —en su intento de mutar en una especie de Xabier Arzalluz dentro de la organización—, otros liderazgos y el futuro de Nueva Canarias dentro del nacionalismo. 

Teodoro Sosa celebra en las calles de Gáldar los resultados de las elecciones. / AH

El siroco que turba a NC no se pierde de vista en Coalición Canaria (CC). Desde la escisión de 2005, la reunificación del nacionalismo canario aparece habitualmente como un recurso onírico en tertulias, conversaciones de pasillo o columnas de opinión. "Eso se acabará dando, es lo natural, pero tendrá que partir desde la militancia, no desde las ejecutivas de los partidos", repiten desde hace tiempo en las trincheras de CC —donde no ven posible una reagrupación bajo unas mismas siglas mientras Román Rodríguez siga al frente de Nueva Canarias—.

Gran Canaria

Tras ser el partido más votado en Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife y La Palma —con El Hierro bajo control por la alianza con Agrupación Herreña Independiente (AHI)—, Coalición Canaria ha fijado Gran Canaria como prioridad para recuperar su supremacía política en el Archipiélago con el objetivo de asentarse como fuerza hegemónica —con apoyos puntuales de PP o PSOE en el Gobierno autonómico— y volver a tener más peso en Madrid —¿a cuánto cotizaría, por ejemplo, contar ahora mismo con dos diputados en el Congreso?

Ese plan de Coalición Canaria, según se señala desde diferentes ámbitos, pasa por una concentración del voto nacionalista. Esa tarea arrancó con la captación de Onalia Bueno —alcaldesa de Mogán— y el acercamiento a Antonio Peña —alcalde de Telde—.

Sin embargo, en el ámbito nacionalista, todos señalan a una misma pieza como la clave de ese proceso: Teodoro Sosa —vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, alcalde de Gáldar y principal candidato para cubrir la salida de Antonio Morales como presidente de la corporación insular.

"Eso no sucederá a corto plazo, ni siquiera creo que pase antes de las próximas elecciones insulares. Y si alguien pretende forzar eso para acelerar los tiempos, igual consigue todo lo contrario: que Nueva Canarias salga más fuerte", advierten desde el grupo canarista.

¿Resistirá Román Rodríguez a los idus de marzo? ¿Alguien se atreverá a ejercer de Tilio Cimbro y Servilio Casca