El cese de Carmelo Ramírez como gerente de Fomentas ha causado revuelo. Nueva Canarias se ha posicionado en contra de la decisión del grupo de gobierno de Telde de nombrar a Máximo Bautista como nuevo director de la empresa municipal en sustitución de Ramírez.
El ayuntamiento teldense argumentó la decisión del cambio por una cuestión de “pérdida de confianza” hacia el anterior gerente. Por lo que NC, en un comunicado, ha expuesto su descontento defendiendo la profesionalidad y la solvencia que “ha demostrado” Carmelo Ramírez durante el tiempo que ha ocupado el puesto.
"En riesgo la sostenibilidad y futuro de la empresa"
NC ha expresado “su absoluto rechazo a la intención del Gobierno de Telde de despedir al gerente de la empresa pública de vivienda y suelo, Carmelo Ramírez, para colocar en su lugar a un ex consejero insular y concejal de Guía del Partido Popular, una medida que pone en riesgo la sostenibilidad y el futuro de la empresa”.
Piden al alcalde que sea "coherente" y paralice este despido o, en su defecto, tome con el concejal Sergio Ramos las mismas medidas que adoptó con Héctor Suárez, al que se le retiraron las competencias y se le apartó del gobierno por prácticas similares.
"Intereses partidistas"
Desde el partido canarista, no comprenden la pérdida de confianza y solo ven como explicación a esta decisión que el Gobierno de Telde esté anteponiendo “los intereses partidistas a la solvencia y la garantía de pervivencia de Fomentas y los proyectos que gestiona”.
Consideran que Ramírez ha demostrado lealtad y profesionalidad al Consistorio y la ciudad “desde el inicio de su labor al frente de esta empresa pública en 2007, con gobiernos de todos los colores”, y forma parte de la directiva de la Asociación Española de Gestores Públicos de Vivienda y Suelo (AVS).
Al borde de la quiebra
Asimismo, el partido canarista ha destacado que Ramírez, junto al gobierno anterior, fue el responsable de sacar a esta empresa pública de la concursal y de estar al borde de la quiebra por la mala gestión realizada bajo el nombre Urvitel, con una deuda de 11,8 millones, para cerrar los ejercicios económicos desde 2015 con un saldo positivo y convertirse en una compañía que ahora gestiona 13 millones de euros anuales.
NC critica que “este tipo de prácticas”, basadas en “criterios alejados del interés general”, fue las que “hundieron” Urvitel -antigua Fomentas- y al “propio Ayuntamiento”. y “puede ser el final de una trayectoria al alza de esta empresa, que realiza actualmente un gran servicio en el municipio, poniendo en riesgo el trabajo de las 75 personas que la conforman, y el inicio de un nuevo endeudamiento”, concluye.