El viento y el mar han forjado el carácter de los habitantes de Mazo (La Palma). Empujados por las corrientes han llegado a la isla, durante siglos, colonizadores y colonos; comerciantes y jornaleros; gentes que huían de un pasado lúgubre y otras que buscaban un futuro mejor. Ambos elementos, incluso, depositaron en la costa del municipio el cadáver del soldado británico John Lee, que perdió la vida durante la II Guerra Mundial y desde entonces descansa en el cementerio del pueblo. Fue la brisa la que también marcó el camino a la migración canaria rumbo a América a través del Atlántico. Esa relación entre ambos elementos de la naturaleza y su trascendencia en la vida de los mazucos y las mazucas la conoce bien Nieves Lady Barreto Hernández, hija de la villa —de la que fue alcaldesa— y ahora consejera de Presidencia, Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias desde el pasado verano por designación de Fernando Clavijo (Coalición Canaria).
Con un nombre que mezcla la tradición más palmera —por la patrona de la isla— y las costumbres que viajaron de vuelta con la migración canaria que hizo vida en Venezuela, la trayectoria de Nieves Lady Barreto está intensamente ligada a Mazo. Allí nació, allí se crió, allí pasó la adolescencia y allí volvió tras obtener la licenciatura en Derecho por la Universidad de La Laguna (ULL). En un lugar marcado por el apego a la tierra —con el cultivo del plátano como actividad principal— y al mar, la consejera nacionalista ha desarrollado como cuestiones capitales —tanto a nivel político como personal— el desarrollo de La Palma —y el resto de islas verdes: La Gomera y El Hierro— y la consecución de la plena igualdad. Por encima de ideologías o siglas, en esas dos batallas siempre estará en primera línea para que nadie en el Archipiélago se quede atrás por culpa de la doble —y hasta triple— insularidad o para rechazar un titular en prensa sobre el físico de una mujer, apoyar una campaña de una administración pública contra la violencia de género o respaldar cualquier proyecto que ponga la cuestión en el centro del debate.
Alcaldesa
La vocación de Barreto por servir a la comunidad es incuestionable si se repasa su hoja de servicios. Nada más terminar la carrera de Derecho, en su regreso a Mazo en 2005, se convirtió en agente de Empleo y Desarrollo Local en el ayuntamiento de la villa, tarea que compaginó con sus primeros trabajos como abogada. Su trabajo y su compromiso no pasaron desapercibidos. Dos años después, Coalición Canaria (CC) la incorporó a su lista electoral para las elecciones locales de 2007. En un municipio que hasta 2003 había sido un feudo histórico del PSOE en La Palma, la formación nacionalista alcanzó la mayoría absoluta —con seis concejales; el grupo socialista logró cuatro y el Partido Popular (PP) se quedó con un acta de edil—. Dentro del gobierno del consistorio, recibió la tarea de dirigir el área de Cultura, tarea que desempeñó durante tres años.
En 2010, Barreto asumió la alcaldía de manera accidental, pero no dejaría el cargo en los siguientes cinco años. En las elecciones de 2011, ya como cabeza de lista de CC, revalidó la mayoría absoluta alcanzada cuatro años antes —la formación nacionalista repitió el número de concejales (6)—. Y en 2015, otra vez al frente de la plancha de Coalición, mejoró los resultados de los dos comicios anteriores: se fue hasta los 1.606 votos —casi 200 más que ocho años antes— y alcanzó los siete ediles. En el ayuntamiento desarrolló, según sus propias palabras, “la labor más bonita que se puede hacer en política” al ser la administración más cercana al ciudadano, donde de verdad se conoce la realidad del día a día de la gente y desde donde mejor se puede ayudar.
Reclutada por Clavijo
Su trabajo en Mazo no pasó desapercibido para Fernando Clavijo que, tras ser elegido en 2014 candidato de Coalición para las elecciones del siguiente año a la presidencia del Gobierno autonómico, tenía como aspiración desarrollar una nueva forma de dirigir la administración pública —“más sencilla y efectiva”, explicaba entonces—. Para ejecutar ese plan, el líder nacionalista tenía claro que tocaba afrontar una profunda renovación en su formación. Y en ese cambio de piel de CC Nieves Lady Barreto debía asumir un rol principal. En 2015, tras arrasar en las urnas por la alcaldía de la Villa Mazo, fue reclutada por Clavijo —ya como nuevo presidente del Ejecutivo regional— para ofrecerle el cargo de consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias.
2019, con periodo electoral a nivel local, insular y autonómico, fue un año enrevesado para Barreto y para CC. Elegida por su partido para liderar la lista nacionalista para el Cabildo de La Palma, las urnas le brindaron una victoria amarga: fue la candidata más votada —recibió la confianza de 12.824 habitantes de la isla para que Coalición sumara ocho consejeros— y llegó a ser investida presidenta de la corporación sin contar con la mayoría absoluta del pleno, pero una moción de censura articulada por PSOE y PP la desalojó de la presidencia —cargo que asumió Mariano Hernández Zapata, con el que ahora comparte Consejo de Gobierno—.
La Salemera
Enviada a la oposición en el Cabildo y con el su partido desalojado de la presidencia del Gobierno de Canarias —por primera vez en 26 años—, el trabajo de Barreto tomó más relevancia en la pasada legislatura dentro del Parlamento regional tras la pandemia provocada por el Covid19 y la erupción del volcán en Cumbre Vieja. Su esfuerzo por equiparar las islas no capitalinas —con la propuesta para bonificar el combustible en La Palma, El Hierro y La Gomera o la pelea de su partido para obtener partidas en Madrid para los afectados por el volcán— calaron en su isla: en las elecciones de 2023, Coalición recuperó la alcaldía de Mazo, obtuvo mayoría absoluta en el Cabildo y regresó al Gobierno autonómico —con presidencia incluida—.
Pero de todas las iniciativas parlamentarias de Nieves Lady Barreto, hay una de la que está especialmente orgullosa: en la anterior legislatura logró que las fuerzas con representación en la cámara regional aprobaran que los parlamentarios puedan ejercer su labor de manera telemática —sí, en 2021— sin tener que delegar su voto a un compañero. El proyecto salió adelante durante su segundo embarazo —esperaba una niña— y teletrabajaba desde su casa en La Salemera, lugar al que se desplazaba para estar cerca del Atlántico y combatir así la alergia —y las neumonías derivadas por ese problema—. Allí disfrutó de los amaneceres, de la cocina —cuentan que tiene buena mano con los bizcochones— y de las vistas al faro. Siempre con el mar y el viento cerca, esos elementos que marcan el carácter de mazucos y mazucas.