El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, llamó a la unidad y el consenso de todos los agentes implicados en la actividad turística de la isla, para salvaguardar el sector en los momentos especialmente duros que hoy atraviesa la economía y para consolidar la actualización del modelo turístico, “frenando la masificación e incrementando la renta en el destino, con los múltiples productos de calidad que podemos ofertar”.
Morales sostuvo que el turismo en Gran Canaria ha demostrado sus fortalezas y su importancia en la aportación al PIB y al empleo, pero también remarcó la necesidad de aprovechar esta realidad para consolidar otras alternativas económicas “frente a las voces que claman por un crecimiento de la oferta sin límite en un territorio limitado y aislado”. El presidente aseguró que administración y sociedad son “cada vez más conscientes de que es necesario dar los pasos para la actualización del modelo turístico”.
Cambiar la realidad turística
Subrayó que su administración apuesta por un turismo que demande servicios de calidad que generan valor añadido, con el apoyo a sectores emergentes hacia iniciativas que consoliden el proyecto de ecoisla.
“Hoy, el conjunto de factores que inciden en el mercado turístico han complejizado la situación y nos obliga a estudiar con rigor su evolución para favorecer consensos que nos permitan anticiparnos a los cambios”, concretó. “Son tiempos convulsos, pero igual que hace 60 años la iniciativa empresarial, social y la colaboración de las administraciones públicas hizo posible esta pionera realidad turística del sur de Gran Canaria, estoy seguro de que, con la experiencia y el potencial consolidados, vamos a ganar los nuevos retos de hacer posible la actividad turística, la innovación, la digitalización y la sostenibilidad”, argumentó.
Colaboración
Así, puso de manifiesto que el escenario actual, en el que conviven la crisis energética, la presión inflacionista, los riesgos de recesión, las influencias del cambio climático o la dificultad de suministros de materias primas, justifica que las administraciones públicas, el empresariado y los sindicatos, las universidades, así como las organizaciones sociales afectadas dialoguen con los mejores informes técnicos encima de la mesa, con el fin de planificar estrategias realistas, aplicables y con el máximo consenso que permitan al sector anticiparse a los cambios.
El objetivo es, por tanto, “colaborar en la introducción de las energías limpias en el funcionamiento de las instalaciones hoteleras y de restauración, en la implantación de la economía circular en todas sus dimensiones, en la apuesta por el consumo de kilómetro cero y en la consolidación de convergencias entre el mundo rural y el mundo turístico”, aseveró. Por ello, alabó la “apuesta valiente” de los empresarios y las cadenas que ya se han comprometido con estos elementos, que inciden en las soberanías energética y alimentaria de la isla, y en un modelo de ecodesarrollo, que sintoniza con una sensibilización cada día mayor de las personas que la visitan.