El mediador y la oposición cercan a Pedro Martín en su pleno más incómodo de la legislatura

A pesar de su habitual templanza, no se le conocía a Pedro Martín un pleno en el que su actitud fuera menos circunspecta, por la relevancia del caso y los furibundos ataques de CC y PP

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Arriba, el mediador Antonio Navarro y el presidente del Cabildo, Pedro Martín; abajo, Concepción Rivero, Enrique Arriaga, Zaida González y Verónica Messeguer./ Montaje AH - EFE
Arriba, el mediador Antonio Navarro y el presidente del Cabildo, Pedro Martín; abajo, Concepción Rivero, Enrique Arriaga, Zaida González y Verónica Messeguer./ Montaje AH - EFE

Los escándalos de corrupción son una baza argumental que los partidos de la oposición son incapaces de obviar. Está en su ADN, y si la trama se destapa a pocos meses de las elecciones la bomba deja de ser de relojería para convertirse en una granada de mano siempre a punto para ser detonada.

Había mucho armamento este miércoles en el Pleno Extraordinario del Cabildo de Tenerife dedicado al caso Mediador, que estuvo a punto de convertirse nuclear cuando, por supuesta sorpresa, apareció Marco Antonio Navarro Tacoronte, el susodicho mediador, en el edificio cabildicio. La presencia de algunos miembros de la prensa “poco habituales”, por decirlo así, hace pensar que la irrupción tenía bastante de estudiado.

El presidente lo sabía "todo"

Las teorías fueron muchas, todas relacionadas con la presión que Navarro querría ejercer al acudir al pleno, pero sus declaraciones tras el mismo no pudieron dejar más claras sus intenciones. “No es una provocación. Vine a verle la cara de falso y de mentiroso”, dijo refiriéndose a Pedro Martín. “No me dirijo a él como presidente del cabildo, sino como persona física (sic), por si me pone la querella. Que me la ponga él y no el cabildo. Estoy esperando”, exclamó desafiante.

Sobre si el presidente conocía los entresijos del "caso Mediador", aseguró que conocía "todo", no sólo "el caso de Ángel Pérez", y que en su primer año como director insular hay una empresa "que se repite como seis veces". Navarro dijo también que Martín cobró una comisión por contratos adjudicados desde el área de Deportes y que ambos se han reunido para hablar "de trapicheos".

El colofón de un mal día para el máximo representante insular, que se vio cercado por una oposición en modo electoral que sacó toda la artillería para intentar acorralar a Martín. Enrique Arriaga salió en su auxilio en sus intervenciones, pero en el relato del presidente hay un vacío narrativo que no es capaz de rellenar y siembra la duda. Más aun cuando hoy da un dato antes desconocido, que había recibido mensajes tras la reunión con el mediador cuyo propósito era mantener "reuniones políticas" con él.

Dice Martín que se ha investigado en todas las consejerías sin encontrar vínculos con el mediador, "No hemos encontrado nada para que usted [refiriéndose a Zaida González] pueda decir esto es un desastre". Asegura que esto es un por señor [Ángel Pérez] que se cabrea con su amigo y pierde el pleito, y cuando le cuenta los hechos y le plantea su dimisión él la acepta. "Faltaría más", aseguró. Sin embargo, según la nota de prensa remitida a los medios por el motivo del cese, se decía que el presidente y el propio consejo agradecían su participación y dedicación al puesto que había ocupado, una honrosa y cuestionable salida pública que poco tenía que ver con la realidad de los hechos.

Además está la cuestión de la reunión, los video, mensajes y demás contactos que haya podido tener con Navarro. A priori no se pone en duda la palabra de quien es el máximo representante institucional de Tenerife, pero sí queda patente que la gestión de la información que ha llevado a cabo Martín a este respecto es cuanto menos deficiente, dando pábulo a teorías de la conspiración que hasta ahora no ha sido capaz de atajar y que si no lo hace se lo pueden llevar por delante, porque parece claro que el mediador le tiene entre ceja y ceja, amenaza con más información y aquí alguien está mintiendo. Pan y circo para rato.

Pedro Martín, incómodo

A pesar de su habitual templanza, propia de quien lleva casi treinta años en la profesión, no se le conocía a Pedro Martín un pleno en el que su actitud fuera menos circunspecta. Razón no le faltaba, porque los ataques fueron furibundos en muchos casos, e incluso, casi al final, de la sesión, Zaida González, del PP, y Verónica Messeguer, de CC-PNC, intentaron poner en su boca palabras que él claramente no había dicho.

Fue el grupo nacionalista el que impulso esta sesión extraordinaria para “depurar responsabilidades políticas” por el caso que ha sacudido la política española en las últimas semanas, y que, según Messeguer, encuentran su “kilómetro cero” en la corporación insular. No obstante, su relato pronto comenzó a desdibujarse.

Porque tras esa primera afirmación la consejera de Coalición se puso a enumerar los errores que a juicio de su formación ha cometido en esta legislatura el equipo de gobierno formado por PSOE y Ciudadanos. Un error de cálculo que el vice Arriga, ojo avizor, se encargó de recordarle, haciéndole saber que estaban ahí para hablar “de otra cosa”.

Mientras tanto a Pedro Martín le seguía molestando, y mucho, la insistencia de Zaida González en que le respondiese, por cuadragésimo séptima vez elevada al infinito, cuándo había tenido lugar su reunión en el cabildo con Navarro Tacoronte. Mal asunto cuando no se puede responder a esa pregunta, que el presidente tuvo que zanjar con un lacónico “no recuerdo la fecha exacta” demasiado vago para lo que nos atañe.

Rivero sortea las críticas

La consejera de Deportes, Concepción Rivero, fue la primera en intervenir según marcaba la petición de CC-PNC, pues es ella la responsable del área en la que se desataron los hechos. Fue taxativa al afirmar que dimitirá si se confirma algún amaño en los contratos vinculados a la trama 'Mediador'.

Para la juez en excedencia esto es una “terrible vergüenza” que no va a manchar su honor. Tal vez por ello no dejó pasar la oportunidad de apuntar, casi de soslayo, que fue el PSOE quien propuso la designación de Ángel Pérez como director insular de Deportes -vamos, que con ella no iba la cosa-, y que lo aceptó porque su capacitación era “adecuada” para el puesto.

También recordó la obviedad de que no se puede sancionar a Pérez una vez ya ha sido cesado, y que este le aseguró que había sido “estafado” por Navarro el día que fue a despedirse a su despacho. Lo que aconteció en el resto de sus tres intervenciones fue una defensa a ultranza de una gestión en la que asegura, según las investigaciones que se han llevado a cabo, no ha habido “nada ilícito”.

La oposición no quiso hacer sangre con ella, puesto que la pieza que buscaba era de caza mayor y Rivero está de salida. Por ello hasta le agradecieron que “estoicamente” estuviese ahí “dando la cara por el presidente” -Martín contraatacó diciendo que estaba ahí porque así lo había pedido CC-, y que su actitud poniendo su cargo a disposición si se encontraran irregularidades era una actitud que le honraba. A dos meses de las elecciones es un argumento gracioso.

El PP va a por todas

Muy seguro debe estar el Partido Popular de su implicación alrededor del mediador Navarro, o de la supuesta culpabilidad del presidente socialista, al ver la actitud de Zaida González en el pleno, yendo al cuerpo a cuerpo con Pedro Martín desde el inicio de su primera comparecencia.

Primero le reprochó antes de tiempo que no fuese a dar la cara y se refugiase tras sus correligionarios, algo que no hizo -si bien su rictus hacía pensar que es lo que más le apetecía-, y le espetó que los audios conocidos desmienten su versión, que el mediador "se paseaba como Pedro por su casa" por el cabildo y conseguía reuniones no concertadas cuando otros se pasaban los días a las puertas sin que el mandatario les atendiese.

Su versión va variando”, aseguró. “Ha pasado de no conocerle a ‘lo recibí una vez’ a ‘tiene mi teléfono y me manda cosas’”, cambiando sus argumentos “de manera continuada”. Al tiempo advirtió de que “este señor que está aquí presente no tiene una capacidad de aguantar en la boca las palabras” y además el juzgado ha abierto una pieza separada cuya información “llegará en algún momento”.

Martín respondió al envite: “Le reto a que me diga cuándo he dicho yo una cosa y luego la contraria. Otra cosa es que a usted le quedan ganas de poder acusarme de algo”. El socialista estuvo avezado en la réplica y aseguró que “la cuestión aquí está en a quien cree uno” y que “si tengo que elegir entre creer el señor Navarro o creer al señor Domínguez (el presidente del PP en Canarias), creo al señor Domínguez”.

CC amenza con la comisión de investigación

Como las intervenciones del grupo socialista se enmarcan entre las del PP y CC, la oportunidad de hacerle la pinza al presidente era manifiesta, y Verónica Messeguer continuó relatando las incongruencias alrededor de este caso. Aludió a ciertos informes que apuntan a que Pedro Martín conocía lo que estaba sucediendo y amenazó con sumarse a la propuesta de Sí Podemos para la creación de una comisión de investigación que ahonde en esta trama, ya que cada día “da un nuevo argumento”.

Apoyándose en las declaraciones de Concepción Rivero señaló al dirigente, no solo por colocar “a dedo” a Ángel Pérez como director insular, sino por presentarle al mediador Antonio Navarro en el Rally de Tenerife, lo cual hizo al exdirector de Deportes “bajar la guardia”, según afirmó  Messeguer. Alguien que una vez cesado ha permanecido en el consejo de Ideco, como también se recordó en el pleno.

“¿Qué ha hecho Ángel Perez en este cabildo? ¿alguien lo sabe?”, se preguntó antes de asegurar que tendría que rendir cuentas ante Pedro Martín, una persona que “presuntamente aprovechaba su cargo en el cabildo para hacer negocio”.

Devuelta la palabra volvió el dirigente del PSOE a repetir la consigna: “Señora Messeguer, dígame un caso de corrupción que tenga que ver con el área de Deportes”. Convencido dijo una vez más que él no había presentado a Pérez y Navarro, y que ese mismo día del Rally de Tenerife también hubo fotos “con la mano por encima” del mediador junto a Alfonso Cabello, concejal en el Ayuntamiento de Santa Cruz.

Palabras que no se dijeron

A estas alturas, el enfado del presidente ya era manifiesto. “Los hechos son que nosotros hemos investigado”, “aquí no hay nada que ocultar, y si trincamos a alguien iremos contra el que sea. Para perseguir los casos de corrupción, primero díganme cuáles son”.

Al contraataque el compañero de Messeguer, Antolín Bueno, le invitó a que si no había nada que ocultar que “haga público el contenido de esos mensajes y nos saca de dudas, porque usted lo que está haciendo es generar más”, aludiendo también a una supuesta reunión en Guía de Isora cuando aun era alcalde de la localidad sureña con el mediador y un representante de Cajasiete para patrocinar equipos de fútbol.

Martín admitió dicha reunión con la consejera de su gobierno municipal, pero que aquello “no llegó a nada”. Y aquello fue el acabose, porque ante dicha afirmación tanto González como Messeguer se lanzaron a afirmar que el máximo representante insular estaba admitiendo una nueva reunión con Navarro Tacoronte, algo que obviamente no dijo. El tono se volvió más bronco si cabe pero le dio un balón de oxígeno al exalcalde, que pudo argumentar, con razón en este caso, que era víctima de un ataque indiscriminado por parte de sus adversarios políticos.

Intentó explicarse el presidente, pero el mal rollo era tal que empezaron a recriminarse los minutos de intervención con los que contaban y, como aquello estaba a punto de terminar y el Pisuerga pasaba por Valladolid, Martín dio por zanjado el debate y hasta otra próxima ocasión, que promete no demorarse mucho.