Se acaba una legislatura marcada por numerosos eventos regionales, como el volcán de La Palma, o mundiales, como la inflación por la invasión de Rusia en Ucrania o, principalmente la COVID-19.
“Para todos en general ha sido un mandato más complicado y mucho más para quien tiene la responsabilidad de una ciudad turística como es Puerto de la Cruz”, contextualiza Marco González, alcalde del municipio, para Atlántico Hoy.
Análisis del mandato
“La crisis en este momento, el episodio de calima, la crisis de Thomas Cook, la pandemia mundial con el cero turístico en una ciudad con una dependencia del sector turístico en todas sus facetas y, por si fuera poco, después la guerra con la subida de precios, que la gente no viajaría y que se iba un poco transformar”, agrega.
A pesar de todas estas circunstancias “que la ciudad levantara la cabeza como destino turístico y que la marca no se perdiera es un paso mucho más optimista”. Así, con ese objetivo, el regidor municipal explica que se hizo “ingeniería jurídica” para sacar adelante todos los eventos culturales para “seguir haciendo el Puerto un lugar de referencia”.
Asimismo, señala que, a pesar de lo “duro” que está siendo el mandato, la ciudad “está viviendo una nueva era y un momento insólito” en cuanto a renovación de plaza hotelera y de ocupación. “Se habla del Puerto de la Cruz se des un prisma optimista”.
Políticas sociales
Respecto a las políticas ejecutadas, principalmente para combatir los envites de la pandemia, González aclara que lo “fundamental” fue atender de forma asistencialista e incrementar las partidas sociales. “El Puerto fue en su momento una auténtica referencia y pusimos el primer servicio de asistencia psicológica durante la pandemia”, resalta.
Además, Marco González esgrime que abrieron el primer hotel para sanitarios y fueron los primeros en dar una oportunidad a los refugiados de Ucrania. “Siempre hay una solidaridad en la administración en el sector que ha hecho que el Puerto afronte esta crisis social desde otra perspectiva”, comparte.
Me encontré con administración que daba ayudas de emergencia en tres o cuatro meses y era de todo menos urgente. Por lo tanto aplicar el procedimiento administrativo para que se pueda ver en 20 o 25 días como máximo un mes y solventar esas dificultades de la propia administración para dar una respuesta mucho más rápida.
A pesar del cero turístico y todas estas circunstancias, el alcalde del Puerto de la Cruz presume que se pudo permitir que los residentes “tuvieran menos afección en la salud mental”, porque la ciudad “tenía vida dentro de toda la normativa” existente. “Te permitía afrontar la situación de otra manera”, añade, antes de destacar el apoyo que dieron a los autónomos. “Dimos las primeras subvenciones al sector empresarial y autónomo, porque, si no, ese autónomo hubiese pasado dificultades y fueron muchos los autónomos que tuvimos que atender de forma asistencial”.
TF-5
“Creo que por primera vez hemos pasado de las ideas a los proyectos y eso es fundamental”, afirma Marco González sobre los problemas de la TF-5 y cómo afrontarlos. “Ahora que llegan las elecciones, los otros partidos intentan hablar de las colas como si fueran a encontrar una solución cuando son responsables de haberse gastado millones de euros en proyectos que ahora están en un cajón”, espeta.
De esta manera, valora que “hay una realidad y es la apuesta del Gobierno de Canarias y la administración insular para ese anillo insular tan necesario”, porque considera “incomprensible” que un turista para llegar a un destino “tenga que salir antes porque tenía una hora o dos de colapso en la carretera”.
No obstante, y a pesar de pasarse la pelota a los tejados políticos mutuamente, González cree que “hay que seguir estando con la administración y seguir buscando consenso entre los agentes y, sobre todo, respuestas técnicas”.
Colaboración de otras administraciones
Reconociendo que ha descubierto en su primer mandato lo complicado de la burocracia para poder ejecutar proyectos municipales, González confiesa que “a cualquier regidor le gustaría que la administración fuese mucho más ágil y para la respuesta a las necesidades de la ciudadanía”.
Así, cree que en la próxima legislatura “se debería focalizar cambios normativos, tanto de la propia comunidad autónoma como del Gobierno central, para facilitarle la vida a los que después tenemos y le ponemos cara, nombre y apellido al problema, que somos los alcaldes”.
Sobre la apuesta de otras administraciones en el municipio, el alcalde valora que el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife lo tienen claro. “Apostar por el Puerto de la Cruz es equilibrar la isla de Tenerife. Siempre habido una compensación en este caso y creo que, sin ningún tipo de superar a la zona metropolitana con inversiones, o al sur, creo que se ha entendido muy bien por parte del cabildo”, afirma González en un claro guiño a las administraciones que comparten los mismos colores.
Lo ejemplifica con el próximo Centro Insular de Deportes Acuáticos, “que va a ser la piscina de Tenerife, no solo del Puerto, y que tiene un coste por encima de los 14 millones de euros”, o con los “procedimientos y oportunidades únicas”, que le permitió el Gobierno de Canarias, “como el erial que me encontré en la ampliación del jardín botánico. Más de 30 años en un árbol plantado”.
Logros
“Siempre dije que no quería ser un alcalde de inaugurar cintas”, avisa Marco González. “Quería que en este mandato hubiera un cambio de concepto sobre la ciudad. Un proyecto de ciudad cultural, de vanguardia, como cuando fuimos en su momento pionera en Canarias”, contextualiza.
En este sentido, sigue con los elogios al municipio. “Que estuviera por encima en innovación, en diseño, en nuevas oportunidades. Nacida del talento e inspiradora para generar economía con un tipo de visitante de manera distinta. Que establezca una relación con los residentes reforzando esa oportunidad… Esa ciudad se ha dado”, argumenta y apunta a un objetivo para el residente: “Hablar del Puerto de forma optimista y en positivo”.
Espinas
A pesar de la buena proyección del Puerto de la Cruz esbozada y dibujada por su alcalde, Marco González reconoce que aun “queden atrás muchos proyectos”. Entre ellos, la infraestructura del parque de San Francisco. “Me encontré un proyecto muy insostenible para la administración”, expresa.
En este contexto, señala que “hacer inversiones de 20 o 25 millones de euros y que sean insostenibles para la administración sería buscar al fracaso”. Además, abunda que le quedan “muchas normas” que quiere poner en vigor, así como regulaciones, herramientas urbanísticas que sacar adelante, “que permitan todavía afianzar mucho más y dar seguridad a esas inversiones”.
Elecciones
Con la mirada ya muy próxima del 28 de mayo, Marco González analiza que para tener muy claro que quería continuar tenía que hacer una valoración y una evaluación. “Si me pongo en la oportunidad de la posibilidad de gobernar con mayoría, aunque no ha habido ninguna dificultad en esta legislatura (Asamblea Ciudadana Portuense), gobernar con un único partido siempre es mucho más cómodo y más fácil para la ciudad”, detalla.
Así, el primer edil cree que la expectativa es “generar y enviar esa confianza que la ciudadanía ya me ha dado. La hecho siempre”. Por lo tanto, pensando lo he demostrado “no tener la gestión se me hace un poco difícil, pero respetaré lo que la ciudadanía decida”.