El ecosistema científico de Canarias está inmerso en la actualización de su marco normativo. El pasado mayo el Gobierno de Canarias dio luz verde a la tramitación de una nueva ley de ciencia que dejará atrás la desfasada ley actual, que tiene ya 23 años. Este jueves el Ejecutivo ha celebrado una reunión con agentes del sector en el marco del proceso participativo del texto, con la vista puesta en una norma que agilice trámites, imponga un gravamen cero a los proyectos innovadores y aumente la financiación.
De momento, la redacción de la ley estará en fase de consulta pública hasta el próximo 30 de agosto. La intención es que a finales de año el texto entre al Parlamento de Canarias para iniciar todo el trámite parlamentario, según ha adelantado este jueves la consejera de Universidades, Cultura e Innovación, Migdalia Machín. “Estamos en el periodo de debate, de contar con el sector, de toda la comunidad científica, tecnológica de Canarias, que nos aporte ideas que queden reflejadas”, ha señalado Machín.
Objetivos concretos
Los objetivos más concretos que se plantean actualmente es la elaboración de un marco normativo que permita la simplificación administrativa de los proyectos, “anclar” las subvenciones y ayudas, garantizar la efectividad de los órganos de gobierno y la transferencia de conocimiento, según ha apuntado la consejera. La parte de la financiación es de las que más interesan en la tramitación del texto.
Según ha explicado antes de la celebración de la jornada el director de la Agencia Canaria de Investigación e Innovación y Sociedad de la Información, Javier Franco Hormiga, “una de las consecuencias que queremos sacar de esta ley es que nos pueda permitir que año tras año los presupuestos queden registrados con un incremento siempre bajo la línea del techo de gasto. Esto es importante para fortalecer la financiación del ecosistema”.
Aumento anual
Si bien este es un objetivo, todo queda siempre amparado al contexto, tal y como ha matizado posteriormente la consejera. La intención, de momento es contar con una cuantía financiera y adquirir el compromiso de sacarla adelante, según señaló.
Machín no se ha comprometido a dar una cantidad de aumento anual destinada a ciencia e innovación, porque “finalmente tendremos que verlo y queremos que el sector sea partícipe”. “Hemos pasado de 70 millones a 90 millones de euros, nuestra idea es seguir siempre que el marco y el contexto presupuestario nos lo permita, seguir aumentándola”, ha señalado.
En el aspecto de la financiación Franco Hormiga también ha trasladado la intención de plantear un gravamen cero a los proyectos más innovadores que se fomenten en las Islas. “Necesitamos una ley que aporte una mejora en las tasas y los impuestos a los que se grava los proyectos de investigación. Necesitamos un gravamen cero, si fuese posible, porque haría que nuestros proyectos y nuestros investigadores pudieran tener mayor músculo financiero”, ha señalado el director del centro investigador.
Agilizar la burocracia
Pero lo más demandado en esta jornada de toma de contacto con los agentes del sector es la agilización burocrática de los proyectos y de las subvenciones. Según señaló Franco Hormiga con la norma buscan la rapidez administrativa en todos los procesos de ayuda, subvenciones y financiación a todos los proyectos de I+D+I de Canarias.
Aunque esa agilización tiene límites. Tal y como señaló el socio fundador de la consultora SILO Diego Moñux, que ha llevado a cabo el proceso participativo, dentro de la agilización burocrática hay cuestiones “irreductibles” que vienen del marco europeo. “A veces nos gustaría hacer las cosas más rápidas y no hay que olvidar que el sistema de ciencia, lo que tiene el sistema público, de financiación pública, es un sistema garantista y que requiere controles. Está bien que existan y hacen que las cosas vayan a determinada velocidad”, ha apuntado.
Si bien tras ese matiz, sí que ha señalado la posibilidad que existe de “agilizar los plazos, hacer la tramitación electrónica más eficiente, hacer un sistema que vaya más en la confianza en el investigador o en el empresario” de modo que se confíe en ellos y luego se haga un control.
Las debilidades canarias
Respecto al estado del ecosistema canario actual, Moñux ha admitido que existen muchas debilidades que son compartidas con muchas comunidades españolas. “Hay ámbitos que se pueden entender como debilidades pero también nos parecen de oportunidad, por ejemplo en el terreno de la compra pública de innovación o los espacios de experimentación, ámbitos en los que apenas estamos entrando porque Europa también ha entrado en los últimos años”, ha valorado el consultor.
Canarias encauza la renovación de la ley de ciencia después de que Cataluña haya culminado esa actualización y Madrid y Andalucía hayan comenzado a dar los pasos en este mismo sentido.