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Política

Juan Barreto, exalcalde de Caracas y opositor de Maduro: "Las actas son la paz para Venezuela"

"Lo que sucede no es un problema de ideología, de izquierda o derecha, es de vulnerar la soberanía popular, de respetar la Constitución", explica desde su domicilio en la capital venezolana el fundador de REDES y antiguo colaborador de Hugo Chávez

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Juan Barreto Cipriani, exalcalde de Caracas y opositor de Maduro. / AH

Pocos meses después de acceder a la presidencia de Venezuela, Hugo Chávez entendió que la mayoría de los medios privados del país se habían posicionado para provocar su derrocamiento. En ese ambiente belicoso, él y su equipo de colaboradores entendieron que necesitaban una trinchera para explicar su gestión y el por qué de sus políticas. Así nació Aló Presidente, un programa de radio que se convirtió en un fenómeno de la comunicación. Entre los fundadores de ese espacio se encontraba Juan Barreto Cipriani (Maracay; 7 de agosto de 1959), una pieza clave del chavismo —fue diputado en la Asamblea Nacional (2000-2004) y alcalde de Caracas (2004-2008)— durante años pero que hace casi una década decidió retirar su apoyo a Nicolás Maduro.

"Estamos bien dentro de lo que cabe", relata Juan Barreto, a través del teléfono, desde su domicilio en Caracas. "Pero Venezuela afronta un momento muy delicado, estamos sufriendo chantajes, amenazas, difamaciones, pero no queda otra que defender la democracia. En eso estamos", explica al inicio de una conversación que se prolonga durante media hora la tarde del pasado viernes, tiempo en el que las noticias se precipitan en el país caribeño. Casi al mismo tiempo en el que se desarrolla la entrevista, el Consejo Nacional Electoral —bajo control de Maduro— ratificó la reelección de un presidente al que retiró su respaldo después de denunciar casos de corrupción y abusos contra los trabajadores que se quedaron olvidado en un cajón gubernamental. Tras fundar REDES, en este proceso electoral decidió apoyar la candidatura presidencial de Enrique Márquez.

- [Pregunta] Vamos al elemento clave del proceso electoral que ha vivido Venezuela: las actas. ¿Cree que el CNE las entregará para cotejar el resultado de cada mesa?

- [Respuesa] No pedimos nada extraordinario, ni ilegal, ni estrafalario. El CNE debe cumplir con sus obligaciones y atribuciones. Es un poder autónomo consagrado a nuestra Constitución, que defiende una democracia participitiva. No debemos olvidar eso. Porque el CNE está obligado a abrir y mostrar las actas para que se ejerza una auditoría ciudadana. No se ha hecho y es algo muy irregular. Lo que ha sucedido, sin embargo, es algo que el Gobierno de Maduro no esperaba.

- ¿Qué sucedió?

- Muchos testigos presentes en los centros de votación lograron sacar actas antes de que se ordenara su expulsión. Y no hablo sólo de testigos de la oposición. Muchos del PSUV [partido que preside el propio Maduro] pasaron los documentos a la oposición, porque después de todo los centros de votación reúnen a gente que son vecinos, que se conoce, que intercambian penurias... Al final te sientes cercano con el vecino, el pariente o el testigo atropellado aunque ideológicamente no coincidas. Le tiendes la mano.

Juan Barreto, a la derecha de la imagen, junto a Óscar Figueroa (d) y Enrique Márquez (c), candidato a la presidencia de Venezuela. / MANUEL DÍAZ-EFE

- La Plataforma Unitaria Democrática maneja un porcentaje alto de actas, pese a la opacidad del Gobierno, que certifica la victoria de Edmundo González Urrutia. ¿Son los mismos números que han podido acopiar ustedes?

- Sí, hemos podido acumular el 82 % de las actas. Aquí se están vulnerando derechos y en Venezuela hay un dicho que sirve para definir esta situación. "El que canta bingo enseña el cartón". El CNE asegura que Maduro ganó las elecciones, ¿no? Pues muy bien, lo tiene fácil, que muestre las actas. Ahora dicen que el sistema fue hackeado. ¿En qué fase? ¿Fue todo el proceso? ¿Parcialmente? ¿Influyó en el resultado final? Lo que creo es que han plantado una semilla envenenada, cuando lo que tienen que hacer es entregar las actas, permitir una auditoría ciudadana que pueda cotejar los datos. Es una petición sensata, que no viola la ley y sobre la que hay antecedentes: en 2013 Maduro aceptó que abrieran las actas y se demostró que el presidente ganó con 1,6 puntos de ventaja. Queremos despejar dudas. Y las actas son la paz para este país.

- El CNE dio ganador a Maduro cuando aún quedaban 2,4 millones de votos por contar y los resultados que publicó no eran definitivos.

- Ese número de votos es cuatro veces la diferencia que el CNE dio a Maduro sobre González Urrutia. Por lo tanto, no es irrelevante. Al dar ganador a Maduro sin publicar las actas, sin totalizar los votos, al ser todo tan apresurado, lo que único que se logra es agudizar la crisis en este país. Lo que vemos, por cada paso que da el Gobierno, es que Maduro se quiere atrincherar. Ahora se espera que el Tribunal Superior de Justicia admita un contencioso administrativo. Primero, ¿para contener qué? ¿Los resultados? Segundo, lo que pide lo puede y lo debe hacer el CNE. Y tercero, pretende que el procurador del Estado ejerza como el abogado defensor de Maduro. Todo, además, en un momento en el que no se llama a las guarimbas o paramilitares a tomar las calles, no se están dando actos violentos por parte de la oposición  

- En España, en un contexto muy polarizado políticamente, todo se discute desde un prisma ideológico. Todo se afronta desde posiciones de izquierda o derecha, pero lo que sucede en Venezuela es ya una cuestión de defensa de la soberanía nacional, ¿no?

- Exacto, es una cuestión de la soberanía nacional de Venezuela. En 2002 me tiré para la calle, con el pueblo, cuando el Golpe de Estado contra Chávez. Lo hice para defender la Constitución y quiero ser consecuente ahora. Ahora estamos en esta pelea por defender la Constitución. Puede que no me guste el resultado, pero ese no es el asunto que discutimos ahora.

Nicolás Maduro, en una imagen de archivo. / EFE

- ¿Y ahora qué? ¿Qué salida le queda a Maduro?

- Le queda la negociación. Ojalá sea así. Maduro, ahora mismo, se está atrincherando para tener condiciones de ventaja. Con Maduro se ha sido injusto, se han despachado contra él medidas coercitivas como órdenes de captura. Eso no permite que haya una negociación y además la mayoría de las sanciones, al final, afectan a un pueblo que ya tiene un mal gobierno, un gobierno deficiente. Maduro negociará en términos personales y políticos. Toca tramitar bien ese momento. No sé si habrá un Gobierno de concentración nacional o repetición de elecciones, pero mientras no muestren las actas habrá, como dicen los militares, niebla de guerra.

- ¿Podrá gobernar Maduro? ¿Lo cree capaz de tirar hacia delante pese a todo?

- Su legitimidad está en duda, duda una buena parte del país y eso no le da un piso político estable. La legitimidad se la podrá dar el ejército de funcionarios, la fuerza fáctica del Estado, pero no sería algo sólido.

- Usted conoce bien el chavismo y por lo que reflejan las actas que ha mostrado la oposición, en barrios populares donde el chavismo siempre recibió altos índices de apoyo, eso ha desaparecio. ¿Qué ha ocurrido para llegar a este punto?

- Las actas demuestran que Maduro pierde en santuarios del chavismo. Lo hace, además, de una manera olímpica. Pierde en muchas parroquias de Caracas, en los 21 municipios de Miranda. Hay sectores de Zulia, de Miranda, de Bolívar, de Caracas en el que las posiciones están 80-20 a favor de González Urrutia. Lo que ha pasado es que el deterioro del país afecta sobre todo a la clase trabajadora. Y el problema es que ahora la respuesta del Gobierno ha sido descalificar y criminalizar la protesta popular. Los que han salido a la calle, la mayoría de forma pacífica, son jovenes, adultos, viejos... Todos piden explicaciones y no son unos malandros. Se quiere criminalizar al pueblo como sucedió en la IV República durante las protestas de febrero del 89 [Caracazo]. Y repito, lo único que debe hacer el Gobierno para atajar esta situación es mostrar las actas. Es su acción lo único que genera desconcierto en Venezuela.

Juan Barreto, durante una entrevista de televisión. / AH

- ¿Teme que los militares puedan dar un paso al frente? ¿O que se provoque un cisma dentro del Gobierno de Maduro?

- El deber de los miliares es mantenerse al margen de la controversia política. De momento no se han prestado para la represión, aunque no conozco bien la caja negra del Ejército. Tienen que mantener un comportamiento estaturaio. Sobre lo segundo, no espero una fractura en el Gobierno. Pensar en eso es una fantasía.

- Ya se ha ordenado la detención de Corina Machado. ¿Cree que Enrique Márquez, candidato al que usted apoyó, o Edmundo González pueden correr la misma suerte?

- Si hace eso será una huida hacia adelante. Eso no le va a dar legitimidad. 

- El papel de buena parte de la opisición durante la última década tampoco ha sido impecable. En muchos casos, incluso, su acción sirvió para alimentar al monstruo, al régimen de Maduro.

- Es lamentable que parte de la oposición se haya convertido en una agencia de intereses no nacionales, subordinada a esos intereses y no a los del pueblo venezolano. Nosotros [su formación, REDES] nos deligamos de esos movimientos. Pero en este caso, los resultados son los resultados, aunque nos puedan gustar más o menos. Nosotros no apoyamos a Edmundo González, nosotros participamos en este proceso alrededor de Enrique Márquez junto al Bloque Histórico Popular, un grupo que decidió abandonar el PSUV. No se nos puede acusar de fascistas. El pueblo decidió votar mayoritariamente a Edmundo González y la soberanía popular hay que respetarla. En eso estamos. Reconocemos ese triunfo, luchamos por eso, no vamos a criminalizar a nadie y exigimos una auditoría popular como vía para acabar con esta crisis.