En medio de la gira por África que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha realizado esta semana, se han cumplido 30 años de la llegada de la primera patera a Canarias, que activó la ruta canaria. Mientras Sánchez llegaba a acuerdos con Mauritania, Senegal y Gambia, el Partido Popular y Vox han recrudecido sus mensajes contra la inmigración, a raíz de las medidas anunciadas, al acusarlas de provocar un "fecto llamada"
Sánchez ha insistido este jueves en Dakar que la inmigración ordenada es “necesaria y positiva, tanto para los países de origen como los de destino” frente al “infierno” de la inmigración irregular. La visita por Mauritania y Gambia sirvió para que ambos países se unan a la red de países con los que hay acuerdos de migración circular. Se trata de una forma de inmigración regulada y limitada, por la que se contratan a trabajadores en los países de origen de forma estacional y una vez finalizado el trabajo regresan a su país.
Cruce de acusaciones
Pese a que este tipo de acuerdos ya existían con Marruecos, Ecuador, Colombia, Argentina, Uruguay, Honduras y Senegal, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha acusado a las políticas de Sánchez de provocar un “efecto llamada”. Unas palabras que fueron contestadas por el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, quien señaló que el "único efecto llamada es el que produce Vox sobre el PP", al que acusó de "alimentar y tratar de aprovecharse" del odio y la xenofobia que siembra la ultraderecha.
Al debate se sumaron las palabras del portavoz popular en el congreso, Miguel Tellado, quien en una entrevista en EsRadio comentó que “mientras Alemania y Francia hablan de deportaciones masivas, Sánchez habla de regularizaciones masivas”. Unas palabras que posteriormente fueron matizadas por el portavoz del PP, Borja Sémper, quien aseguró que no hablaba de deportaciones masivas. Posteriormente Sánchez tuvo que aclarar en su última intervención en Dakar que la migración circular incluye el retorno de los migrantes.
La ultraderecha se aprovecha
A la discusión entre los partidos mayoritarios se ha sumado el líder de Vox, Santiago Abascal, quien desde el comienzo de la semana ya comentó que “los españoles van a tener que empezar a defenderse por ellos mismos" en relación a los acuerdos de migración regular. Abascal inclusó acusó al Partido Socialista de estar promocionando una "invasión islamista".
Ese término lo usó también este jueves en un mensaje en su cuenta de la red social X donde también comentó que "la situación en Canarias es insostenible" y ha acusado a los dos principales partidos de dedicar los recursos sociales a pagar a "los clientes de las mafias", en alusión a los migrantes.
La tarea
Mientras se reactiva el curso político tras las vacaciones y la visita de Sánchez al continente africano, hay dos cuestiones que ocupan a Canarias más allá del cruce de acusaciones. Por una parte, la necesaria aprobación de la reforma de ley de extranjería, en concreto de su artículo 35, para imponer un reparto obligatorio de los menores migrantes tutelados cuando su superen las capacidades de las comunidades.
Ya se intentó llevar el debate al congreso en el último pleno antes de las vacaciones, pero la proposición presentada por PSOE, Sumar y el Grupo Mixto no pudo avanzar tras el voto negativo de PP, Vox y Junts. Ante la negativa del Gobierno central de aprobarla vía decreto ley, los partidos se tendrán que sentar a negociar, cuestión que reclaman desde el Gobierno de Canarias.
Por otra parte, con la llegada de las bonanzas en septiembre se espera que la ruta canaria se intensifique en las próximas semanas. En El Hierro, la llegada de cayucos de los últimos días ha provocado que el Centro de Acogida Temporal de Extranjeros albergue a unas 701 personas, a lo que se suman los 200 del polideportivo de San Andrés y los 500 del antiguo convento de La Frontera.