Marco Antonio Navarro Tacoronte, el mediador que da nombre a la trama que ha sacudido la política canaria durante los últimos diez días, declaró en sede judicial que "el general Espinosa —alias Papá en su teléfono móvil— utilizaba sus influencias para conseguir contratos para los empresarios a cambio de dinero y/o regalos". Sin embargo, según confesó el propio conseguidor, los movimientos del alto mando de la Guardia Civil —jubilado en 2021— iban más allá: ordenó inspecciones del Seprona a granjas y ganaderías para amedrentar a empresarios.
"Para presionar", declara Navarro, "el general Espinosa consiguió que se enviase al Seprona a varias ganaderías a inspeccionarlas y, por ello, los empresarios canarios se veían obligados a pagar las comisiones impuestas, porque se les decía que podían ser sancionados en caso contrario".
Dinero en efectivo en sobres
El mediador también afirmó, durante la instrucción, que le entregó al general Espinosa sobres con cantidades en efectivo que iban desde los 1.500 a los 3.000 euros, dinero todo ello aportado por los empresarios pensando en beneficiarse de sus influencias. "Espinosa", explicó en sede judicial, "es mucho más prudente que Curbelo a la hora de hablar y también a la hora de recibir los regalos o pedirlos".
La titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Santa Cruz de Tenerife, tras la pista del dinero que cobró el antiguo alto mando de la Guardia Civil, dictó una Orden Europea de Investigación en Bélgica al sospechar que el general Espinosa pudiera esconder allí la parte que le correspondía de las diferentes mordidas que dio la trama.
Investigación en Bélgica
Según Navarro, el general le dio un día una cuenta bancaria para cobrar las comisiones por sus gestiones que empezaba por BE67, un código numérico que corresponde a un producto bancario o financiero de Bélgica. El objetivo del militar, según admitió en reuniones con los empresarios de la trama, era poder mantener el mismo nivel de vida tras su jubilación —pasaría de cobrar unos seis mil euros mensuales a unos 2.500 al retirarse— junto a su amante —alias chocho volador—.
El conseguidor también confesó que "las influencias del general y del Diputado [el socialista Juan Bernardo Fuentes] no eran desinteresadas, sino que se abonaban con fiestas o ingresos, que el declarante se encargaba de billetes de vuelo, hotel, que los compraba el empresario que le tocara. Que al declarante también le daban gastos, con billetes, hotel".
Posibles delitos e investigados
La jueza, de momento, aprecia presuntos delitos: cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, falsificación documental y organización de banda criminal. La investigación de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado sitúan en el centro de la trama a Marco Antonio Navarro Tacoronte —mediador—, Juan Bernardo Fuentes —diputado del PSOE en el Congreso hasta la semana pasada— y Taishet Fuentes —sobrino de Juan Bernardo, ex director general de Ganadería del Gobierno de Canarias y candidato descartado a la alcaldía de Antigua por el PSOE—