El municipio grancanario de Telde amanecía este sábado con el cielo encapotado y con un ligero viento. A pesar de ello, la gente transitaba por la zona comercial de San Gregorio y algunos curiosos se paraban a observar los carteles electorales que no pasaban desapercibidos. Miraban uno, analizaban otro, hacían un pequeño comentario y se iban. Cerca de allí, con motivo de los comicios para los que apenas faltan dos semanas, se encontraban dando un paseo miembros de Vox en Canarias junto al vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo.
El burgalés llega junto a sus compañeros a la cafetería donde se había citado con Atlántico Hoy. En el grupo figuraba el candidato a la presidencia del Archipiélago, Nicasio Galván. Su formación todavía no ha logrado entrar en ninguna institución del Archipiélago, aunque García-Gallardo asegura que nunca dieron a la Comunidad como perdida electoralmente.
García-Gallardo (Burgos, 1991) se convirtió en el primer miembro de Vox en pertenecer al gobierno de una comunidad autónoma en España. Después de las elecciones celebradas en Castilla y León en 2022, su formación llegó a un acuerdo con el Partido Popular (PP) en el que pactaron un reparto de las consejerías. En esta entrevista expone alguno de los puntos que conforman el programa electoral de Vox, reflexiona sobre algunos hechos ocurridos en Cataluña como la polémica con la empresa Desokupa, o en el País Vasco con los 44 exetarras que irán en listas electorales de EH Bildu el próximo 28 de mayo.
[Pregunta] ¿Qué puede aportar Vox a Canarias siendo esta una región ultraperiférica y teniendo ustedes una línea de pensamiento muy centralista?
[Respuesta] Eso no es técnicamente así. Nosotros lo que queremos es defender la unidad nacional y que haya una descentralización administrativa, reforzando el papel de instituciones como los cabildos para que la administración sea más cercana a las personas. Nosotros tenemos un programa clave para favorecer el florecimiento de negocios, la industria, la diversificación del turismo. También hacer una revolución educativa para poder favorecer el ascensor social. En definitiva, tenemos un programa que es nacional, pero con los problemas locales muy en mente.
¿Reconocen en Vox la categoría de región ultraperiférica que tiene Canarias?
Eso lo reconoce la geografía. Nosotros reconocemos que las islas canarias están muy lejos de la Península. Hay que atender esas circunstancias con especial atención.
Me refería al reconocimiento de región ultraperiférica que recoge la Unión Europea.
Sí. Lo reconocemos sin ningún problema. [Nicasio Galván, a su lado, matiza que también se respeta por parte de Vox el Régimen Económico y Fiscal (REF)].
¿Con Vox en el Gobierno de Canarias apoyarían privatizar la televisión autonómica?
Nosotros lo que queremos es que el dinero que pagan los contribuyentes con esfuerzo se destine a los servicios públicos cruciales. Si en un momento en el que hay grandes necesidades para los ciudadanos que les cuesta muchísimo ir a la compra o pagar la factura de la luz lo que pretendemos es que estén atendidos. A partir de ahí hay que valorar cómo se está gastando el dinero en el Gobierno de Canarias y en gobiernos municipales donde el despilfarro es el denominador común.
Hasta el momento, Vox no ha entrado en ninguna de las instituciones canarias. ¿Se han llegado a plantear el dar por perdida esta comunidad electoralmente?
En absoluto. Nosotros afrontamos las elecciones con mucha ilusión y ambición. También con realismo. Yo lo que veo aquí es que hay unos equipos muy preparados, muy numerosos y que tienen capacidad para gobernar en las distintas administraciones.
¿Cuál sería la relación de Vox con partidos nacionalistas como Coalición Canaria o Nueva Canarias?
Respetamos el pluralismo político, pero nosotros tenemos un proyecto nacional. Entendemos que a los problemas locales hay que darles esa perspectiva. Lo que queremos garantizar es la igualdad entre todos los españoles y no que cada municipio o cada región se esté mirando únicamente su propio ombligo.
Hay sondeos que apuntan a la entrada del partido en el Parlamento canario por primera vez. ¿Cómo van a intentar ganarse la confianza de los ciudadanos para que esos datos se materialicen?
Con la fuerza de nuestras convicciones y en defensa de la verdad. Nosotros no mentimos a nadie, vendemos un mensaje y luego lo materializamos. El gran reto que tenemos en las próximas semanas, en las Islas Canarias particularmente, es difundir nuestras propuestas políticas para que la gente pueda conocerlas. Son las propuestas del sentido común para que nos den su confianza el próximo 28 de mayo.
¿Cuáles son esas propuestas del sentido común?
El candidato [Nicasio Galván] las podrá explicar de forma más detallada. Pero pasan por la defensa del campo, que viene siendo abandonado desde hace muchísimo tiempo; por la promoción de un turismo de calidad; defender la libertad educativa de los padres para que no se contamine a los niños en los colegios… No le voy a enumerar todo el programa electoral, que es de conocimiento público, pero en síntesis es la defensa de la libertad y de la prosperidad para esta tierra.
Con las elecciones en Castilla y León a raíz de las que usted acabó siendo vicepresidente de esa comunidad, Vox pasó de facilitar gobiernos del PP como ocurrió en Madrid en 2021 a empezar a exigir consejerías donde su partido fuera decisivo. ¿Continuarán con la misma estrategia después de este 28 de mayo?
El Partido Popular ha abusado, en numerosas ocasiones, de nuestra confianza. Nosotros lo que queremos garantizar es que el cambio de rumbo se realice. Y hemos percibido que, o estamos dentro de las instituciones, o ese cambio de rumbo no se lleva a término.
¿En qué momentos ha abusado el Partido Popular de la confianza de Vox?
Se puede ver en la Comunidad de Madrid, donde Vox ha apoyado en numerosas iniciativas parlamentarias al Partido Popular y el PP no ha apoyado casi ninguna de Vox. Se puede ver en Andalucía donde se han incumplido compromisos electorales como, por ejemplo, la derogación de toda la normativa en materia de memoria histórica.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido de que Bildu lleve a exetarras en sus listas electorales?
A nosotros no nos ha sorprendido en absoluto. Lo llevamos denunciando años y ahora va a tener que retratarse el resto de partidos políticos porque en Vox hemos registrado una iniciativa para ilegalizar Bildu al estar conformados por personas que han hecho de la violencia una herramienta política.
¿Les preocupa?
Nos preocupa mucho. Es un ataque a la dignidad de las víctimas del terrorismo, es un deterioro institucional para España en su conjunto y hace que el gobierno de Sánchez, que ya era ilegítimo por haberse constituido en base a mentiras, sea uno de los más indecentes de todo el mundo.
En la Generalitat de Cataluña se habla de un referéndum acordado. ¿Ve capaz al actual Gobierno de España de ceder a esta petición?
Al actual Gobierno de España, al que creo que le queda poco, lo veo capaz de cualquier cosa. Es un gobierno carente de cualquier escrúpulo, lo vemos capaz de eso y de muchas otras cosas aún peores. Nosotros somos un partido de alternativa y nos vamos a oponer frontalmente a cualquier iniciativa de estas características.
¿De qué otras cosas ve capaz al Gobierno central?
Yo lo veo capaz, por ejemplo, de rendirse a Marruecos. De celebrar negocios oscuros entregando parte de nuestra soberanía nacional. Estamos muy preocupado aquí en las islas canarias por todo lo que tiene que ver, por ejemplo, con las tierras raras y cómo el señor Sánchez está compadreando con el Reino de Marruecos. Nos preocupa mucho la deriva de este gobierno.
¿La postura de Vox es prosáhara?
¿A qué se refiere con prosáhara?
Al conflicto que existe entre Marruecos y el Sáhara.
Nosotros lo que queremos es defender la soberanía de todas las naciones. A partir de ahí, respeto absoluto a las reivindicaciones de cada uno. En cualquier caso, lo que defendemos es que la política internacional se debe decidir en el Parlamento, no de manera unilateral por el presidente del Gobierno con unas funciones que no tiene atribuidas y mucho menos en base a pactos oscuros con el Reino de Marruecos.
¿Qué opina sobre lo ocurrido con la empresa Desokupa en Barcelona?
Es un choque contra el muro de la realidad. Aquí vemos a una izquierda desnortada que lleva negando, durante muchísimo tiempo, la realidad de la ocupación en España y vemos cómo hay zonas muy degradadas como es la ciudad de Barcelona donde los ciudadanos se han hartado ya y se han tirado a las calles para protestar contra una alcaldesa que está entregada a lo peor de la sociedad: a los delincuentes, a los okupas y a la inmigración ilegal. Lo que quieren [los barceloneses] es un gobierno que garantice la ley y el orden como el que propone Vox
¿Cómo interpreta que el Tribunal Constitucional haya tumbado el recurso del Partido Popular a la Ley del Aborto?
A mí lo que me inquieta particularmente es la actitud del Partido Popular ante esa sentencia que es fruto de un recurso que interpusieron ellos hace ya casi 13 años y que después han celebrado. Una actitud sorprendente, aunque algunos ya nos la podíamos imaginar por la deriva actual que tiene el Partido Popular en esa materia. Es muy revelador que el Tribunal Constitucional haya cambiado su composición y que inmediatamente después haya resuelto de manera tan rápida una cuestión como esa.
Yo comparto algunas de las apreciaciones jurídicas que han hecho los magistrados en sus votos particulares afirmando que la Constitución ya está escrita y que no es el TC el que tiene que proclamar o reconocer ningún derecho fundamental. Nosotros revisaremos toda esa legislación.
Su partido ha dicho en varias ocasiones que en Canarias la gente tiene miedo de salir a la calle por la inmigración. ¿Usted de verdad lo cree?
Yo lo he vivido. Vine a un juicio hace un par de años y me pasé por una localidad de Maspalomas en un momento de gran crisis migratoria donde alojaban en un hotel a todos los inmigrantes del norte de África. Y realmente había más inmigrantes que personas autóctonas de Canarias. Eso lógicamente genera inquietud entre la población local.
En realidad, solo el 10% de las plazas hoteleras estaban ocupadas por migrantes en aquel momento, justo tras el cero turístico provocado por el confinamiento.
¿A usted le parecen pocas? Mientras en La Palma los habitantes han tenido que ver cómo las promesas del señor Sánchez son bombas de humo y tienen que seguir viviendo en contenedores. A mí, mientras un solo habitante de La Palma tenga que vivir en un contendor hacinado, el 10% de plazas hoteleras para inmigrantes ilegales me parecen muchísimas.
Entonces, en un momento de crisis migratoria como aquella, ¿qué hubiera hecho su partido?
Nosotros proponemos una política migratoria inteligente como la que tienen Australia o Estados Unidos en la cual se priorizan las necesidades del mercado nacional. ¿Necesitamos carpinteros? Pues abrimos las fronteras para 100 carpinteros. ¿Necesitamos electricistas? Pues las abrimos para personas con formación en esa materia. Lo que tenemos que hacer es una política de inmigración regular y conforme a la ley para que aquí entre quien pueda entrar. Ni más ni menos.
¿Usted considera que Canarias está viviendo una invasión?
No solo Canarias, también el sur de España. Están asaltando la valla de Melilla y de Ceuta constantemente. Vemos cómo llegan pateras, no solo a las zonas más típicas de Almería, ya llegan incluso a las islas Baleares. Hay una necesidad acuciante de defender las fronteras como Dios manda.
Muchos de los migrantes que llegan a las costas canarias lo hacen con el objetivo de luego poder viajar a Europa, ni siquiera quieren quedarse aquí. Y no son el grupo foráneo más numeroso que vive en Canarias. ¿Por qué aún así lo llaman invasión?
Yo lo que considero es que tenemos que dar la bienvenida a las personas que llaman a la puerta, que cumplen los requisitos y que vienen aquí a trabajar y a integrarse. Nosotros en Vox estamos encantados, por ejemplo, con la comunidad venezolana, cubana o italiana que viene aquí, participa en la vida social de las Islas Canarias y del resto de España. Hablan nuestro idioma, comparten nuestra cultura y vienen a trabajar en definitiva. Lo que no queremos es gente que asalte nuestras fronteras y que no nos pidan permiso antes de entrar a nuestra casa.