El exdirector de Botánica rechaza poner límites de carga porque "los humanos no son cabras"

El catedrático de la Universidad de La Laguna José Ramón Arévalo ha rechazado en sede parlamentaria que sea necesario poner límites al crecimiento poblacional en las islas

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El doctor en Ciencias y catedrático de la Universidad de La laguna, José Ramón Arévalo. / RAMÓN DE LA ROCHA-EFE
El doctor en Ciencias y catedrático de la Universidad de La laguna, José Ramón Arévalo. / RAMÓN DE LA ROCHA-EFE

La comisión de Reto Demográfico del Parlamento de Canarias ha dado voz este lunes al exdirector del departamento de Botánica de la Universidad de La Laguna, José Ramón Arévalo, quien ha rechazado que haya que poner límites a la capacidad de carga que hay en las islas porque, asegura, "los humanos no son cabras". Arévalo, quien recientemente ha sido conocido por participar como voz negacionista en el podcast de Jordi Wild, uno de los más escuchados de España, ha rechazado en sede parlamentaria que sea necesario poner límites al crecimiento poblacional en las islas. 

Arévalo ha intervenido como fruto de la ronda de ponencias que está celebrando el Parlamento para escuchar a diferentes expertos para abordar el reto demográfico en las islas a propuesta de Vox. El profesor ha apuntado en el comienzo de su comparecencia que no habla como voz que representa a la Universidad de La Laguna -apunte que no han hecho otros catedráticos que han participado en las ponencias-. 

Humanos, no cabras 

Arévalo ha apuntado que “asumimos” que cuando más población hay los recursos se agotan, ante lo que se recurre al concepto de capacidad de carga, ha apuntado. Según el catedrático, el concepto de la capacidad de carga proviene de la ganadería, ante lo que ha señalado que cuando se asumen conceptos que usan para los animales “asumimos que el humano es una especie animal, que cuanto más haya más se van a reducir los recursos, pero si eso fuera verdad desde los tiempos de Aristóteles se habrían agotado los recursos. Sin embargo no ocurre de esta forma”.

El profesor ha usado como alegoría una ganadería en la que se tienen unas cabras que consumen los recursos pero sin agotarlos, ante lo que se siguen aumentando las cabras hasta que finalmente colapsan. “Es cierto, yo tengo un pasto y cuanto más cabras tenga llegará un momento en el que acabarán el pasto”, ha señalado, y aunque ha llegado a esta conclusión ha asegurado que el problema que se tiene de la sobrepoblación es “asumir que los humanos actúan como una cabra”. “Desde el punto de vista del consumo de los recursos los humanos no son una cabra”, ha añadido. 

Contra la capacidad de carga

Ante esta metáfora considera que la capacidad de carga es un concepto que “viene bien en los medios de comunicación pero que no nos suele dar soluciones a la hora de afrontar la problemática”. Portavoces parlamentarios como Jesús Casañas (PP) o Luis Campos (NC) sí que han defendido el concepto como marco de referencia de gestión del territorio, útil para afrontar las futuras construcciones de vivienda o de infraestructuras públicas. 

El diputado de AHI Raúl Acosta también criticó la comparativa entre humano y cabras y señaló que no se trata de contar cabras sino de saber cómo debemos vivir. "En función del estilo de vida que queramos tener debemos hacer uso del medio en el que estamos", respondió Acosta. Misma posición mostró Campos que defendió que "no es tanto si cabemos más o menos sino el modelo de sociedad en el que queremos vivir". 

“Yo sigo negando que haya una capacidad de carga porque los humanos no son una carga”, ha respondido Arévalo, que ha asegurado que “el único recurso inagotable es el ingenio humano”. Bajo esta premisa ha asegurado que “las soluciones más importantes del planeta no van a venir ni de Europa con sus tasas de natalidad de 0,8 y 0,9, ni van a venir de Corea del sur, sino de países con una tasa de natalidad elevada”, ha apuntado. 

El desarrollo siempre es sostenible

En su rechazo a la capacidad de carga, Arévalo también ha asegurado que “el uso eficiente de los recursos pasa por el crecimiento económico”. Asimismo, ha asegurado que el desarrollo siempre es sostenible, porque asegura que si una idea que se pone en marcha no es sostenible “tarde o temprano se irá”. 

Aparte del rechazo de la capacidad de carga, Arévalo también ha cargado contra “la depredación” de territorio por parte de las tecnologías renovables. En este sentido ha comparado el “revuelo social” que generan las infraestructuras turísticas con las que generan los aerogeneradores o parques fotovoltaicos. “Se balancea de forma distinta el impacto sobre el territorio de unas actividades y de otras”, ha criticado.

Contra las renovables

Además ha asegurado que cuantas más renovables más cara es la energía por la tecnología que se debe usar de respaldo. Hay que señalar que en España se ha demostrado ser al contrario, ya que cuando la producción renovable es la que tira de la generación eléctrica, es cuando más barata está la factura eléctrica. Aunque Canarias necesite una energía de refuerzo para garantizar el suministro del sistema eléctrico, los precios se calculan a nivel nacional, no regional. 

También ha asegurado que los campos eólicos y solares tienen unos estudios ambientales  “más livianos” aunque “tienen igual impacto”. Sin embargo, lo que tienen estos proyectos, cuando son declarados de utilidad pública, son procedimientos más rápidos, pero los estudios ambientales están y son públicos. 

Más allá de esto también ha puesto de manifiesto la pérdida del sector primario y ha ofrecido el dato de que un 70% de los campos de cultivo están abandonados, como un “valor optimista”. Además, ha criticado que las normativas europeas complican la capacidad competitiva en Canarias. 

Soluciones

El catedrático ha planteado durante su intervención una serie de soluciones para afrontar el reto demográfico, que en su opinión se debe centrar en el bajo índice de natalidad que tiene Canarias, del 0,86. Arévalo ha apuntado que hay que “recuperar” la idea de transporte público, así como la oferta de vivienda y fomentar la entrada de grupos de inversión privada en conservación. 

Sobre limitar el crecimiento de Canarias, ha indicado que intentar resolverlo con el control de la población de entrada es “complicado”, ante lo que ha asegurado que sobre el control de precios lo intentaron los sumerios y Franco y “no funcionó”. "La problemática existe pero el crecimiento económico se debe mantener", valoró durante su intervención.