Cuando cerró el Pacto de las Flores con sus tres socios de gobierno y fue nombrado vicepresidente y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos, a Román Rodríguez (La Aldea de San Nicolás, 1956) seguramente no le costaba verse sacando los presupuestos durante los cuatro ejercicios de la legislatura. Pero lo que no imaginaba es cómo. Las cuentas que hizo entonces saltaron por los aires menos de un año después y no parece que vayan a volver pronto a la normalidad, si es que eso es posible.
A pesar de eso, Rodríguez saca pecho de los indicadores económicos de las Islas, defiende la gestión económica del Gobierno de coalición y desde su silla en el despacho en la sede de Presidencia es más comedido que otros dirigentes de su partido cuando habla de los Presupuestos Generales del Estados presentados esta semana. En unas semanas le tocará a él presentar los del Gobierno de Canarias, que incluirán más ajustes fiscales para hacer frente a la inflación.
- Pregunta: Habla de medidas para amortiguar el impacto de la inflación. Parece que va a ser la parte más importante o más relevante de cara a la opinión pública de los próximos presupuestos de la comunidad autónoma. Y ha hablado de ajustes fiscales selectivos, temporales, quirúrgicos, pero no ha entrado en detalles. ¿Puede concretar más cómo van a ser los ajustes?
- Respuesta: Lo primero que hay que decir es que lo más importante de la Ley de Presupuestos no son los ajustes fiscales. Serán lo más noticiable, lo más debatido, pero más importante es que la sanidad pública siga apuntalada, porque esa es la gran competencia de esta comunidad; que el sistema educativo público va a seguir consolidando las respuestas que necesita la sociedad canaria; los derechos sociales, la obra pública, la vivienda... El presupuesto del próximo año supera los 10.000 millones y eso está destinado a mejorar la vida de la gente. Luego está la política e incluso el politiqueo, estas cosas que surgen cuando se aceleran los procesos electorales que colocan en primera línea no necesariamente lo más importante, sino lo que más interesa a alguien.
Lo que ha ocurrido ahora es que algunos, en el proceso preelectoral, han colocado en primera línea el tema de las rebajas fiscales, utilizando yo creo que perversamente el impacto de la inflación en las rentas familiares, en las empresas y en el propio sector público. Hay comunidades que han hecho lo siguiente, como Madrid y Andalucía, y es quitarle el impuesto a los ricos. No tiene nada que ver con la inflación. Es pura ideología. La de ellos y la de siempre, de favorecer a la minoría a costa de la mayoría. Esto no lo va a hacer en ningún caso el Gobierno de Canarias. Estamos dispuestos, como ya hemos demostrado, a hacer ajustes, que yo llamo selectivos, quirúrgicos y temporales. ¿Por qué no lo hemos publicitado? Porque los tiempos no nos los marca la oposición ni tampoco los medios. Lo marcamos nosotros y las reglas. El presupuesto se presenta a final de mes en el Parlamento y estamos trabajando para tratar de ayudar a las rentas medias y bajas para que paguen impuestos conforme al valor real de su dinero y no al valor nominal. ¿Cuánto? En ese ajuste estamos con todas las hipótesis, y además lo haríamos con efecto el año 2022. De manera que cuando la gente haga la declaración de la renta el año que viene le afectaría lo que decidamos en la Ley de Presupuestos, que será una propuesta del Gobierno. Luego hay que ir al Parlamento y ganar la votación, pero creo que la volvemos a ganar porque tenemos mayoría sólida. Por lo tanto, haremos este ajuste, pero no aceptamos la dialéctica de que esto es lo más importante de lo que va a pasar, porque no es verdad.
- Acaba de referirse a las rentas medias y bajas. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de la semama pasada le hicieron una pregunta pidiéndole que concretara. Y usted dijo que podían ser los dos, tres o cuatro primeros tramos del IRPF. Con el cuarto tramo hablamos de unos ingresos de 53.000 euros, el percentil 90 de los trabajadores canarios. ¿Eso es una renta media o baja?
- Estamos ajustando, porque lo que no vamos a hacer nosotros es bajar los impuestos a los ricos, como han hecho Madrid y Andalucía, sin tener nada que ver con la inflación. Lo que no vamos a hacer nosotros es que rebajas coyunturales comprometan la estabilidad para garantizar la sanidad y la educación. Tenemos simuladores que estamos evaluando para que de cada decisión sepamos el impacto que tiene en la estabilidad de los ingresos de la comunidad. Nuestras rentas medias son inferiores a las del resto de país. A mí me gustaría que esto afectara al 90% de los contribuyentes, pero no hemos definido el límite. Lo haremos los próximos días. Aquí no estamos solos. Serán el pacto y el Gobierno los que tomen la decisión. Pero haremos este ajuste a sabiendas de que tiene que hacerse para los que peor lo pasan y teniendo muy claro que esa rebaja no comprometa la estabilidad de los ingresos. Con seguridad, con mi salario no va a haber ajuste. Es evidente que el salario que no esté acogido ahí va a perder capacidad adquisitiva, pero habrá que aplicar también los criterios de progresividad en el ajuste. Y en ello estamos.
- En ningún momento utiliza la palabra deflactación, pero sí que habla de que quiere que la gente pague impuestos por el valor real de lo que tiene y no por el valor nominal. Eso se parece bastante a una deflactación.
- Se parece bastante. Pero como tengo unos cuantos trienios en esto, no me dejo arrastrar, porque no me da la gana, por los debates que imponen las derechas o algunos nombres. No voy a poner más apellidos. Es decir, nosotros no necesitamos este debate para ajustar fiscalmente el IRPF. Hemos vivido el peor cuatrienio de la historia de Canarias: la pandemia, los incendios, la calima que logró cerrar todos nuestros aeropuertos, algunas quiebras que nos hicieron mucho daño. Y para rematar, el volcán, que nos va a acompañar durante mucho tiempo con el proceso de recuperación de La Palma. Y por si fuera poco, la guerra, con sus consecuencias humanitarias y su impacto en la economía y la inflación. Y nosotros, frente a todo eso, sin subir impuestos, sin endeudar a esta comunidad, solo hemos aumentado los recursos disponibles. Ahora la inflación en el año 2022 está dañando a todo el mundo, incluido al sector público. Pero no es lo mismo el sector público que los que ganan 120.000 euros. No es lo mismo las empresas que un trabajador con 23.700 euros de ingresos o una familia con 42.000. Y a esos, nosotros queremos mejorarles su capacidad adquisitiva. No vamos a tocar los tipos. Hay otros instrumentos para paliar esa situación. Por ejemplo, deducciones sobre determinados gastos de la familia que son muy importantes, léase vivienda, por ejemplo. Yo creo que tenemos que hacer un esfuerzo en las deducciones muy superior a la inflación media de este año. Son gastos familiares ineludibles.
- ¿Está satisfecho con los Presupuestos Generales del Estado que se han conocido esta semana?
- Hay que ser rigurosos en este tema. Si comparamos proyecto de ley del 2022 con proyecto de ley del 2023, este es mejor y consolida asuntos que son ya imposibles de retrotraer, como la financiación del 75% de las bonificaciones al transporte marítimo o aéreo, el transporte de mercancías, POSEI adicional... Un conjunto de programas económicos que hemos consolidado y que nos ha costado. A mí me gustaría más. Lo que pasa es que nosotros, y ahora hablo de Nueva Canarias, presentamos enmiendas y añadimos partidas al presupuesto inicial de 2022. Este es un proyecto de ley que respeta esencialmente las grandes cifras para Canarias. Y luego participamos, como no puede ser otra manera, de decisiones muy relevantes. La revalorización de las pensiones afectará a vascos, catalanes y también a nosotros. Y es una buena noticia. El 8,5%, casi nada. 23 mil millones más. Las prestaciones por desempleo mejoran. Sigue apostándose por la dependencia.
Las políticas comunes nos afectan. Somos parte del Estado español. Somos muy distintos, muy singulares, tenemos nuestros derechos, pero cuando hay políticas de progreso, cuando hubo una reforma laboral, nos beneficiamos nosotros. Cuando el salario mínimo se mejora, que por cierto, lo hemos apoyado entusiastamente, se mejora en Canarias, incluso un poco más, porque partíamos de peores situaciones.
Las cosas comunes, bien; las cosas canarias... primera impresión positiva, aunque lo estamos analizando. Lo deseable sería que la ley definitiva supere a la ley definitiva de 2022. Ahora hay que pelear allí para mejorar. Pero hay 15 diputados y diputadas, que ejerzan, que se ganen el salario. Cuando Nueva Canarias ha tenido representación, puedo demostrar con datos que hemos peleado por mejorar las partidas canarias del presupuesto estatal.
- ¿Qué ha pasado con la prórroga del descuento del 50% de guaguas y tranvías? Porque el martes hubo un momento en el que parecía que no estaba incluida en los PGE. El consejero de Obras Pública envió una carta al gobierno central. Hoy parece que está todo solucionado.
- El detalle se me escapa, porque para eso están los consejeros y sus responsabilidades. Pero lo que sí digo es lo siguiente. Primero, con lo que ha ocurrido este año, es falso que exista una discriminación. Es falso. Con los trenes de cercanías de Renfe, que son de titularidad estatal y que tienen el 9,2% de los usuarios del transporte terrestre, el ministerio, en base a su criterio y su competencia, garantiza gratuidad. El 91% del resto de los usuarios de España continental e insular tienen el 30%, exceptuando nosotros, que tenemos el 50%.
Yo creo que no va a haber dificultades para que lo refleje la ley de presupuesto o el decreto ley que va a haber para la renovación de las medidas frente a la inflación. Creo que vamos a garantizar que ese 50% se extienda al próximo año, porque desgraciadamente va a seguir siendo un año tensionado por la inflación. Nuestros opositores debieran ser capaces de decir las cosas con el rigor debido, porque la vida da muchas vueltas.
- ¿Siente que Nueva Canarias y Podemos son la presa de caza de Coalición Canaria para intentar que no haya una reedición del Pacto de las Flores?
- Sí, pero no tienen dientes. Perdieron fuerza. No hay dirección política, no hay proyecto y encima no tienen poder. Están a la desesperada. Yo he escuchado el discurso del otro día, lo del exterminio, ¿no? Pero bueno, ¿dónde vamos? Que hagan lo que quieran, que digan lo que les dé la gana, pero nosotros vamos a lo nuestro. Somos un espacio político absolutamente canario. Algunos hemos estado desde que tenemos uso de razón en fuerzas políticas canarias. Otras estaban en los partidos del régimen, léase la transición política añorada, que por cierto, lleva en coche oficial desde que tiene 15 años. Nosotros hemos creído siempre que fuerzas políticas propias son imprescindibles, porque tenemos historia, porque tenemos identidad, porque somos un espacio distinto, porque tenemos cultura propia, porque sabemos que nadie va a defender esta tierra como nosotros. Es verdad que se puede defender aspectos genéricos, pero nosotros, además de defender esta tierra, defendemos a la mayoría social, los servicios públicos, una fiscalidad progresiva, que paguen más los que más tienen, que pague todo el mundo, que los recursos fiscales sirvan para prestar servicios y garantizar derechos. Y en ese espacio vamos a seguir avanzando. No es fácil, porque no tenemos aliados mediáticos ni tampoco económicos. Ni es nuestra pretensión. Este es un partido de abajo arriba, con historia, con base social, con tradición municipalista, que va a resistir tormentas, incendios y tempestades.
Sobre Podemos, tendrá que ser su gente la que responda. Tengo la impresión de que las fuerzas políticas que han surgido muy basadas en coyunturas socioeconómicas tienen problemas de continuidad. Es muy difícil enfrentar el proceso electoral de mayo del próximo año si tú no tienes 5.000 personas organizadas trabajando. Nosotros las tenemos.
- Están intentando ampliar el espacio con acuerdos con fuerzas locales, sobre todo en islas orientales. ¿Esa es la manera que tiene NC de crecer?
- Es que nacimos así, es que nosotros somos un movimiento político, no somos un partido al uso donde hay un jefe y subordinados. Somos un proceso político de base popular, construido sobre gente de aquí, con gente que si no hubiera democracia, ninguno de nosotros seríamos responsables públicos, estarían solo los de siempre. Somos Roque Aguayro, el Bloque Nacionalista Rural, Alternativa por San Mateo y por supuesto somos Nueva Canarias. ¿Qué sentido tiene meter a todo el mundo en el mismo saco, con las mismas siglas, con las mismas reglas, cuando eso funciona? Esto lo estamos haciendo en todo el Archipiélago. Este proceso de sumar personas y grupos no es una novedad. Se trata de un espacio canarista.
- ¿Alberto Rodríguez tendría cabida en ese espacio que acaba de definir?
- Primero, me alegro de que la gente descubra que es bueno tener fuerza propia. Me alegro muchísimo y más con personas como esta. Aunque yo solo le he saludado una vez, tengo una buena impresión de él, me parece un buen tipo. Además, lo que le ha pasado me parece muy duro, muy desagradable, muy injusto y poco democrático. Pero será nuestra gente en Tenerife la que siga avanzando. Por lo que me llega, tengo la impresión de que Alberto va a acabar en alguna plataforma que la izquierda estatal, que hasta ahora ha estado en el entorno del Podemos, va a articular. Pero nosotros, en el proceso de confluencia, no ponemos listones insalvables.
- El presidente Ángel Víctor Torres va a tener que declarar como testigo en el caso Mascarillas. ¿Qué valoración hace?
- Está el poder legislativo, los ejecutivos, que surgen de ahí, y está el espacio judicial. Cuando la admnistración de Justicia requiere a un ciudadano de a pie o al ciudadano con más responsabilidad de la comunidad, se responde. Y el presidente, como no puede ser de otra manera, responderá a ese tema. Lo que sí digo para despejar dudas: el Gobierno va a pelear para que esa quiebra que se ha producido en el interés general se restituya. Pero para que no quede duda: yo pongo la mano en el fuego por los míos, que los conozco muy bien, pero la pongo por Ángel Víctor, un tipo absolutamente decente y comprometido. La pongo por poca gente, pero la pongo con él. Mira que tengo mis diferencias políticas y competimos electoralmente, pero las cosas son como son. Y lo que va a decirle al juez es defender esta tierra y por lo tanto hay que darle normalidad. Pero no está investigado como otros.
- El que sí lo está es Conrado Domínguez. ¿Considera que es incompatible seguir en el puesto mientras está en esa situación?
- Ahora es muy difícil opinar sobre eso porque está todo mezclado. Esta sería una buena pregunta para quien lo propuso. Cada uno tiene su manera de proceder. Yo creo que esa es una decisión primero de las personas y luego de los partidos a los que pertenecen o los que le nombran.
- Pero usted es socio en el Gobierno.
- Sí, pero yo soy muy respetuoso y cada uno tiene su librillo. Yo tengo mi cultura política y no coincide con la de Podemos, el PSOE y ASG. Tenemos en común un programa y un conjunto de compromisos. Pero la presunción de inocencia tiene que presidir también todo esto. Yo he visto muchos procesos judiciales que han acabado con responsabilidades judiciales importantes, con gente en la cárcel o gente inhabilitada. Pero cada uno tiene que saber que los procesos concluyen con sentencia y no solo con denuncia, ni siquiera con declaraciones. Las leyes hay que respetarlas y cada uno hará lo que considere. Por lo tanto, Conrado Domínguez y el PSOE consideran que hay que pelear en los tribunales y lo están haciendo. Y yo no prejuzgo nada. Yo creo que aquí lo que ha habido es un estafador. O al menos un presunto estafador. Desde luego las perra no están y las mascarillas, tampoco.
- Usted formaba parte del Comité de Gestión de Emergencia Sanitaria. Se ha conocido esta semana que no había actas de ese comité. ¿Cómo es posible?
- Porque no es un órgano. Las cosas se han dicho para confundir. El órgano que tomó todas las decisiones en el ámbito correspondiente se llama Consejo de Gobierno de Canarias, que durante la pandemia cada semana dedicaba horas enteras a tomar decisiones. Es ahí donde se toman las decisiones de ese nivel, y luego están los órganos de gestión. El presidente convocaba a los sindicatos, a los grupos parlamentarios, a gente del Gobierno de distinto orden, a la comunidad científica...Y se hablaba. Pero no era un órgano, no estaba instituido. Para que un órgano exista, tiene que estar reglado, tiene que haber unos nombramientos, una regulación... Eso nunca existió ni en esa ni en las reuniones con ayuntamiento y cabildos. Yo estuve en todas las reuniones con las empresas, en todas las reuniones con el Gobierno de España, en todas las reuniones con cabildo y ayuntamiento, en todas las reuniones con sindicatos, con grupos parlamentarios y con gente del Gobierno. Yo estuve en todas y de ese tema es evidente que no se habló en ninguna porque estaba en otro ámbito.
- ¿Confía en presentarse a las elecciones con la marca original de NC?
- Confío. Lo que pasa es que la marca actual, la que es nuestro plan b, la mayoría de la gente me dice que debiéramos utilizarla porque refleja bien nuestro quinto congreso. Pero veremos. Nosotros somos los mismos. Ocurrió la cancelación de la inscripción con una sentencia que dice que no tenemos actividad desde el año 2017, pero desde ese año nos presentamos a cinco procesos electorales. hicimos presidente a Sánchez, firmamos acuerdos con Rajoy, con los socialistas.... Yo soy el vicepresidente del Gobierno, Antonio (Morales) es el del Cabildo. Tenemos 156 representantes en las instituciones y la sentencia dice que no existimos.
- Pero lo dice en el último punto y como consecuencia de que no han podido contactar con ustedes.
- Yo soy capaz de localizar a cualquier habitante del Archipiélago en mi condición de miembro del Gobierno. El Ministerio de Hacienda y el Ministerio del Interior, que no el de Cultura, apretando un botón o entrando en Google localizan a Román Rodríguez. A mí me conoce el 80% de la población, era fácil. Pero ocurrió, y ahí están las consecuencias. Una parte de la responsabilidad es nuestra. Cuando los nuestros meten la pata, la metemos todos y el primero yo. La pata, la mano no se la toleramos a nadie. Y de esto hay unas cuantas cosas.
- También han recibido una sanción del Tribunal de Cuentas por no presentar las cuentas. ¿Le sorprendió que por primera vez el Tribunal hiciera pública una sanción a un partido?
- No creo en manos negras. Raro es. Esto no es ningún reproche a nadie, pero hay partidos muy importantes que han presentado las cuentas fuera de plazo un año después, partidos con estructura hiperprofesionalizada, que es lo que vamos a hacer nosotros ahora. Tenemos que buscar una estructura profesionalizada para estas tareas después de la experiencia vivida. Durante 20 años tiramos con voluntarios. Lo que digo es que nosotros hemos cometido errores y los errores se pagan, que si nos sancionan pagamos la sanción. Pero lo que no es razonable es que cometas un error por un problema de plazo y te quiten el coche, la casa y el perro.
- Las caras más visibles en NC siguen siendo las mismas desde la fundación del partido. ¿Tiene renovación en el partido a futuro? ¿Se ve usted más allá del próximo Congreso, que queda lejísimos?
- Se está aquí voluntariamente y se está solo si te apoya el pueblo. Esto no es una empresa. Yo soy el presidente del partido tras un congreso que celebramos este año sin ningún tipo de oposición ni alternativa. Estoy al frente porque lo hemos decidido en el congreso. Hay dirigentes de mi misma generación, como Antonio Morales, a la que le estamos pidiendo que continúe porque creemos que es un activo extraordinario para la política de Gran Canaria y para Nueva Canarias. Pero luego tenemos gente con una proyección extraordinaria, como es el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa; Luis Campo, que es nuestro portavoz en el Parlamento de Canarias; Carmen Hernández, la alcaldesa de Telde y vicepresidenta del partido; Francisco García, candidato a la alcaldía de Santa Lucía; o Samuel Henríquez, en San Bartolomé de Tirajana. Samuel, Francisco, Teo, Carmen... Es cierto que yo estoy aquí, pero no me parece malo que mi generación esté bien representada en la política. A algunos les gustaría que me fuera, no por mi edad, sino por cómo soy. Yo creo que me van a tener que aguantar, aunque no depende de mí, sino de los ciudadanos.