Mauritania celebra este sábado elecciones presidenciales con siete candidatos en liza, incluido el actual titular y favorito, Mohamed Ould Ghazouani, en un contexto de especial relevancia para España y Europa debido a los intereses pesqueros y los desafíos migratorios.
La cercanía de Mauritania a las Islas Canarias, puerta de entrada a Europa, y sus enormes riquezas halieúticas, son factores clave en la relación bilateral, especialmente en un momento en que se abordan temas críticos como la emigración ilegal y la sostenibilidad de la pesca.
Pesca marítima
Mauritania está vinculada a la Unión Europea (UE) a través de uno de los acuerdos pesqueros más importantes que Bruselas tiene con un país tercero, siendo los barcos de pesca españoles los mayores beneficiarios de este acuerdo.
Este acuerdo pesquero, que se aplica de manera provisional desde noviembre de 2021 y se prolongará hasta noviembre de 2027, permite a barcos de Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Polonia, Portugal y España pescar atún, pequeños peces pelágicos, crustáceos y peces demersales en aguas mauritanas.
A cambio de capturas máximas de 290.000 toneladas de pescado, Mauritania recibirá 57,5 millones de euros al año. Además, 3,3 millones de euros adicionales cada año se usarán para apoyar a la comunidad pesquera local.
El candidato Ghazouani ha prometido llevar a cabo una "reforma radical" de la política pesquera, según declaró en un discurso de campaña en la ciudad norteña de Nuadibú, capital económica del país.
Aunque no mencionó explícitamente los acuerdos de pesca con partes extranjeras, calificó como "inaceptable" que el sector pesquero permanezca sin cambios desde antes de 1964.
"Es imperativo implementar una política que aumente el valor añadido y garantice la renovación de la riqueza halieútica para beneficiar al trabajador, al inversor, a la ciudad y al país en su conjunto", enfatizó Ghazouani.
El desafío migratorio
La proximidad geográfica es también una fuente de preocupación para Madrid, ya que facilita la llegada a su territorio de migrantes clandestinos procedentes de países del África subsahariana a través de las costas mauritanas del Atlántico.
Aunque Mauritania no es una fuente principal de emigración clandestina hacia Europa, se ha convertido en un punto de tránsito para los ciudadanos de países de África occidental que planean viajes clandestinos hacia las Islas Canarias.
Dado que la mayoría de estos migrantes no necesitan visado para entrar en Mauritania, su número sigue aumentando con el contexto de buscar trabajo en este país africano en oficios manuales.
El pasado sábado, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, afirmó en Gernika (Bizkaia) que hasta final de año se espera la llegada a Canarias de unos 70.000 migrantes, de los cuales casi 7.000 serían menores no acompañados.
Clavijo ha comentado que se estima que hay unos 300.000 subsaharianos esperando en Mauritania a que mejoren las condiciones climáticas para intentar llegar a Canarias.
El Gobierno canario ha repetido estos días que teme que, tras haber sumado hasta junio más de 19.000 llegadas, el triple que en 2023 a la misma fecha, el ejercicio termine desbordando con mucho el récord de rescates que se registró el año pasado, con casi 40.000 personas.
Las autoridades mauritanas no pueden controlar completamente los movimientos de estos migrantes, especialmente sus salidas clandestinas en embarcaciones precarias, aseguró Ahmed Taleb Ould Maaloum, presidente del Sindicato de Periodistas Mauritano (SJM).
Sin embargo destacó que Mauritania ha realizado "esfuerzos considerables" en este aspecto como parte de un acuerdo con la UE, y sus fuerzas de seguridad han tenido éxito en interceptar numerosas salidas ilegales.
La cooperación migratoria entre Mauritania y Europa se ha fortalecido recientemente con la firma de un nuevo acuerdo de asociación el 7 de marzo en Nuakchot. Para el presidente del SJM, esta cooperación probablemente se intensificará en el futuro, ya que todos los pronósticos apuntan a que Ghazouani será el vencedor electoral.