Benito Pérez Galdós ofreció un discurso en Madrid allá por 1897. Un extracto de sus palabras están tatuadas en el icónico muro de la Plaza de la Feria en Las Palmas de Gran Canaria que este sábado abrazó a los participantes en un debate que pretendía cocinar soluciones para la corrupción. Bajo un cielo cubierto de nubes, llovieron ideas bienintencionadas para acabar con un problema que parece estar enquistado.
El evento, enmarcado en el I Ciclo Obediencia Canaria, recetas para la emancipación, fue organizado por Reunir Canarias. Una formación política liderada por Emma Colao que concurrirá a las próximas elecciones del 28 de mayo. La candidata a presidir el Gobierno regional estuvo acompañada por el diputado por Bildu, Jon Iñárritu y la vicepresidenta tercera del Congreso, Gloria Elizo.
Varias premisas
Javier Doreste, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento capitalino, fue el encargado de moderar la conversación y empezó siendo tajante: “Si hay funcionarios honestos, no hay corrupción”. Añadió a su reflexión que un actor importante es el sistema capitalista porque permite comprar y vender la honestidad. Otra pieza de este puzle, para el edil, es la monarquía española al ser “históricamente corrupta”.
Elizo, diputada de Podemos en la Cámara Baja, partió de que hay varias premisas al hablar de este asunto y que una de ellas es que la estructura del sistema es corrupta. Se mostró muy crítica también con la forma en la que se utiliza la corrupción porque “siempre se ha usado como arma electoral”. “No hay ningún caso de corrupción que se haya hecho para dilucidar lo que ha pasado”, agregó.
"Disfuncionalidad del sistema"
La diputada apeló al conocido caso Mediador por, justamente, haber aparecido en medio de una campaña electoral. “Solamente hay un ataque personal, no se habla de lo sistémico”, afirmó.
En último lugar mencionó lo que ella llama “disfuncionalidad del sistema”, porque se es “complacientes con el delito y duros con el delincuente”. Resaltó que hay una profunda desafección política. “Tenemos que hablar con la gente que está a nuestro alrededor sobre que el sistema quiere que nos rindamos”, exclamó.
Una agencia anticorrupción
Elizo tiene clara cuál sería una de sus soluciones ante este problema: “Una agencia anticorrupción para ayudar a las personas que quieran dar un paso adelante”. Emma Colao se uniría más tarde a esta propuesta. La canaria considera que se debe crear un organismo “que proteja hasta al final a los denunciantes”. Reconoció que es un objetivo complicado y que no tiene todas las recetas posibles.
“Una agencia canaria anticorrupción que realmente cumpla con la protección de todo el tracto procesal. Es decir, una agencia que realmente permita que todo eso de lo que nos ocupamos nosotras en soledad y en indefensión absoluta arriesgando nuestras carreras profesionales o nuestra salud física, esté salvaguardado en un conducto real”, explicó.
Sobrevivir a la corrupción
Colao dijo que el sistema político en el Archipiélago “es tan dependiente, está tan clientelizado, tiene tantas redes de colaboración, y tantos nombres y apellidos, que es inevitable cruzarte con casos de corrupción”. “En Canarias no vivimos la corrupción, sobrevivimos a la corrupción”, apostilló.
La dirigente de Reunir Canarias manifestó que en las Islas se es dependiente de toda la cadena de clientelismo que se ha generado por parte de los partidos políticos hegemónicos en esta comunidad. “Somos un territorio dependiente, precarizado, colonizado y que depende de que vengan profesionales de Madrid a decirnos cómo tenemos que vivir y cómo se hacen las cosas”, declaró.
Policía patriótica
Iñárritu hizo una llamada a la prudencia: “La corrupción viene de lejos, es estructural y no podemos confiar todo a los nuevos mecanismos”. Cree que la agencia de la que hablan Colao y Elizo puede ser una buena idea, pero no apostaría solo a eso. “Los casos de corrupción política en España superan a los que ha habido en Italia”, dice.
Para el vasco, el caso de corrupción política más preocupante por uso de funcionarios es el que tiene que ver con la llamada policía patriótica como pasó, por ejemplo, con la Kitchen. Sobre el caso Mediador comentó que tiene una deriva preocupante que es el caso Cuarteles. “La denuncia a la corrupción tanto política, mediática, como social debe ser continúa. No es comprensible que no pase factura a la hora de votar”, reflexiona.
Colao, antes de ir a la ronda de preguntas por parte del público, cerró el coloquio con una observación: “No hay código penal en el mundo que castigue tanto como un pueblo que se cansa de pagar una deuda que no les pertenece”.