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Política

Del Congreso de Panamá al triunfo de UPC en Las Palmas: fechas clave del independentismo

Simón Bolívar, hace casi 200 años, ya trató la independencia de las Islas | En 1979, tras ser proclamado alcalde de la capital grancanaria, Manuel Bermejo prometió "luchar por unas Canarias libres y socialistas"

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Integrantes de UPC cuelgan la bandera de las siete estrellas verdes en los balcones de las Casas Consistoriales de Las Palmas de Gran Canaria.

El 22 de junio de 1826, Simón Bolívar convocó en la Ciudad de Panamá a Gran Colombia –nación que se extendió por territorios que hoy ocupan Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá–, Estados Unidos, México, la República Federal de Centro América –Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica–, Bolivia, Chile, las Provincias Unidas del Río de la Plata –que se correspondería con los límites actuales de Argentina, Uruguay y parte de Perú– y Brasil con un objetivo: la confederación de los nuevos estados americanos sobre la base de los anteriores virreinatos de España y Portugal en un proyecto de unificación continental.

La propuesta para fundar una gran nación americana, idea de Francisco de Mirandahijo de migrantes canarios y héroe de las guerras de independencia contra España–, no fue el único tema que se trató en el Congreso de Panamá. Entre los diez puntos de la agenda de la asamblea diplomática también se discutió el apoyo a la independencia de Canarias, Cuba, Puerto Rico y Filipinas, asunto que al final se diluyó durante las conversaciones entre los nuevos países para intentar contener las ansias de expansión de Estados Unidos por el Caribe.

Francisco de Miranda en La Carraca, cuadro de Arturo Michelena.

Independencia americana

El Congreso de Panamá fija la primera fecha en la que la independencia de Canarias adquirió forma oficial en el tablero diplomático, pero en 1826 no era un asunto extravagante. Seis años antes, en 1817, el majorero Agustín Peraza Béthencourt lideró desde Santo Tomás –en el Caribe– una expedición subversiva para liberar las Islas paralalela a las que agitaban los virreinatos españoles en Sudamérica. Aquella aventura fracasó, pero el caldo de cultivo fundado por canarios que participaron en las Guerras de Independencia Hispanoamericanas quedó latente.

Antes de cerrar el siglo XIX, la independencia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898 insufló vigor al independentismo canario. Y una figura es clave para entender el resurgimiento del movimiento por la autodeterminación de Canarias: Secundino Delgado que, tras su paso por Cuba –donde luchó en favor de la libertad del país caribeño– y Venezuela, regresó al Archipiélago, se unió a la Asociación Obrera de Canarias y empezó a publicar textos de carácter nacionalista canario en el periódico El Obrero.

Secundino Delgado

Bandera y PNC

Su militancia política y sus artículos en prensa situaron a Secundino Delgado como uno de los padres del nacionalismo canario. Encarcelado en 1902, bajo la acusación de participar en un atentado en La Habana, en prisión escribió el libro ¡Vacaguaré...! (Vía-Crucis), obra en la que se identificaba con el calvario sufrido por los indígenas canarios al ser capturados, esclavizados y desterrados lejos de su familia y su patria. Al final del texto, en su vuelta al Archipiélago tras su paso por prisión en Madrid, al divisar las Islas Delgado escribió: "¡Cielos! ¡Este es el más bello país del mundo" (...) ¡Ah! ¡Imposible! El edén canario no puede seguir siendo un pudridero español".

Primera bandera canaria.

La semilla, plantada con Secundino Delgado, brota de inmediato. En 1907, en el Ateneo Aguere, se exhibió la primera bandera canaria, que fue prohibida y perseguida por las autoridades españolas. El emblema era sencillo: un fondo azul en el que sobresalen siete estrellas blancas –dispuestas en la misma posición geográfica que las Islas sobre el Atlántico–. Este estandarte fue asumido por el Partido Nacionalista Canario (PNC), fundado en 1924 en La Habana en torno a la Asociación Canaria de Cuba. La bandera, además, figuró en la portada de todos los números de su órgano oficial de expresión: El Guanche.

MPAIAC en la dictadura

Tres años después de la fundación del PNC, que en sus orígenes se declaraba independentista, llegó la división provincial bajo la dictadura de Primo de Rivera. Con la II República los movimientos obreros incluyeron la independencia de Canarias en su agenda. El CNT, en sus medios de comunicación, apuntaba que "Canarias es para la Península lo que en otro tiempo fueron Cuba y Filipinas, lo que para Francia y Bélgica son la Guyana y el Congo, unas pobres colonias. ¡Nada más!", mientras que el Frente Único Revolucionario (FUR) apostaba en su programa por el derecho a la autodeterminación de las Islas.

Cartel del MPAIAC

La Guerra Civil y la dictadura franquista aplacaron cualquier intento en favor de la independencia hasta la fundación, en 1960, del Movimiento Canarias Libre. Cuatro años después, con Antonio Cubillo al frente, surgió el Movimiento Para la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC), que el 1 de noviembre de 1976 optó por seguir los pasos de otras organizaciones como ETA (País Vasco), las Brigadas Rojas (Italia), IRA (Reino Unido) o Baader-Meinhof (Alemania) y se lanzó a la lucha armada.

El poder de las ondas

Con el apoyo de la OUA (Organización para la Unidad Africana), que declaró al Archipiélago territorio geográficamente africano, y del programa radiofónico La Voz de Canarias Libre –emitido desde Argel y en el que se lanzan proclamas independentistas y ataques contra los intereses españoles en las Islas–, el MPAIAC obtuvo cierta repercusión en el Archipiélago.

El 27 de marzo de 1977, el MPAIAC hizo explotar una bomba en la floristería del Aeropuerto de Gran Canaria. El atentado provocó siete heridos. Poco después, una llamada telefónica anunció un segundo artefacto explosivo que obligó a desviar varios vuelos a Tenerife Norte. Dos de esas aeronaves, horas después, chocaron en Los Rodeos y provocaron el mayor accidente aéreo de la historia, con 583 muertos

Atentado a Cubillo

Los servicios secretos de España, el 5 de abril de 1978, atentaron en Argelia contra Antonio Cubillo, que quedó inválido tras el ataque. Meses después, el MPAIAC renunció a la lucha armada –en su lista de atentados dejó un muerto: Rafael Valdenebro, artificiero de la Policía Nacional que falleció en La Laguna al intentar desactivar una bomba– e inició su proceso de desintegración –con la expulsión del propio Cubillo y el fin del apoyo del gobierno argelino en la clandestinidad–.

Antonio Cubillo, líder independentista canario. / Ramón de la Rocha (EFE)

Las primeras elecciones locales de la democracia, celebradas en abril de 1979, dibujaron el punto más alto de apoyo popular al independentismo canario: Manuel Bermejo, canditato de Unión del Pueblo Canario (UPC), fue elegido alcalde de Las Palmas de Gran Canaria. "Y además prometo seguir luchando por unas Canarias libres y socialistas", dijo tras prestar juramento en el cargo al tiempo que la bandera tricolor canaria con las siete estrellas verdes era izada del mástil de las Casas Consistoriales.

Gritos silenciados

Un año después, una moción de censura hizo descarrillar a UPC al frente del gobierno de Las Palmas de Gran Canaria. Y los gritos de "¡Canarias libre!" que acompañaron el triunfo de Bermejo por los pasillos del ayuntamiento de la capital grancanaria quedaron silenciados hasta hoy. Ningún partido independentista ha vuelto a tocar poder desde entonces en el Archipiélago.