Coalición Canaria ha obviado la amnistía, la cual no apoyará en el Congreso, y ha dicho sí a la investidura de Pedro Sánchez. Un acuerdo al que se llega a cambio del desarrollo de la ‘agenda canaria’, el compromiso de impulsar las inversiones pendientes y ejecutar la totalidad de los acuerdos que ambos partidos pactaron para los Presupuestos Generales del Estado de 2024.
Un buen botín para los nacionalistas, siempre y cuando se cumplan todos los puntos, algo que con Pedro Sánchez está de todo menos claro.
Coalición intentó pescar en río revuelto. Durante el proceso de negociación la formación liderada por Fernando Clavijo puso pie en pared por su rechazo a la amnistía, a sabiendas de la posibilidad de que las conversaciones con Junts saltasen por los aires en cualquier momento. Pero Puigdemont era consciente de la oportunidad que se le presentaba y no dejó pasar el tren.
Ante ese nuevo escenario Coalición Canaria tuvo que llevar a cabo un cambio de ruta que ya se anticipaba en la víspera, cuando la número dos del PSOE en Canarias, Elena Máñez, deslizó que su partido recabaría “otros apoyos", en referencia al voto de Valido.
También se podía atisbar en las palabras del presidente regional, quien suavizó el tono esta semana reconociendo que la amnistía “no iba a ser una línea roja para determinar su voto”, siempre y cuando se atendiesen las reclamaciones de la agenda canaria. El principio de acuerdo con el PSOE deja implícita la aquiescencia del Partido Popular en las islas, conscientes de que en los tiempos que vivimos en Canarias es mejor tener algo que no tener nada.