La ONU considera que las aguas a 13 kilómetros de Fuerteventura son "costa marroquí". La noticia no es nueva, hace ya más de un año que pesqueros canarios alertaron de que la FAO, organismo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, había cambiado la denominación del área y el mapa que utilizaban las embarcaciones para faenar la denominaba como "costa marroquí".
Ya en 2020, el senador por Coalición Canaria y ex presidente de Canarias Fernando Clavijo, interpeló al Gobierno por esta cuestión. En noviembre de 2021, después de que la diputada socialista por Las Palmas Ariagona González formulase de nuevo una queja, el Gobierno central respondió de manera muy similar, arguyendo que se trata de una simple denominación y que eso no afecta a la soberanía real de las aguas.
Clavijo lo ve peligroso
La polémica ha saltado después de que, este martes, el diario ABC recogiese la respuesta que el ejecutivo dio a la diputada socialista. Unas horas después, Fernando Clavijo emitió un comunicado alertando de los “peligros” de que organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación para la Agricultura y Alimentación, FAO, “normalicen” la inclusión de las aguas canarias en la costa marroquí y de que el Gobierno del Estado “no haga nada”.
Desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez, la respuesta al asunto fue firme ya en noviembre: "La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) define una serie de áreas que son utilizadas exclusivamente a efectos estadísticos y que, tal y como está expresamente mencionado tanto en el Manual de Estadísticas Pesqueras como en cualquier otra referencia de esta Organización relativa a dichas Áreas, no tiene absolutamente ningún efecto sobre la soberanía de las aguas a las que hace referencia".
"Costa" y no "aguas marroquíes
El Gobierno central, en su respuesta a Ariagona González, también hizo especial incidencia en resaltar que la ONU denomina al área "costa marroquí" y no "aguas marroquíes", precisamente porque se trata de una indicación geográfica y no de soberanía. La FAO divide los mares y océanos del mundo por áreas, a las que a su vez subdivide en zonas más pequñas. Así, Canarias está encuadrada en el Área 34, denominada "sector centro-oriental del Océano Atlántico", y en concreto dentro de la subdivisión 34.1.2, encuadrada junto con Madeira.
La controversia con la nomenclatura surge de la denominación de su área vecina, la 34.1.1, llamada por la FAO "Costa de Marruecos", que abarca desde Tanger hasta el Cabo Bojador. La línea que divide ambas áreas, y aunque la integridad de las Islas Canarias queda dentro de la 34.1.2, pasa a tan solo 7 millas náuticas de la costa de Fuerteventura (13 kilómetros), cuando la medida está oficialmente fijada a 23 (42 kilómetros y medio).
Ya en 2020, el Ejecutivo contestó a Clavijo de que emitiría una petición a la ONU para que la nomenclatura cambiase. En el caso de la interpelación de Ariagona González, el Gobierno informó a la diputada de que, para evitar malentendidos, se había procedido de inmediato a "hacer una revisión de la nomenclatura utilizada en el Diario Electrónico de A bordo (DEA), pasando a denominarse exclusivamente zona FAO 34,1,1.3., que es precisamente la nomenclatura con la que se reportan los datos tanto a la Comisión como a las distintas entidades científicas". Es decir, que, a efectos oficiales, los nombres de las zonas ni tan siquiera se tienen en cuenta, sino que se utilizan sus códigos numéricos.
Aguas en controversia
No obstante, ni la contestación que recibió en su día ni la que ahora publica ABC para la diputada socialista satisfacen a Clavijo. El senador y ex presidente canario afirma que la situación es extremadamente grave porque esto "sucede cuando las relaciones España-Marruecos están prácticamente rotas y justo después de que el Gobierno marroquí aprobara dos leyes para delimitar su espacio marítimo con España y Mauritania, apropiándose de aguas del Sáhara Occidental y después de que haya intensificado la concesión de autorizaciones a distintas compañías multinacionales para la cata de gas y petróleo”.
La situación es, ciertamente, delicada en lo concerniente a la delimitación de las fronteras marítimas entre España y Marruecos. En marzo de 2020, el reino alauita publicó en su Boletín Oficial sendas leyes para ampliar sus aguas territoriales. Concretamente, las leyes recogían una ampliación de 12 millas náuticas a lo largo de toda la costa del Sáhara Occidental y una delimitación de sus 200 millas náuticas de zona económica exclusiva y las 350 de plataforma continental, adentrándose en las 200 millas de Canarias y en la plataforma que España ya había solicitado a la ONU en diciembre de 2014, como parte de una ambiciosa ampliación de aguas territoriales.
Argumentos para Marruecos
Aunque estas leyes solo son válidas en Marruecos, la disputa de soberanía ya ha causado controversias en la zona. En octubre de 2021, el país vecino concedió a una empresa israelí permiso para explorar las aguas saharauis en búsqueda de petróleo y gas. Además, el reconocimiento de soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental por parte de la administración de Donald Trump dio alas al régimen de Mohamed VI para echarle un pulso a España por el control de las aguas.
Por estas razones, Fernando Clavijo ve peligroso que una organización como la ONU reconozca, aunque sea nominalmente, el espacio como marroquí sin que el Gobierno de España lo ponga en duda. Así, el dirigente de Coalición Canaria lanzó una advertencia al PSOE: “o se pone al lado de Canarias, o permite que Marruecos continúe con sus planes de apropiarse de aguas que no le pertenecen, y lo harán con el paraguas de organismos internacionales como la FAO, que cometen el gravísimo error de situar las aguas canarias en la costa marroquí sin que el Gobierno del Estado eleve una queja formal y obligue a corregirlo”.