A Coalición Canaria (CC) le preocupa su candidatura al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Inquieta, para ser precisos, la proyección de votos y concejales que le asignan los sondeos electorales en la capital grancanaria. A cuatro meses para que se abran las urnas, el plan del partido nacionalista para contrarrestar ese estado de alarma pasa por el doblete de un nombre propio: Vidina Espino, que iría como número dos –detrás de Francis Candil– al consistorio de la ciudad y que repetiría en la misma posición al Parlamento regional por Gran Canaria –con Pablo Rodríguez cabeza de lista–.
En Coalición ven a Vidina Espino, que en 2019 fue candidata de Ciudadanos a la presidencia del Gobierno de Canarias y dos años después dejó la formación liberal, con tirón popular para sostener su candidatura a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria. "Ha estado brillante en la oposición a Ángel Víctor [Torres] en el Parlamento y es un rostros muy reconocido", destacan en la formación nacionalista, donde ven en la diputada regional una de sus mejores bazas. Sobre todo tras la publicación de varias encuestas, como el ElectoPanel publicado este mes por Atlántico Hoy, que dejan fuera de los plenos municipales a CC.
Requerida por este diario sobre la posibilidad de hacer doblete en las listas de Coalición Canaria, Espino ha optado por no responder a la pregunta.
Batacazo de Mauricio en 2007
No ha sido Las Palmas de Gran Canaria una plaza amable para CC. Nunca ha sido la fuerza más votada del municipio y, a diferencia de otras grandes ciudades del Archipiélago –como Santa Cruz de Tenerife, Telde, La Laguna, Arrecife o Santa Cruz de La Palma–, nunca ha gobernado en la capital grancanaria, donde su mejor resultado electoral se remonta al siglo pasado: en 1995 recibió 28.192 votos que le permitieron sumar cinco concejales.
Desde entonces, sobre todo tras la escisión que dio lugar a la fundación de Nueva Canarias en 2005, el peso de Coalición en Las Palmas de Gran Canaria se ha diluido: logró 4.449 votos, con José Carlos Mauricio como cabeza de lista, en 2007 –para caer en la irrelevancia y no obtener un solo acta de concejal–; llegó a 7.708 apoyos en 2011 –ningún edil–; recogió 5.365 papeletas en las urnas en 2015 –para volver a quedarse fuera de los plenos municipales–; y sólo en 2019, en alianza con Unidos por Gran Canaria, fue capaz de variar la tendencia a la baja trazada durante una década –12.833 sufragios y dos concejales–.
Ruptura con Unidos por Gran Canaria
La preocupación en Coalición, además, va en aumento tras la ruptura de cara a las próximas elecciones con Unidos por Gran Canaria, que en los últimos sondeos parece estar en disposición de dar el sorpasso a la propia CC en Las Palmas de Gran Canaria y mermar la capacidad de la formación nacionalista en el municipio más poblado de Canarias para arrastrar votos a las urnas del Cabildo de Gran Canaria, el Parlamento regional por Gran Canaria y la lista archipielágica.
Candil, candidato nacionalista a la alcaldía y en la actualidad concejal en la oposición en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, ha trabajado en clave municipal durante los últimos meses con David Suárez –que dejó Unidos por Gran Canaria por CC– y con José Guerra –que obtuvo el acta de concejal por Ciudadanos y que también saltó del barco liberal tras las primeras señales de hundimiento–.