El mar, a lo largo de los siglos, ha permitido al hombre ser el amo de su destino y el capitán de su alma. Muchos son los que, cruzando aguas bravas y océanos insondables, convirtieron en materia el sueño que William Ernest Henley hizo poema en Invictus: Ulises, en su regreso a Ítaca tras el asalto a Troya; Octavio, tras derrotar a Marco Aurelio y Cleopatra en la batalla de Actium; Juan Sebastián Elcano, al dar la primera vuelta al mundo; o las miles de personas que hoy pueblan Las Palmas de Gran Canaria y que están marcadas por el Atlántico, que desde 1478 ha traído hasta aquí, con sus mareas, vientos y corrientes, a buscavidas, colonos, aventureros, malajes, enamorados y corazones rotos, personas de fe y parranderos, emprendedores, refugiados y verdugos, soldados alistados para guerras lejanas y gentes de paso. Todos dejaron —de alguna manera— su impronta en una ciudad que, en esencia, no se entiende sin el Puerto de La Luz.
Allí, desde La Isleta al Refugio, entre barcos, dársenas, muelles, murmullos que esconden secretos, láminas de agua y transacciones, Beatriz Calzada Ojeda (Las Palmas de Gran Canaria; 1972) ejerce como presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas desde el verano del año pasado. Su nombramiento, pese a que el calendario gregoriano ya marcaba por entonces el año 2023 después de Cristo, resultó ser histórico: fue la primera mujer designada para ocupar un cargo acaparado siempre por señores en un mundo dominado por hombres. Su elección, además de recuperar para Coalición Canaria (CC) una posición clave dentro de la economía de las Islas —y, de paso, dotar de peso al partido nacionalista en Gran Canaria, un escenario hostil en las urnas desde la escisión que provocó el nacimiento de Nueva Canarias—, fue recibida con agrado por el sector portuario. Su nombramiento no solo rompió una barrera de género en el ámbito portuario, sino que también marcó la continuidad de una estrecha conexión familiar con el Puerto de La Luz y su historia.
Raíces familiares
La historia de Beatriz Calzada en el puerto no comienza con su mandato, sino que tiene sus raíces profundamente arraigadas en el Puerto de La Luz. Su familia paterna, los Calzada-Fiol, ha estado históricamente vinculada a la actividad portuaria de Las Palmas. Su padre fue un destacado ejecutivo del puerto que, junto con su tío, formó parte de la histórica consignataria Mavacasa (Marítimo Vasco Canarias SA), que brilló en los años 60 y 70 especializada en la flota japonesa, cuando los barcos nipones utilizaban La Luz como base para reparaciones y aprovisionamiento al faenar en el banco pesquero canario-sahariano. Durante ese tiempo, la consignataria destacó junto a otras grandes compañías como Ecopesca y Fransari. Como señalaron en su día fuentes portuarias, ese vínculo fue un factor clave para su nombramiento, siendo vista como una persona idónea para llevar las riendas de una de las instituciones más importantes de Canarias.
El legado familiar ha sido una constante en su vida, al tener presente —desde joven— la importancia del Puerto en la economía y el desarrollo de Las Palmas. En el plano personal, Beatriz Calzada, que se crió en la calle Malteses del barrio de Triana y se formó en el Colegio de las Dominicas, vivió uno de los momentos más emotivos de su vida el día de su boda con Antonio Martín, en la Parroquia de San Francisco de Asís, cuando su padre, el tenor José Luiz Calzada, cantó a la pareja el Ave María.
Su tío Alfonso Calzada también fue una figura referencial para Beatriz Calzado. En el ámbito profesional, como abogado, además de formar parte de una empresa como Mavacasa, defendió a Juan García el Corredera —la última persona ajusticiada a garrote vil en Canarias y uno de los referentes de la lucha antifranquista— y ejerció como acusación en el caso de Cathaysa, niña cuyo asesinato en el barrio de El Pilar conmocionó a la sociedad canaria. .
Trayectoria profesional y política
Beatriz Calzada es Licenciada en Derecho por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), formación que le permitió desarrollarse como abogada y asesora en múltiples áreas relacionadas con el urbanismo y la ordenación del territorio. Su carrera como abogada incluye asistencia jurídica en iniciativas municipales, insulares y regionales, con un fuerte enfoque en el planeamiento territorial y la elaboración de informes clave para organismos como la Cotmac (Comisión de Ordenación del Territorio y Medioambiente de Canarias).
En el ámbito político, comenzó su carrera en 1999 como consejera del Cabildo de Gran Canaria, gestionando el área de Juventud. Entonces militaba en un Partido Popular (PP) hegemónico que a nivel insular, sin ver venir el problema, se acercaba a un punto de ruptura marcado por una forma de hacer política —con el No a la Guerra de Irak como detonante—. Bajo la protección e influencia de María Eugenia Márquez, a la que José Manuel Soria descartó como candidata para repetir en 2003 a la presidencia de la corporación grancanaria, Beatriz Calzada se hizo un hueco a base de mostrar un talante dialogante y sembrar armonía. Al finalizar aquel mandato, abandonó el PP.
Posteriormente, en 2015 y ya integrada en Coalición Canaria, fue designada consejera delegada de Gesplan SA, la empresa pública dedicada a la gestión y planeamiento territorial y medioambiental del Gobierno de Canarias. En 2019, fue elegida diputada en el Parlamento de Canarias por la circunscripción autonómica, donde ejerció como portavoz del Grupo Nacionalista en áreas clave como Educación y Ordenación del Territorio. Esta combinación de experiencia política, legal y de gestión pública la ha convertido en una figura versátil y respetada dentro de las instituciones canarias.
El Retorno del Rey
Desde junio de 2023, Beatriz Calzada ostenta el cargo de presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, un rol que no solo supone un desafío profesional, sino que también es un reconocimiento a su estrecha vinculación personal y familiar con la institución. Su llegada ha sido vista como una oportunidad para modernizar y consolidar el puerto, una infraestructura clave para el desarrollo económico de Canarias. Dueña de ese legado portuario y con una sólida carrera política y profesional, a Beatriz Calzada le toca liderar el Puerto de Las Palmas en una nueva era de crecimiento y transformación.
De ella —los que la conocen— dicen que es como una corredora de fondo a la que le ha llegado su momento, al igual que le ocurrió a Aragorn al final de El Señor de los Anillos —saga, como la de Juego de Tronos, de la que es seguidora apasionada— tras derrotar a los ejércitos de Mordor en el asedio de la ciudad blanca. En esa ocasión, casualidad o no, la salvación de la Tierra Media llegó por mar: con el retorno del rey a bordo de los barcos de los Corsarios de Umbar.