La crisis interna en Nueva Canarias (NC) se hace cada vez más evidente y, con ella, las divisiones que amenazan con reformar de manera significativa al partido de cara a las próximas elecciones. La última señal de este conflicto la marcó la reunión del Consejo Político de NC celebrada este sábado en el Club Natación Metropole de Las Palmas de Gran Canaria. Sin embargo, los llamados "renovadores" –alcaldes y dirigentes locales que piden una reestructuración de los órganos de dirección– decidieron no asistir al encuentro, subrayando así la falta de consenso y la tensión que reina en el partido.
La ausencia más notoria fue la de Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar y vicepresidente primero del Cabildo de Gran Canaria, quien ese mismo día acudió a un acto junto al presidente del Gobierno canario y secretario general de Coalición Canaria (CC), Fernando Clavijo, en lugar de unirse al Consejo Político de NC. La imagen de Sosa junto a Clavijo resuena como una declaración de intenciones en el escenario político de Canarias, donde la posibilidad de un nuevo eje de poder nacionalista está cada vez más en el aire. Al ser consultado, Clavijo resaltó que “ahora más que nunca, con temas como la migración, es necesario un partido potente de obediencia canaria que realmente sea capaz de defender a las islas". A su vez, el líder de CC aseguró que su partido respeta los procesos internos de NC, subrayando que cualquier decisión se tome "por el bien de Canarias".
Un partido dividido y la exigencia de renovación
Las fricciones dentro de NC vienen de largo, pero se han intensificado tras las elecciones de 2023, cuando un grupo de líderes locales y municipales, bajo el liderazgo de Teodoro Sosa, pidió un relevo generacional en la dirección. Este movimiento renovador, que agrupa a importantes alcaldes y presidentes de asambleas municipales de localidades como Agaete, Agüimes, Tejeda y Santa Lucía de Tirajana, ha pedido formalmente que se adelante el Congreso de NC, programado originalmente para 2026. La presión ejercida por el sector renovador llevó a la cúpula del partido a fijar el VI Congreso Nacional para el próximo julio de 2025, en un intento de calmar las aguas.
Sin embargo, las tensiones continúan. Sosa y los alcaldes renovadores elaboraron un manifiesto con el respaldo de cientos de firmas, en el que consideran "imprescindible" consensuar un cambio en la organización y ratificarlo en el congreso extraordinario de 2025. Sosa ya dejó clara su postura el pasado abril al afirmar que “todo tiene una etapa en la vida”, en referencia a la necesidad de renovar la estructura del partido. “Desde el sosiego y la calma, no se debe rehuir el debate; es bueno hacer ese ejercicio”, añadió en su momento el alcalde de Gáldar.
Román Rodríguez y la postura de la dirección
Por su parte, el líder histórico de NC y exvicepresidente del Gobierno canario, Román Rodríguez, se mantiene firme y ha declarado que no piensa dimitir ni se siente aludido por las demandas de renovación. Según Rodríguez, nadie ha pedido formalmente su renuncia en los órganos de NC, y aunque existe un sector que aboga por cambios, él no considera que su liderazgo esté en juego. A su lado, el secretario de Organización, Carmelo Ramírez, ha ejercido también un férreo control sobre el partido desde sus inicios en 2005, y su figura representa el ala tradicional que los renovadores pretenden cambiar.
Para NC, la reunión del Consejo Político de este sábado representaba uno de los momentos más delicados de sus casi 20 años de historia. La intención de la dirección era utilizar este encuentro para definir oficialmente la fecha del próximo congreso y designar la comisión organizadora, pero la ausencia de los renovadores dejó en evidencia que la fractura en el partido está lejos de solucionarse. Si bien la directiva busca un "acuerdo de mínimos", la falta de asistencia de Sosa y otros dirigentes destacados es un síntoma claro de la falta de consenso y podría agravar la división de cara al congreso de 2025.
La proyección política y el futuro de NC
La presencia de Sosa junto a Clavijo ha despertado especulaciones sobre el futuro político de los renovadores en NC. Aunque no se ha hablado formalmente de una alianza, el acercamiento a CC sugiere una posible vía para quienes en NC buscan una orientación política más dinámica y actualizada en las próximas elecciones. La posibilidad de un frente amplio nacionalista que uniera a sectores de CC y a los renovadores de NC ha empezado a tomar forma en los análisis políticos canarios.
Para Clavijo, este acto con Sosa también representa un mensaje político estratégico. En sus declaraciones, el presidente de Canarias insistió en la importancia de contar con “un partido canario y que obedezca a lo que se decida en Canarias”. Aunque reiteró su respeto por los procesos internos de NC, sus palabras resuenan en un momento crítico para el partido de Román Rodríguez y sus disidentes.
La brecha en NC está abierta, y el avance hacia el congreso de 2025 será clave para definir el futuro de una formación que, hasta ahora, había mostrado unidad en su estructura. Los próximos meses serán determinantes para saber si el sector renovador continúa dentro de NC o si, por el contrario, busca nuevos horizontes. En cualquiera de los casos, la política nacionalista canaria se enfrenta a un posible reacomodo de fuerzas que podría redefinir las alianzas y el papel de los actores políticos en el futuro de las islas.