La unión vecinal en Las Palmas de Gran Canaria ha demostrado su poder en tres recientes movilizaciones donde los habitantes han defendido su entorno y patrimonio. En el Risco de San Nicolás, los vecinos detuvieron la tala de un árbol centenario, símbolo de identidad del barrio. En Las Alcaravaneras, la comunidad se opuso a convertir la arboleda del Parque del Estadio Insular en un espacio para el Carnaval, protegiendo así un pulmón verde de la ciudad. Mientras tanto, en La Isleta, los residentes se unieron contra la construcción de una planta de gas licuado promovida por Totisa, preocupados por el impacto ambiental y la falta de consenso. Estas acciones evidencian que la participación ciudadana es clave para mantener vivo el pulso de la ciudad, reafirmando que los espacios públicos pertenecen a todos y que la última palabra debe estar en la calle, donde realmente late la ciudad.
[Vlog] La fuerza vecinal de Las Palmas de Gran Canaria
Vecinos de San Nicolás, Las Alcaravaneras y La Isleta defienden espacios verdes y el alma de la ciudad
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