Loading...

Las Palmas

La suciedad en Las Palmas de Gran Canaria vista por los vecinos: "Faltan barrenderos y civismo"

Atlántico Hoy se ha puesto en contacto con residentes de los cinco distritos que componen la ciudad para conocer su perspectiva sobre uno de los mayores problemas que tiene la capital

8 minutos

Contenedores rebosados en Risco de San Nicolás, muestra de la suciedad en Las Palmas de Gran Canaria. / AH

La suciedad en Las Palmas de Gran Canaria tiene muchos testigos. Para ser exactos, las casi 400.000 personas que viven en el municipio. Unos vecinos que transitan cada día las calles de la capital para ir a comprar, con el objetivo de dirigirse a su puesto de trabajo, quedar con sus amistades o, quizás, solo para dar un paseo que les permita evadirse de la rutina. Este periódico ha querido conocer la perspectiva de aquellos que tienen su vivienda en alguno de los cinco distritos que componen la ciudad. La falta de barrenderos y el poco civismo son los principales problemas que detectan. 

Antes de seguir hay que hacer un alto en el camino. Sí, el reportaje acaba de empezar, pero merecerá la pena. Atlántico Hoy publicó este lunes el primer capítulo del problema con la limpieza en la urbe para intentar hacer una radiografía de por qué la capital grancanaria está tan sucia. Este medio aconseja a quien no haya tenido la oportunidad de leerlo que lo haga para ponerse en antecedentes. Servirá para comprender cómo se ha llegado hasta la situación que denuncian los vecinos. 

Vegueta-Cono Sur-Tafira

El paseo ha sido largo pero fructífero. La primera parada es el distrito número uno, denominado como Vegueta, Cono Sur y Tafira. Allí recibe a este medio Óscar Roque, presidente de la Asociación de Vecinos de la Vega de San José. Él protesta porque varios puntos de la zona donde reside están sucios como parterres mal cuidados y con la presencia habitual de ratas. “En los jardines hay agujeros por donde entran estos roedores”, asegura. 

Su queja puede sorprender, pero parece que no es nada nuevo. Este diario ha publicado hasta en dos ocasiones que se han avistado ratas tanto en el barrio de Roque como a plena luz del día por Mesa y López. Mientras tanto, el contrato de fumigación y desratización en el Ayuntamiento sigue caducado. 

Contenedores rebosados en Almatriche Bajo / CEDIDA

Falta de personal

La siguiente estación es El Fondillo. Quien está al frente de su asociación vecinal es Daniel Rivero y sin titubeos afirma que “el barrio se ha convertido en el vertedero de la capital”. “La gente viene a tirar basura, trastos y de todo”, añade. Un inconveniente que tiene su raíz en la falta de civismo ciudadano. Recordará usted cuando salió a la luz que a la entrada del Guiniguada –un enclave que el actual grupo de gobierno quiere convertir en el pulmón verde de la ciudad– había una cantidad preocupante de escombros.

Otro problema es la falta de personal. Marcos García, presidente del comité de empresa de limpieza viaria detallaba en el episodio anterior a Atlántico Hoy que hay escasez de trabajadores. De hecho, hay 1.000 empleos en la parte pública de los que solo 190 están cubiertos. Y en El Fondillo padecen las consecuencias. “Aquí hay un barrendero para dos barrios, nosotros y Tafira Baja, y no da a basto”, subraya Rivero. 

Distrito Centro

Para que una ciudad esté en condiciones no solo hay que barrer, también es clave baldear. Una acción que el representante vecinal garantiza que por su zona solo la llevan a cabo dos o tres veces al año. Además, “en la calle Madrelagua cae todo el agua, inunda a los que viven por allí, les llega toda la porquería y no se limpia de ninguna forma”. Lo mismo ocurre en la parte alta de la calle Camilo José Cela

Ahora, en dirección hacia el distrito Centro, ofrece su testimonio Carlos Santana, presidente de la Asociación de Vecinos de Alcaravaneras. “Tenemos varios puntos problemáticos, uno de ellos es la calle General Más de Gaminde, donde faltan contenedores y se debe reubicarlos correctamente porque la suciedad es cada vez mayor”, exclama. 

Vertido de escombros en Siete Puertas / CEDIDA

Malos olores

Detalla que los vecinos están hartos de los malos olores. Como ocurre, por ejemplo, en el Colegio La Salle Antúnez, lugar en el que han puesto varios contenedores a su entrada. “Y luego la suciedad que existe dentro del Parque del Estadio Insular, que sigue lleno de basura y da pena verlo”, agrega. 

Indica que se pasa a limpiar una vez al mes, “pero creemos que no es suficiente”. “El problema es que no es solo el barrio de Alcaravaneras, toda la ciudad está sucia. Da asco caminar por las calles, las aceras están negras y llenas de chicles por el incivismo de la gente”, sentencia. 

Vertido de escombros en Almatriche Bajo / CEDIDA

Poco civismo

“Hace dos años pasaban a limpiar cada 15 días, pero ya no se ve igual. Hay puntos que se baldean, pero el resto no. Todavía no nos hemos podido reunir con Carolina Darias. Hay dejadez, a ver si este nuevo grupo de gobierno se pone manos a la obra”, continúa. 

Culmina con que las personas vierten escombros a la vía pública como muebles y enseres de todo tipo. “Lo que no se puede hacer es tirarlos sin previo contacto con el Ayuntamiento para esa recogida”, apostilla. “Dejan tantos escombros que te puedes hacer una casa con todo lo que te encuentras”, ironiza. 

Contenedores rebosados en Almatriche Bajo / CEDIDA

Sin baldear desde hace años

Con su análisis coincide Israel Medina, presidente de la Asociación de Vecinos del Risco de San Nicolás: “No paran de aparecer trastos, no solo son los de aquí sino gente que viene de fuera”.  “Muchas calles no se limpian diariamente como se hacía antes. A veces viene un barrendero una o dos veces a la semana”, apostilla. 

“El baldeado de las calles no lo vemos desde hace años. Antes del tripartito se ponían cubas en la parte alta, se conectaban mangueras y eso no se ha vuelto a ver. Hay suciedad, insectos, ratones, cucarachas… Tampoco hay fumigación y desratización”, manifiesta. 

Contenedores rebosados en Las Mesas / CEDIDA

Contenedores de reciclaje

Medina pone sobre la mesa también que de la mitad del barrio hacia abajo no hay contenedores de reciclaje como ocurre en la calle Domingo Guerra del Río, la del Castillo de Mata y paralelo a Primero de Mayo.

“El argumento es que los camiones no entran. Pero en carreteras secundarias y terciarias como en San Mateo sí acceden y aquí no. Hablamos de desarrollo sostenible y de ciudad verde, pero pasa todo lo contrario. Esa es una demanda desde hace seis u ocho años”, atestigua. 

Escombros en el Risco de San Nicolás / CEDIDA

¿De quién es la culpa?

Pepa Sánchez, de Triana-San Telmo, no tiene dudas de que la ciudad está sucia pero no le echa toda la culpa solo al Ayuntamiento, sino también a los vecinos porque “dejan en las calles material enorme que no se corresponde a lo que se debería poner en los contenedores”. 

Declara que hay contenedores desbordados de basura delante del Gabinete Literario y que algunas personas han visto ratas comiendo en la calle de noche. “Es una ciudad abandonada y está en un estado deplorable”, incide. 

Escombros en Almatriche Bajo / CEDIDA

Isleta-Puerto-Guanarteme

En el distrito Isleta-Puerto-Guanarteme parece que hay más optimismo. Pepi González, representante de los vecinos de Guanarteme y Chile, relata que ella sí ha notado la diferencia desde que entró el nuevo concejal del Área, Héctor Alemán –sucesor de Inmaculada Medina–. 

Yo le he mandado fotos con contenedores arrebatados por parte de incívicos y en una hora me manda la imagen con todo retirado”, apostilla. Comenta también que “están baldeando las calles con más frecuencia, a presión en las aceras”. 

Basura en la Avenida de La Democracia / CEDIDA

Contenedores rotos

Félix Alonso, de Foro por La Isleta, destaca que “hay un problema importante en el Ayuntamiento, que es la falta de trabajadores para cubrir la necesidad de limpieza de la ciudad. Eso es evidente”. Eso sí, pone en valor la campaña que está desarrollando el Consistorio porque “este esfuerzo hay que tenerlo en cuenta”. “Yo todavía le daría un voto de confianza, por lo menos antes no había nada”, expone. 

Narra que los contenedores “están hechos un desastre, están rotos, están averiados y hay un número insuficiente”. Considera que la limpieza tiene muchos puntos que tratar como la educación por parte de los vecinos. “La suciedad invita a la suciedad, si no hay una limpieza básica la gente lo hace más, está todo muy relacionado”, finaliza.

Escombros en el Risco de San Nicolás / CEDIDA

Ciudad Alta

De un salto, este periódico se sitúa en Ciudad Alta –distrito cuatro– y conversa con Luciana Ceballos en La Minilla. “El barrio en general está limpio, lo único es el tema de los perros porque la gente no recoge las heces”, dice. Aunque matiza que el Ayuntamiento sí actúa.

David Rodríguez, representante vecinal de Siete Palmas, opina que “hay un problema grave de incivismo, la gente realiza vertidos y no usa los puntos limpios”. Y resalta que “hay otras calles que no son las principales y están dejadas de la mano de Dios” como Lomo La Plana. 

Vertido de escombros en Almatriche Bajo / CEDIDA

Contrato de fumigación

“Además, el contrato de fumigación se venció en mayo y los vecinos manifiestan que en los parques y los árboles se están viendo roedores de gran tamaño. Eso crea incertidumbre y malestar”, añade indignado. 

Desde Los Tarahales, Ramón Hernández responde al teléfono y también tiene elogios para el nuevo edil de limpieza. “Desde que ha entrado la cosa ha ido mejorando, es de respuesta rápida”, narra. “Sí es verdad que en el tema de los residuos hay que mejorar los plazos en el tiempo que tardan en retirarlos”, contrapone. 

Escombros en el Risco de San Nicolás / CEDIDA

Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya

Si usted, querido lector, ha llegado hasta aquí, sepa que solo falta recorrer el quinto y último distrito: Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya. A él pertenece el barrio de Costa Ayala, representado vecinalmente por Alexis Rodríguez. “Claro que padecemos la suciedad, pero lo que sí estamos viendo en este tiempo es que tenemos un concejal que está más puesto a la orden del día, estamos viendo algo más de respuesta”, responde a este medio. 

“Esperamos que en este tiempo haya más personal, que es lo que más se demanda. Sabemos que los fines de semana por no tener personal, los camiones de basura no recogen y vemos el reboso. El lunes a primera hora recogen y se quedan saneados”, prosigue.  

El rabo de gato

En Las Mesas no hay muchas buenas noticias. La secretaria de la Asociación de Vecinos Yasmira, Mari Paz Calvo, asegura que “hay calles que no se barren y miradores donde se acumula la suciedad”. “No se toma ninguna medida como poner mayor vigilancia o colocar cámaras o carteles que anuncien sanciones”, protesta. 

Entre sus reivindicaciones está la falta de barrenderos, la insuficiente recogida de trastos y limpieza de zona de contenedores, medidas para que cesen los vertidos ilegales y que se pode el rabo de gato en todas las aceras. 

Escombros en Siete Puertas / CEDIDA

Menos barrenderos que antes

Benito Monagas es el secretario de la Federación de Las Medianías. Coincide en todo. En las buenas palabras hacia Héctor Alemán, en la falta de poda, en el poco civismo y en la escasez de personal de limpieza. “El barrido en el barrio de Siete Puertas el barrido brilla por su ausencia y cuando vienen no tardan ni cinco minutos en marcharse”, explica. 

En Almatriche Bajo, Martín Quintana relata que el tema de la suciedad no ha mejorado nada en cuanto a cómo estaba con el antiguo gobierno municipal. “Ellos están intentando dar una buena imagen, pero en lo que concierne al tema de los barrenderos ya no se ven por la calle como se veían antes”, expone. 

"Necesitamos que alguien presione"

Fernando Miguel Micó, presidente de la Plataforma Vecinal del mismo barrio –@AlmatricheBajo en redes sociales–, considera inadmisible que la única respuesta que han recibido desde la corporación municipal es que pueden mandarles un barrendero que es el mismo que actúa en Almatriche Alto y San Lorenzo

“No hay personal. Limpieza no tiene la culpa, pero necesitamos que alguien presione. Los domingos no se recoge la basura. Hay un gran abandono del barrio. Es desesperante y estamos hablando de la posibilidad de salir una vez a la semana a barrer. Que cada uno barra su calle”, admite.

Algo así pensaron vecinos de la calle Portugal en Guanarteme. Este domingo sacaron sus cepillos a la vía pública en forma de protesta. Se desconoce al autor de la convocatoria, que ha preferido mantenerse en el anonimato, pero su enfado se puede equiparar al de tantos otros que viven con impotencia el estado de las calles en la capital. Y así pasa otro día sin contrato de limpieza y gerente del Área. La pelota sigue en uno de los tejados más importantes de León y Castillo.