Vecinos de Las Rehoyas acusan al ayuntamiento de abandonar el barrio para justificar su demolición

Rehoyas Avanza sigue denunciando que no quieren que sus viviendas privadas se incluyan en el plan de reposición del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

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Imagen de las viviendas privadas en la Carretera General del Norte que no quieren ser incluidas en el plan de reposición / REHOYAS AVANZA
Imagen de las viviendas privadas en la Carretera General del Norte que no quieren ser incluidas en el plan de reposición / REHOYAS AVANZA

La asociación vecinal Rehoyas Avanza sigue al pie del cañón para que las viviendas privadas situadas en la zona pegada a la Carretera General del Norte sean excluidas del plan de reposición elaborado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Tras años de lucha, tanto en la calle manifestándose como acudiendo a la Justicia, los residentes de estos edificios están viendo como la entidad municipal “ha dejado morir el barrio para tener la excusa de tirarlo abajo”. 

Así lo expresa el presidente de Rehoyas Avanza, Juan Francisco Sarmiento. El Plan de Vivienda de Las Rehoyas fue aprobado de forma definitiva en enero del año pasado y el concejal de Urbanismo de aquel momento, Javier Doreste, no tuvo en cuenta las peticiones de estos vecinos, que reiteran su demanda mientras ven como se sigue construyendo el primero de los nuevos edificios, que según apunta el propio Sarmiento, no forma parte del plan de reposición. 

En contra de estar incluidos en el plan de reposición

Rehoyas Avanza ha expresado su firme oposición a la inclusión de sus viviendas privadas en el plan de reposición propuesto por el Ayuntamiento capitalino. Esta negativa se fundamenta en la preocupación de los residentes por la falta de transparencia y claridad en el proceso, así como por las implicaciones que tendría para su futuro.

Los miembros de la asociación rechazan que sus viviendas se conviertan en Viviendas de Protección Oficial, tal como lo propone el Consistorio en su plan, y sostienen que tanto las casas como el terreno donde se encuentran son de su propiedad, no del desaparecido Patronato público, ya que se trataba de una promoción privada realizada por la Caja de Canarias en los años 60.

Se trata de unas 500 casas correspondientes a los bloques de viviendas de la Carretera General del Norte -entre los números 12 y 36-; la calle Santa Luisa de Marillac -entre los números 56 y 66- y la promoción de viviendas construida tras la gasolinera.

“Han dejado morir el barrio”

El plan propuesto por el Ayuntamiento incluye la demolición de las viviendas sociales ya existentes para expandir el Parque de Las Rehoyas y la construcción de edificios de hasta ocho plantas en los terrenos que actualmente ocupan los inmuebles privados, según relata Sarmiento. 

Además, los vecinos denuncian que durante el proceso se les ha ocultado información importante, incluyendo la aprobación de una gasolinera en la rotonda de Miller Bajo, junto a un instituto y una escuela, lo que ha generado más desconfianza en las intenciones del Ayuntamiento.

La asociación también critica que, mientras en otras áreas del barrio, como Miller Bajo, se han llevado a cabo mejoras urbanísticas y de mantenimiento, en Las Rehoyas se ha descuidado deliberadamente el entorno, lo que ha llevado a un deterioro progresivo del barrio. "Nos han extorsionado de tal manera que han dejado morir el barrio con la excusa de que habrá una reposición", subraya el presidente de Rehoyas Avanza.

A los tribunales

Los residentes han llevado su caso a los tribunales, y están a la espera de una resolución que podría detener el plan de reposición, resalta Marcos Hurtado, portavoz y secretario de la entidad vecinal. "No queremos que se tire lo construido, solo queremos que se hagan las cosas bien", insiste Sarmiento, abogando por una rehabilitación de las viviendas privadas en lugar de su demolición, como instalar ascensores, promover la accesibilidad universal y rehabilitar los edificios. Todo ello tareas que no han podido llevar a cabo al no poder solicitar un préstamo por encontrarse inmersos en el plan de reposición, continúa Hurtado. 

Su propio caso no es el único que han llevado a la justicia, pues la asociación fue la que puso en el punto de mira los presuntos terrenos irregulares de Tamaraceite Sur, que han dado pie al inicio de la que se ha denominado operación Valka. Para ellos, “el 90% de los casos relacionados con urbanismo huelen mal” y que en el Ayuntamiento “se están haciendo las cosas mal, beneficiando a unos empresarios y perjudicando a una gran parte de los vecinos”, incluso “se está jugando con la ilusión de muchos vecinos que realmente tienen su casa mal y se van a ver en la calle”, concluye el presidente de Rehoyas Avanza.