Normalmente, o al menos hasta antes de la pandemia, los vecinos de algunos edificios de El Polvorín, en Las Palmas de Gran Canaria, pagaban mensualmente al Ayuntamiento una tasa para poder tener su plaza de garaje asegurada junto a cuartos trasteros. Sin embargo, a fecha de hoy, está paralizado todo el cobro de las gestiones de alquileres y los residentes de los edificios de las calles San Antonio de Padua, León XIII y de la carretera de Mata aún no saben por qué.
Estas plazas de garaje y los trasteros, que ya no tienen dueño, han empezado a ser ocupados por personas ajenas —o no— al vecindario. “Tras la pandemia se paralizaron todos los cobros de las plazas de garaje que ya los vecinos tenían alquiladas”, explica Estrella Castillo Rodríguez, presidenta de la Asociación Nueva Trayectoria de El Polvorín. La gestión de estos la tiene el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, con quien los vecinos desean reunirse para poder volver a pagar las tasas y sentir la seguridad de tener esos aparcamientos como suyos.
Gestión
“Han creado un problema enorme”, sigue contando, “porque al dejar de cobrar a los inquilinos lo que ha provocado es que se ocupen esas plazas por otras personas”. Los vecinos quieren alquilarlas, asegura. Y, por si fuera poco, hay otros tres edificios —uno es en el que Estrella reside— donde ni siquiera existen plazas de garaje porque están cerradas.
“Son tres edificios de 42, 50 y 56 viviendas y llevan cerrados unos 30, 20 y 21 años”, explica en relación a los aparcamientos. Estos están situados en la plaza Rafaela Manrique y, aunque se ha presentado un documento de registro por parte de los vecinos que quieren alquilar, “a fecha de hoy nadie se ha puesto en contacto con nosotros”. Es más, según explica un documento presentado por los vecinos, el edificio de 42 viviendas está ocupado por dos personas “para alquilar motos y de lucro propio”; el de 56 viviendas “está ocupado por otros residentes para sus fiestas y meriendas” y el de 50 está cerrado.
“Hemos solicitado al concejal de urbanismo, Mauricio Roque, que nos atienda y la respuesta es siempre la misma, que ya nos llamarán”. Lo único que pueden hacer, al menos con los garajes abandonados de esos tres edificios, es usarlos para las reuniones de las comunidades de vecinos. “Lo único que pedimos es que el Consistorio gestione estos aparcamientos para poder volver a pagar las tasas y tener nuestras plazas de garaje”.