Los taxistas de Las Palmas explotan contra el ayuntamiento por el Granca Live Fest

Asprotac denuncia que José Eduardo Ramírez busca favorecer la entrada de plataformas privadas como Uber y Cabify

P. Galán / M. Moreno

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Gorky Bethencourt, portavoz de la Asociación Profesional de Taxistas Canarios (Asprotac), ha lanzado duras críticas contra José Eduardo Ramírez, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, al que ha acusado de perjudicar deliberadamente al sector del taxi desde mayo de 2015. Según Bethencourt, Ramírez busca favorecer la entrada de plataformas privadas como Uber y Cabify, lo que ha generado una creciente hostilidad hacia el sector del taxi y pone como último ejemplo la imposibilidad de trabajar en el Granca Live Fest que se celebra estos días en la capital grancanaria.

En el vídeo que acompaña la noticia, un taxista que 

Bethencourt expresó su descontento con la situación actual, mencionando que mientras "tiene en un altar a Guaguas Municipales, lo cual nos parece perfecto", el taxi enfrenta múltiples trabas. "Trabajar en eventos como el Granca Live Fest sin garantías de acceso y seguridad es como una declaración de la renta negativa, a pagar", afirmó. Además, señaló que estas acciones perjudican directamente a la ciudadanía al poner en riesgo su seguridad en eventos masivos debido a la falta de coordinación para el desalojo.

Quejas contra la Policía

El portavoz también denunció la falta de transparencia del ayuntamiento, acusándolo de mentir sobre la situación real del tráfico y la accesibilidad durante estos eventos. Según sus declaraciones, hubo calles cortadas y restricciones que no fueron comunicadas adecuadamente, como en la calle Hoya de la Gallina y Fondos de Segura, a pesar de las excusas de seguridad esgrimidas por las autoridades.

La situación se torna más tensa con las denuncias de trato desigual por parte de la Policía Local, que según Bethencourt, trata a los taxis como vehículos particulares en lugar de reconocerlos como parte del transporte público controlado. Esta actitud ha dificultado la operatividad de los taxistas en eventos grandes, creando confusión y limitaciones adicionales.

Suspensión del servicio

Asprotac lleva ocho años acusando a Ramírez de ataques al sector del taxi, y la indignación entre los taxistas no deja de crecer. Bethencourt advierte que esta situación podría desencadenar en un movimiento unificado del sector para suspender el servicio durante los grandes eventos, lo que afectaría significativamente a la ciudad.

Las declaraciones de Bethencourt subrayan la urgencia de encontrar una solución que beneficie tanto a los taxistas como a la ciudadanía, evitando un colapso del servicio en momentos críticos y asegurando una convivencia justa y segura entre todos los actores del transporte público.