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Las Palmas

Taxistas y asociaciones exigen regular los taxis para personas con movilidad reducida en Las Palmas

La ciudad no cumple con el mínimo legal del 5% de la flota de taxis adaptados, habiendo solo unos 50 cuando deben ser cerca de 80 | Este es uno de los reclamos del sector junto a la Asociación de Personas con Diversidad Funcional de Canarias Melody

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Imagen de una fila de taxis en Las Palmas de Gran Canaria /Europa Press

¿Cuánto tiempo está dispuesto a esperar por un taxi? ¿10, 15, 30 minutos? A veces encontrar un taxi en Las Palmas de Gran Canaria puede ser algo complicado de noche o algún fin de semana. Acudir a una parada o llamar a la central para pedir directamente uno suele solucionar la situación; incluso, de repente, aparece una luz verde al fondo de la calle. Siempre se termina encontrando. Sin embargo, hay una parte de la población que no tiene tanta suerte con los taxis y esa espera puede llegar a ser de dos horas y media o que nunca llegue a aparecer un vehículo disponible cualquier día y a cualquier hora. 

La Asociación de Personas con Diversidad Funcional de Canarias “Melody” reclama un mayor control sobre los taxis para personas con movilidad reducida (PMR) para así asegurar su disponibilidad. A esta petición, que lleva tiempo sobre la mesa, se han sumado también las agrupaciones de taxistas Autaxi Gran Canaria, Plataforma Asalautónomos y Élite Taxi Canarias. Ya el año pasado presentaron un escrito conjunto tanto al Cabildo como al Ayuntamiento capitalino por la misma cuestión y ahora volverán a solicitar al consistorio una cita con la alcaldesa Carolina Darias para exponerle la problemática y sus peticiones al respecto. 

Dos horas y media esperando

Dos horas y media fue lo que tuvo que esperar una persona en silla de ruedas el pasado viernes por la zona del centro comercial Siete Palmas para poder coger un taxi adaptado. Mientras los vehículos recogían y dejaban a otras personas, ella seguía a la espera. Este caso no es aislado, cuenta Gisela Rivero, presidenta de la asociación a este periódico. A ella misma le ha ocurrido de no poder salir o volver a su casa en taxi al no haber vehículos PMR disponibles. Esto la ha llevado a verse obligada a programar cualquier salida con antelación en lugar de ser “una ciudadana igual que el resto” que puede coger un taxi en cualquier momento sin dificultad. 

Otro problema al que se enfrentan está relacionado con las tarifas. Al pedir el servicio, el taxímetro viene puesto, por lo que la persona dependiente se ve ante una carrera “exagerada” en la que se ha sumado el recorrido desde donde se encontrara el taxi cuando fue contactado hasta el punto en el que está la persona, además del recorrido solicitado por la usuaria. Esto hace que se sientan “doblemente castigados/as”. 

Cumplir el cupo de taxis adaptados

Desde la Asociación recuerdan que existen múltiples leyes y acuerdos que amparan la obligación de ofrecer una movilidad personal accesible y asequible a la población con movilidad reducida. Por ejemplo, en la ordenanza del taxi de Las Palmas de Gran Canaria, se recoge que el 5% de las licencias deberán corresponder a vehículos adaptados, apunta Rivero. No obstante, no se está cumpliendo el cupo. A día de hoy, en la ciudad solo cerca de unos 50 ejercen como PMR cuando por ratio de población y licencias el número debería ascender a unas 80, según indica la Plataforma de Asalautónomos. 

Los taxistas apuntan que esta situación se produce ante la falta de una regulación del sector. Las asociaciones, tanto conductores como usuarios, se han unido para solicitar una regulación y un control que asegure el cupo de taxis adaptados, así como que se encuentren operativos y cuenten con ayudas y facilidades para su mantenimiento - ya que en ocasiones, algunos no pueden ejercer al tener la rampa rota, por ejemplo -. 

Asimismo, otra petición es el bono-taxi para personas con movilidad reducida. La iniciativa se ha aprobado múltiples veces en los plenos del Ayuntamiento legislatura tras legislatura, pero todavía no se ha materializado. Las agrupaciones unidas exponen que otras ciudades donde sí es una realidad, como Pamplona, Santander, Salamanca o La Coruña, demuestran que es una herramienta que beneficia tanto a los usuarios como a los taxistas al costear parte de la carrera y así evitar situaciones como las narradas. 

Ser escuchados

Todas estas solicitudes quedarán recogidas en un escrito que presentarán al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, como hicieron ya el año pasado, “sin respuesta”. Su intención es que se sigan teniendo presentes y se atiendan los problemas que tiene la ciudad desde “hace bastante tiempo” con la disponibilidad de taxis PMR a cualquier hora del día y la noche. 

Las asociaciones de taxistas recuerdan que el taxi se trata de un servicio público y esta falta de regulación no les está dejando ser, pues esto se extrapola también a otras problemáticas pendientes del sector, como el taxi a demanda, los horarios, la seguridad por la noche y una lista que consideran que se sigue sin escuchar por parte de la entidad municipal.