Qué añoranza da recordar aquella frase tan típica de nuestras madres cuando un familiar o amigo venía a casa: “Recoge, que tenemos visita”. Era una orden que provocaba algo de hastío, pero que analizándola con la perspectiva que da la madurez y el paso del tiempo se llega a reconocer que era necesario hacerlo. Todo debía estar a punto para agasajar a quien había decidido invertir su tiempo en desplazarse para vernos. Lo mismo ocurre a gran escala en ciudades como Las Palmas de Gran Canaria con sus turistas.
La capital de la Isla busca consolidarse como destino turístico, aunque tiene un problema. La suciedad en sus calles provocada por la falta de personal, los contenedores que no dan a basto y el poco civismo ciudadano provocan un caldo de cultivo que indigna a residentes y también a empresarios. Comienza aquí el tercer capítulo que publica este periódico sobre la falta de limpieza en la capital grancanaria. Toda persona que desee seguir el orden cronológico de los episodios está invitada a leer cómo se ha llegado a esta situación y cómo la viven los vecinos.
Establecer prioridades
“Cuando las calles no están limpias, como viene siendo el caso últimamente, hay un menoscabo importante en la experiencia vacacional”. Así de contundente se expresa el director general de Hoteles Cordial, Nicolás Villalobos, en declaraciones a Atlántico Hoy. “Eso redunda en la calidad de nuestra ciudad como destino turístico”, agrega convencido.
Considera fundamental trabajar mucho en el destino y, en su opinión, una parte estructural es la limpieza. Como también lo son, dice, la seguridad ciudadana y la jardinería. Para el empresario es clave insistir en que la vía pública debe estar en condiciones. Eso sí, por sectores y con las prioridades muy claras.
¿Qué barrios?
Villalobos no pretende despreciar a ningún barrio en los cinco distritos que componen la ciudad, pero “si queremos que Las Palmas de Gran Canaria sea un destino turístico hay que incidir en las zonas más turísticas”. ¿Por ejemplo? “El barrio colombino de Vegueta, la Zona Comercial Abierta de Triana, Santa Ana y el lineal de la playa de Las Canteras”. “No hay que preterir a los residentes frente a los turistas, pero estos generan divisas y son una fuente de ingresos para nuestra región”, aclara
“Habría que insistir”, manifiesta, “en la limpieza para que sea la carta de presentación de nuestra sociedad”. “El turista urbano no se queda encerrado en un resort, hace suyas las calles y las plazas públicas”, apostilla.
Contenedores del siglo XXI
Ante el análisis del hotelero cabe preguntarse: ¿qué problemas detectan exactamente? “Una cuestión de limpieza general, de papeles en el suelo a pintadas en las paredes. Incluso esos contenedores tercermundistas, hay que tener unos del siglo XXI”, responde sin titubeos.
Como no hay dudas de que usted guarda fidelidad a este diario y cada mañana abre su portada recordará que este martes se publicó un reportaje en el que vecinos de varios barrios ofrecían su perspectiva sobre la limpieza en la ciudad. En esta ocasión, además de Villalobos, representantes de diferentes zonas comerciales abiertas han tenido la deferencia de aportar su visión.
Triana
Aprovechando que la Global para en San Telmo, este medio habla con Carlos Bethencourt, el presidente de la Zona Comercial Abierta de Triana. “La limpieza ha empeorado”, exclama de primeras. “La vuelta a la normalidad ha supuesto que se retome la ocupación y el turismo, pero sobre todo las terrazas han venido para quedarse”, agrega.
Antes de detallar los problemas a los que se enfrentan quiere aclarar que “no es una situación alarmante” y que “siempre ha habido interlocución con el Ayuntamiento”. “Con este nuevo grupo de gobierno ha mejorado incluso la comunicación en materia de limpieza”, apostilla.
Chicles por toda la calle
Uno de los inconvenientes que padece la calle comercial por excelencia de la capital son “los orines de los perros”. Lo define como “un problema complicado” porque el suelo es de piedra y que incluso cuando los dueños lo intentan limpiar también se mancha. La cosa no queda ahí, “hay chicles por toda Triana”. “Antes había una brigada de vapor que sacaba los chicles, pero están en desuso y las hemos vuelto a pedir”, sentencia.
“Luego nos hace falta una renovación del espacio físico porque al intentar meter una brigada de limpieza como está el suelo roto origina que se limpie mal y se ensucie más. Triana está en un proceso de reflexión en el que queremos alcanzar un consenso interno sobre cómo pedirles a las instituciones un cambio integral porque el adoquinado tiene ya 30 años”, continúa.
Falta baldeo
Hasta ahora cuentan con un baldeo semanal –limpiar con cubas de agua–, pero necesitan “al menos tres”. Uno el viernes por la tarde, otro el lunes y el más importante para ellos es el sábado. “El domingo es el día de los turistas porque atracan barcos y llegan los vuelos. Ese día Triana tiene que estar inmaculada”, comenta. “Nos gustaría que se resolviera en seis meses”.
Sobre la falta de personal, reconoce que no pueden forzar a la corporación municipal a que contrate solo para la zona de Triana. “Pero sí estamos vigilantes para que realmente se adecúen las dotaciones a las necesidades que existen, como una mejora en la recogida de cartón y papel, que se ha multiplicado su uso por la Ley de Cambio Climático”, atestigua. “Al final del día los puntos de recogida de cartón están desbordados”, culmina.
Siete Palmas
Otro punto de la ciudad hasta el que también acuden muchos visitantes es Siete Palmas. Los aficionados al fútbol que peregrinan hasta el Estadio de Gran Canaria, los amantes del baloncesto que llegan ilusionados a ver al Granca o los apasionados de la música que acuden a conciertos o festivales dan mucho movimiento a la zona.
La gerente dinamizadora de la Asociación de Empresarios y Profesionales de la Zona Comercial Abierta de Siete Palmas, Yaiza Barrios, es tajante sobre el problema que padecen con la limpieza: “No nos lo merecemos ni creo que sea la imagen que deberíamos dar”.
Hojas sin barrer
Sufren por los contenedores hasta los topes o las hojas que no se barren –hay escasez de trabajadores en el Consistorio–. “Nosotros demandamos un mantenimiento integral y responsable porque tenemos un problema de suciedad importante”, protesta.
Algunas de las calles más afectadas son Fondos de Segura y Lomo La Plana. Barrios presentó un informe ante el Ayuntamiento en agosto de 2022 sobre el tema de la limpieza, pero considera que desde entonces “la situación incluso ha empeorado”.
Puerto-Canteras
Nicolás Villalobos, el director general de Hoteles Cordial, insta a dar prioridad a varias zonas como el lineal de la playa de Las Canteras. Y Dori Nuez, presidenta de la Zona Comercial Abierta de Puerto-Canteras, relata que “nuestro barrio está hecho un desastre total y absoluto”. “Y eso que es la puerta de Europa”, destaca.
Coincide con algunos de los vecinos consultados por este medio en que el nuevo concejal de Limpieza, Héctor Alemán, “está haciendo una buena labor”. “El desastre viene de atrás porque el anterior mandato dejó unos líos importantísimos. Hubo una dejadez total”, prosigue. Celebra haber visto a operarios limpiando con una cuba que contenía agua y jabón porque “eso no lo había observado en años”.
El Pilar-Farray
Critica que hasta el momento se han empleado las máquinas que van barriendo y echando un chorro de agua, “lo que ha ocasionado que nuestro barrio sea como del tercer mundo”. “Me gustaría que se concienciaran los habitantes de que los contenedores no son para tirar muebles ni enseres que no pueden recoger los camiones de basura”, finaliza.
El siguiente destino es Guanarteme. Zoraida Brito tiene un negocio en el número 23 de la calle Velarde y es miembro de la Zona Comercial Abierta de El Pilar-Farray. Lleva tan solo un mes allí y asegura que, al menos por el día, no ve pasar a barrenderos. A pesar de que ve mejor su zona que Mesa y López, dice que en la calle Palafox detecta bastante deterioro en los contenedores.
El Sebadal
En Guanarteme también opera la empresa de Enrique Hernández, presidente de la Plataforma de Empresarios de Canarias. Afirma que las calles del barrio están sucias, en especial Cid y Portugal durante la noche. “Hay mucha basura, polvo y escombros”, subraya.
También cuenta con una sede en El Sebadal y allí la situación es distinta. Al ser una zona industrial la problemática está en que “la recogida de residuos es un problema brutal para las empresas porque tenemos un desconocimiento muy grande de cómo gestionarlos”. “¿Por qué no nos dan directrices de lo que tenemos que hacer? No hay labor informativa y formativa”, reflexiona.
Tamaraceite
Antes de regresar al centro de la ciudad, desde Tamaraceite atiende a Atlántico Hoy Marcos Rodríguez. Tiene una óptica y pertenece a la zona comercial abierta del barrio. Desde su vivencia diaria, ve cómo no pasa el servicio de recogida, hay pocos barrenderos, las aceras están sucias y el suelo resbala por las hojas que nadie retira. “Es un desastre”, concluye.
Otra de las zonas comerciales por excelencia en la capital es la de Schamann-Pedro Infinito. Orlando González, su gerente, cuenta que “la ciudad está mal desde hace tiempo y sigue estándolo”. Considera necesario tener otro turno de limpieza, porque solo tienen uno a las 6:00 horas.
“Los contenedores están sucios y la gente deposita trastos. Colillas, papeles, suciedad… Claro que afecta a la imagen de la zona comercial. El baldeo de las calles que se hacía antes frecuentemente ya no se hace igual. Antes se pasaba la cuba de agua con más recurrencia que ahora”, manifiesta.
"Se hace lo que se puede"
Nauzet Martín, el presidente de la misma zona comercial y que además trabaja en el servicio de limpieza del Ayuntamiento, admite que “es verdad que hay una degradación del servicio”. “No están las calles completamente limpias, se ve sobre todo en la zona de contenedores”, indica para añadir: “Se hace lo que se puede, pero se ve que no es suficiente”.
Relata que a veces por la noche se queda mucho atrás que no se puede retirar durante el día. “También las podas de los árboles llegan tarde y la gente incívica usa como cenicero los alcorques. Las aceras aceras sucias y manchadas”, expone.
Zona centro
De vuelta a la redacción de este medio –ubicada en el número 34 de la calle Murga– coge de lleno el barrio de Arenales. Su zona comercial abierta, que abarca además León y Castillo; Tomás Morales; y Luis Doreste Silva, está presidida por Héctor Calderín. Han notado la falta de efectivos, la escasez de cubas de agua y los contenedores llenos. Así como orines y heces de perros en la vía pública. Las calles más afectadas son las colindantes como Molino de Viento.
El autor de este artículo ha intentado no repetir de nuevo como colofón final del texto que ahora todo depende de la gestión que haga el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para revertir la situación. Un reto complicado cuando la raíz del problema está en las carencias administrativas y humanas que se han ido relatando a lo largo de esta semana. Vecinos, empresarios y visitantes, tengan paciencia que todo llega. O así debería ser.