El aceite de pescado es una materia prima clave para la industria alimentaria, cosmética, farmacéutica y la acuicultura. Una tonelada de este producto cuesta entre los 8.000 y los 12.000 euros, según las fluctuaciones del mercado. De ahí la importancia de la planta inaugurada este año por la empresa Stormalda en el Puerto de Las Palmas, un proyecto que ha recibido el reconocimiento de la comunidad portuaria a la iniciativa empresarial.
"Hemos invertido más de 14 millones de euros para almacenar y vender aceite de pescado desde Las Palmas por su situación estratégica", explica la CEO de la compañía, Solveig Samúelsdóttir, con más de 30 años de experiencia en este sector.
Estratégico
La cercanía a África, de donde importan el producto en crudo, sin refinar, ha sido fundamental para abrir en Canarias, además de las conexiones y los servicios del Puerto de La Luz, con más de 30 rutas marítimas consolidadas y enlaces a 180 puertos de todo el mundo.
África, América del Sur y Europa es su triángulo de operaciones, aunque tendrán capacidad de vender también a Asia si el mercado lo requiere. Cuentan con el respaldo de la naviera Christiania Shipping, que tiene una extensa flota de buques tanque para transportar todo tipo de graneles.
Visión
La terminal de La Luz es única en Canarias y de las pocas que existen en España, lo cual abre un nuevo modelo de negocio más allá de los contenedores, el suministro de combustible (bunkering), los cruceros y las reparaciones navales, por citar las servicios y actividades más potentes del puerto.
La concesión de Stormalda asciende a 7.000 metros cuadrados en el muelle de Cambulloneros, con línea de atraque propia para descargar y almacenar el aceite mediante tuberías.
Almacenaje
Dispone de 10 tanques que son capaces de almacenar 10.000 toneladas de aceite de pescado, aunque el proyecto contempla dos fases más para ampliar la capacidad hasta las 22.000 toneladas.
Todo el sistema de bombas y de canalizaciones es de nueva creación, además de un laboratorio con tecnología de última generación, que permite analizar y garantizar la calidad del producto, con técnicas para verificar la antigüedad del aceite (acidez) o el porcentaje de Omega 3.
Logística
El aceite se obtiene crudo, procedente del estocaje de sardinas y de caballas, sobre todo de países como Marruecos, Senegal, Mauritania, Gambia o Guinea.
La empresa dispone de un laboratorio móvil para localizar la mejor materia prima en toda la costa norte y oeste africana, además de un buque tipo tanque para trasladar el género hasta el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, donde es almacenado y vendido a las refinerías del norte de Europa, el Mediterráneo o de países sudamericanos como Chile y Perú, entre otros destinos finales.
El aceite se clasifica previamente para consumo humano y animal, en tanques diferentes, pues los usos de esta materia son bastante amplios: desde la fabricación de pastillas y jarabes para la industria farmacéutica, hasta la elaboración de piensos para alimentar a los peces en el negocio de la acuicultura, que son dos de las principales salidas de este producto.
Control de mercancía
La compañía, al tratarse de un producto de origen animal, cuenta con un moderno Punto de Inspección Fronterizo (PIF) dentro de sus instalaciones, que es una de las exigencias de Sanidad Exterior para ejercer la actividad, con la finalidad de controlar las mercancías que entran a España.
La planta, además, está equipada con tres básculas de precisión en la zona de carga y descarga, las cuales pesan el aceite cuando no viene en los depósitos de los barcos, sino en bolsas flexibles alojadas dentro de contenedores, explica Francisco Horvath, ingeniero y responsable del funcionamiento de las instalaciones.
Sol
El sistema del 'contenedor flexible' se suele usar en invierno para llevar el aceite a los países del norte europeo. Las bolsas tienen una suerte de radiadores que se activan con vapor y hacen que el producto se caliente, evitando así su solidificación para bombearlo por las tuberías.
Todo el sistema está automatizado y funciona con energía solar, lo que evidencia el compromiso de la empresa y del puerto con los objetivos de desarrollo sostenible que marca la ONU.
Valor añadido
Es, además, una industria nueva para Canarias, que aporta valor añadido a la comunidad portuaria y ha creado hasta el momento 13 puestos de trabajo, además del negocio indirecto generado por el buque de la terminal o el trasiego de los contenedores cuando el aceite viene en bolsas, añade la CEO del grupo.
El barco solo tiene capacidad para 3.000 toneladas, pero la cercanía con África y la capacidad de almacenamiento de la terminal juegan a favor de la empresa, que prevé despachar hasta 30.000 toneladas de aceite de pescado crudo al año (el trayecto más corto está a tres horas y el más largo a tres días).