Fuentes de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias expresaron este miércoles su sorpresa al ser señalados por la Concejalía de Movilidad de Las Palmas de Gran Canaria como responsables del retraso en la finalización del proyecto de la MetroGuagua. "Hemos mantenido varias reuniones técnicas con Urbanismo y nunca se nos ha achacado nada. Deberían ponerse de acuerdo entre las dos áreas del ayuntamiento", indicaron.
La Concejalía de Movilidad considera que la MetroGuagua no podrá circular por la ciudad hasta que el Gobierno de Canarias finalice la obra de ensanche de la Avenida Marítima a la altura de Vegueta, una obra crucial que se espera finalice en 2025 y que depende de los 50 millones de euros financiados por el Gobierno regional. Según Rafael Pedrero, director general de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento, aunque el proyecto comenzó en 2017, los retrasos han sido constantes debido a la falta de coordinación y modificación de contratos.
Decisión de Franquis
Desde el Gobierno de Canarias recalcan que la participación del Ejecutivo regional no estaba contemplada inicialmente en el plan de la MetroGuagua. Fue el anterior consejero de Obras Públicas, el socialista Sebastián Franquis, quien asumió el compromiso "probablemente por afinidad política con una administración gobernada por el PSOE". Subrayan que su participación está pendiente del "informe sobre impacto ambiental y la adscripción de Costas".
Además, recordaron que en los encuentros entre los técnicos de las dos administraciones públicas "incluso desde Urbanismo se indicó que la MetroGuagua podría entrar en funcionamiento con un plan alternativo [entre el Colegio de los Jesuitas y el Mercado de Vegueta] si el tramo que depende del Gobierno de Canarias no estuviera finalizado".