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Las Palmas

El socio privado de Emalsa y el Ayuntamiento acercan posturas sin subir la factura del agua

El consistorio confía en poder obtener pronto el dictamen del Consejo Consultivo de Canarias sobre una reclamación de la empresa de 7,1 millones de euros

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Planta desaladora de Emalsa en Piedra Santa. / AH

Emalsa celebró este miércoles un consejo de administración en el que el socio privado, el fondo de inversión EQT –controla el 66% del accionariado a través de Nuinsa Inversiones SL y Saur–, y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria –que posee el 34% restante del capital social– acercaron posturas para solventar obstáculos y sin tener que subir las tarifas a los clientes por el servicio.

El principal problema que contamina la relación entre ambas partes es la deuda –reconocida en los juzgados, de momento, en 31,5 millones de euros– que el consistorio mantiene con la empresa que presta servicio de aguas en la capital –y en Santa Brígida–. Eso, unido al encarecimiento de la energía tras el estallido de la guerra de Ucrania y el largo periodo de tiempo sin revisar al alza las tarifas, ha generado cierta tensión financiera en la empresa.

Consulta

Reconocido el punto de fricción y descartada desde el gobierno municipal que preside Augusto Hidalgo la posibilidad de aceptar una subida en la factura del agua a los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria, el ayuntamiento y el socio privado coincidieron en la necesidad de resolver con celeridad –en la medida de lo posible– la consulta que el consistorio ha realizado al Consejo Consultivo de Canarias a cuenta de uno de los cuatro procedimientos entre ambas partes que han acabado en los juzgados.

Emalsa, por ese pleito, reclamó 7,1 millones de euros a la ciudad por el depósito de los lodos procedente de la depuración de aguas residuales en el vertedero de Salto del Negro. El concepto no estaba incluido en el contrato que la compañía firmó con la administración pública en 1993.

Dos salidas

La Justicia ha dado la razón a la empresa mixta y el gobierno municipal espera que el Consejo Consultivo determine si el abono de la tasa debe ser una obligación del Ayuntamiento a incorporar en el contrato o si, por el contrario, se trata de un gasto que tiene que ser asumido por Emalsa.

Ambas partes, tras la reunión, destacaron el clima de entendimiento para buscar un solución a los problemas que sacuden a Emalsa.