El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria destinará 17 millones de euros para cambiar todos los semáforos de la ciudad. El concejal de Movilidad, Promoción Económica y Ciudad de Mar; José Eduardo Ramírez, reconoce en declaraciones a Atlántico Hoy que la capital tiene una red semafórica antigua. “Tenemos semáforos de los años 80”, afirma.
Ramírez cuenta que, al comenzar la legislatura, solicitaron una auditoría de los semáforos de la capital grancanaria que puso en evidencia la antigüedad de estas señales luminosas de tráfico. La conclusión a la que llegó el consistorio fue la de que ya no podían continuar con contratos de mantenimiento, sino que era necesaria una renovación de los semáforos.
Problemas con las lluvias
“En los último cuatro o cinco años se apagan los semáforos cuando llueve, aunque el servicio técnico lo solventa como mucho en 48 horas, salvo en momentos puntuales”, asevera el edil. La realidad que narra Ramírez la han padecido los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria recientemente. Tanto por la tormenta tropical Hermine a finales de septiembre de 2022, como por las lluvias de este jueves.
La calle Presidente Alvear, Mesa y López, la plaza de Las Ranas o Vegueta fueron algunos puntos donde vehículos y peatones vieron esta semana que se ponía en riesgo la circulación habitual al no funcionar las señales luminosas de tráfico.
Siete millones de fondos de la Metroguagua
La renovación de los semáforos se hará mediante tres partidas distintas. La primera será de siete millones de euros con los fondos previstos para la Metroguagua, una inversión en la que entra casi la mitad de los semáforos de la ciudad. Los recursos los tiene la empresa pública Guaguas Municipales y los trabajos —que comenzarán este mismo año— han sido encargados a Sagulpa, compañía que gestionará el centro de control de los semáforos de la capital.
“Son semáforos que vamos a tener que cambiar igualmente porque tienen que ser semáforos inteligentes que sean capaces de detectar cuándo va a pasar la Metroguagua para darle prioridad y ordenar todos los cruces de su alrededor que se puedan ver afectados”, explica el concejal de Movilidad.
Además, estas señales de tráfico están interconectadas unas con otras, captan flujos de cámara y captan flujos de tráfico, y toman decisiones. También acumulan información y hacen predicciones de tráfico.
Diez millones para la segunda fase
A los siete millones de los fondos de la Metroguagua hay que sumarle otros diez millones que se emplearán para la segunda fase. En estos trabajos se renovarán todos los demás semáforos. “Ese trabajo, probablemente, lo comenzaríamos cuando terminemos el primero. Aproximadamente, en 2024”, aclara Ramírez.
Aunque la realidad es que no hará falta cambiarlos todos, porque ya hay algunos nuevos que se han puesto tras las obras de la Metroguagua. Se trata de los ubicados en las calles Pío XII, Venegas y Luis Doreste Silva. “Esos no se estropearon ni con la tormenta Hermine”, destaca José Eduardo Ramírez.
Medio millón para los casos urgentes
Cuando el Ayuntamiento pidió la auditoría para consultar el estado de los semáforos, vio que había 42 cruces donde era necesario realizar una actuación urgente. En consecuencia, el consistorio metió en los presupuestos para 2023 —que aún no se han aprobado— 500.000 euros para hacer frente a esa situación. “Estarían instalados y funcionando en la segunda mitad de este año”, asegura el edil. Las instalaciones empezarían a hacerse una vez se aprueben las cuentas municipales.
En total, son 17 millones de euros que Ramírez cataloga como una inversión muy potente que no se ha llevado a cabo nunca en la historia de Las Palmas de Gran Canaria.