La primera jaula colocada por el Ayuntamiento de Las Palmas para controlar y reducir la población de palomas en la ciudad ha durado menos de 24 horas en la calle. La pajarera, instalada el lunes en Concepción Arenal —cerca de la Plaza de España—, tuvo que ser retirada este martes para su reparación después de sufrir un acto vandálico.
La ubicación de este armazón en la zona de Mesa y López marca el inicio de la puesta en marcha de un proyecto piloto del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que tiene como objetivo controlar la población de palomas en la capital grancanaria. Este tipo de pajareras son jaulas de una sola dirección, lo que permite que las palomas puedan entrar pero no salir.
Plagas y multas
Una vez dentro, según informó el propio ayuntamiento el lunes, las aves tienen acceso continuo a agua y alimento para garantizar su bienestar mientras son revisadas diariamente. Este sistema, diseñado para evitar el sufrimiento de las aves, será instalado en áreas urbanas y puntos estratégicos de la ciudad, como plazas y parques.
La concejala de Salud Pública y Bienestar Animal, Carmen Luz Vargas, anunció la posibilidad de instalar entre ocho y 10 jaulas adicionales, “siempre con el objetivo de mantener un equilibrio saludable entre la presencia de estas aves y el bienestar de la comunidad”.
A su vez, desde el área también se quiere recordar a la ciudadanía que la concentración de palomas está estrechamente relacionada con la alimentación que le proporcionan las vecinas y vecinos. De acuerdo con la Ordenanza Municipal sobre Protección y Tenencia de Animales, está prohibido alimentar a aquellas especies que puedan convertirse en plagas. Una limitación que incluye a las palomas. Infringir esta normativa puede acarrear multas de hasta 150 euros, como consecuencia de una infracción leve