Policías en Santa Ana, policías en la trasera de la Catedral, policías con perros, policías de subsuelo, policía secreta. El amanecer del lunes en Vegueta no dibujaba el triste y monótono inicio de otra semana más. El trasiego de agentes, las medidas de seguridad y la presencia de Juan José Laforet —cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria— insinuaban un acontecimiento fuera de lo habitual. Así fue. El casco viejo de la ciudad recibió a un visitante con galones en el escenario geopolítico internacional: Li Qiang, primer ministro de China.
La visita del mandatario asiático, que hizo una escala de varias horas en la Isla tras participar en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), tuvo carácter privado y se circunscribió a diferentes refugios culturales del barrio fundacional de Las Palmas de Gran Canaria. Li Qing visitó la Casa de Colón, paseó por Vegueta y se interesó por el Museo Diocesano de Arte Sacro.
Esa última parada, que no estaba prevista en el itinerario original, llevó a la Catedral al primer ministro chino, que antes del mediodía regresó a Gando para seguir con su viaje —expedición en la que además de pasar por Suiza también visitó Irlanda—. Este jueves, ya en Pekín, recuperó su agenda habitual con un encuentro con una delegación japonesa y una reunión del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh).
PIB chino
En Davos, Li Qiang avazó que China, en 2023 —año I de la era postcovid tras dejar caer las estrictas medidas antipandémicas—, el PIB del gigante asiático había crecido un 5,2%. "Mis amigos europeos", explicó, "me han dicho que para apreciar plenamente la majestuosa belleza de los Alpes hay que alejarse y mirar desde lejos. Lo mismo ocurre con la economía china. Hay que ampliar la visión y adoptar una perspectiva panorámica para ver todo la imagen completa de forma objetiva.
Antes de Li Qiang, en 2016, también visitó Vegueta y pasó por la Casa de Colón el presidente de China, Xi Jinping, que pernoctó en un hotel de Maspalomas. Tres años después, el máximo dirigente del país asiático repitió viaje a Canarias con una estancia en Tenerife que le llevó hasta el Teide.