La portavoz del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Jimena Delgado, ha preguntado este martes a la alcaldesa Carolina Darias si tiene pensado apartar de sus responsabilidades en la Sociedad de Promoción a Inmaculada Medina, actual presidenta del ente público, y a Adrián Santana, actual concejal de Cultura, por formar parte del núcleo de personas que han tomado las decisiones políticas que han llevado a Promoción a su actual situación, con 11 millones de pérdidas acumuladas y siete millones en deudas a proveedores solo en el año 2023.
“No se puede depositar la responsabilidad de todo lo que ha ocurrido en un trabajador de la sociedad, como si no hubiera unos responsables políticos cuya obligación era velar porque no fueran engrosándose las pérdidas cada año. El PSOE debe dar explicaciones sobre por qué ahora con dinero público hay que compensar los malos balances de la sociedad durante su gestión”, explica la líder del PP en la capital grancanaria. Se refiere a la decisión de apartar durante dos meses al actual gerente, Agustín Díaz —con permiso retribuido y a la espera de los resultados de la investigación de las cuentas—.
Auditoría
Delgado ha apremiado a Darias a pedir que Medina y Santana “den un paso a un lado” mientras los auditores están estudiando la documentación. En relación a esto, la petición de los populares es que, ante la gravedad de la situación, “se consensue con el resto de partidos de la corporación qué empresa auditora debe hacerse cargo del estudio de las cuentas de la empresa pública, dado que no tendría sentido que audite la misma que ha trabajado para Promoción en los últimos ejercicios”.
“Las responsabilidades de todo lo que ha estado pasando en Promoción, que no hemos parado de denunciar desde el año 2015, son exclusivamente del PSOE y cuanto más tiempo tarda Darias en tomar decisiones, más pesada es la losa que cae sobre su espalda. No olvidemos que la actual dirigente socialista ha sido la alcaldesa del Carnaval más caro de la historia de la ciudad”, sentencia la portavoz, con un coste de 6,5 millones de euros. “Ahora toca demostrar si es la alcaldesa de la luz y taquígrafos con esos desorbitados costes y con los procedimientos de contratación que se usaron en su primer carnaval como responsable directa”, añade Delgado, en referencia al uso desorbitado de los procedimientos negociados sin publicidad por razones de exclusividad, con el que se adjudicó la práctica totalidad del presupuesto para las principales fiestas de la ciudad.