El proyecto “Planta de Almacenamiento de Gas Licuado, Regasificación y Producción de Energía Eléctrica de 70 Mw” promovido por la entidad Totisa Holdings, en el puerto de La Luz debe someterse a Evaluación de Impacto Ambiental Ordinaria. Esto es así porque se prevé que vaya a tener efectos adversos significativos sobre el medio ambiente, en concreto sobre la salud de la población de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Anteriormente, se había solicitado una Evaluación de Impacto Ambiental Simplificada —esta última es menos exhaustiva—.
Según explica la propia empresa, “este proyecto permitirá la satisfacción de nuevas demandas eléctricas localizadas en el puerto de Las Palmas, necesarias para su desarrollo económico, para el cumplimiento de su hoja de ruta de descarbonización y la reducción de la contaminación directa por busques a Las Palmas de Gran Canaria”.
El proyecto se desarrollaría entre la zona de aguas de la Dársena de La Esfinge —o dársena de África— y la parte exterior del Dique Reina Sofía del puerto de La Luz. Ocupa tanto la zona de dique como la masa de aguas de la dársena, todo ello de titularidad de Puertos del Estado. Las infraestructuras, además, estarían situadas tanto en espacio terrestre como marítimo.
Impacto
Aunque el funcionamiento del proyecto supone una disminución de emisiones respecto a la actual situación del puerto de La Luz, “el estudio de dispersión de contaminantes atmosféricos que se ha presentado no cumple los requisitos mínimos para su consideración y ha sido objeto de desestimación en el trámite de Autorización Ambiental Integrada”, se expone en un documento publicado en el Boletín Oficial de Canarias. “No se ha iniciado nuevo trámite, con lo cual no hay garantías de que el proyecto no vaya a tener riesgos sobre la salud de las personas”.
De esta forma, la propia Dirección General de Salud Pública discute la certeza tanto del contenido del documento ambiental presentado por la empresa como del estudio de dispersión de contaminantes. Considera que este último no es lo suficientemente riguroso ni contempla los posibles escenarios que pueden llegar a darse en el entorno. “El referido proyecto, en la ubicación propuesta, supondrá un impacto local permanente para la ciudad con efectos negativos para la salud de la población de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria”, expuso.
Otras deficiencias
Además de la Dirección General de Salud Pública, también se le consultó a otras administraciones públicas afectadas y personas interesadas. Respondieron el Cabildo de Gran Canaria —Industria y Comercio, Medioambiente, Obras Públicas y Patrimonio Cultural—, la Dirección General de Transportes, Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Dirección General de Seguridad y Emergencias, Puertos del Estado, Red Eléctrica de España y el Servicio de Cambio Climático e Información Ambiental.
Puertos del Estado también puso alguna queja a la documentación presentada por contener ciertas “deficiencias”. Según la institución, Totisa Holdings no ha tenido en cuenta actuaciones como la definición de las condiciones océano-meteorológicas, el futuro incremento del tráfico portuario dentro de la dársena o la posibilidad de colisión de un buque contra el depósito auxiliar sumergido, entre otras. Red Eléctrica, por otro lado, también aseguró que “la planta de gas licuado objeto de consulta no dispone de permisos de acceso y conexión y el documento ‘Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica’ no refleja los trabajos necesarios para permitir la conexión a la red de transporte del agente”.
Finalmente, el Servicio de Cambio Climático e Información Ambiental expone que la documentación ambiental aportada “ha tomado en consideración el cambio climático, si bien no se puede concluir que su encaje y desarrollo haya sido adecuado”. Asimismo, “el documento ambiental de proyecto debería proponer diversas medidas a resultas de la consideración del cambio climático en la evaluación ambiental del proyecto”.