Hace más de 100 años, seis obreros del puerto, residentes en La Isleta, fallecieron después de que unos agentes de la Guardia Civil dispararan contra la multitud que se encontraba en las puertas del colegio electoral de Molino de Viento, en el barrio de Arenales, durante las elecciones locales del 15 de noviembre de 1911.
En recuerdo de estas seis personas, que se manifestaban en contra del pucherazo de las votaciones, el Instituto Canario de Estudios Antropológicos (ICEAN) organiza un homenaje en el monolito erigido en su memoria en la Plaza del Pueblo de La Isleta este miércoles 15 de noviembre a partir de las 18:00 horas. Se realizará una ofrenda floral y un paseo histórico.
¿Qué ocurrió?
En noviembre de 1911 se celebraban las elecciones municipales de Las Palmas de Gran Canaria entre el Partido Liberal de Fernando León y Castillo y el Partido Republicano Federal de José Franchy y Roca. Jorge Pulido, miembro del ICEAN, cuenta que las votaciones estaban programadas para el 12 de noviembre.
Los candidatos del Partido Liberal, liderado por el alcalde de la ciudad Felipe Massieu y Falcón, iban ganando con 23 concejales, pero aspiraban a tener los 25 que completaban el Consistorio. “No es como ahora, sino que los concejales salían por cada distrito”, indica Pulido. La ciudad estaba dividida en nueve distritos. Los dos ediles que les faltaban pertenecían a la coalición de Franchy y Roca, quien contaba con el apoyo de los estibadores, en general de los obreros del puerto.
Elecciones amañadas
Ese 12 de noviembre, antes que las elecciones acabaran, una persona perteneciente a la entidad municipal, según narra Pulido, rompió la urna de la mesa del colegio electoral de Molino de Viento, con el objetivo de que las votaciones quedaran anuladas. Esto llevó a que la Junta Municipal decidiera repetir la elección de esta mesa tres días después.
Durante el señalado 15 de noviembre, la jornada electoral comenzó con ciertas tensiones por lo ocurrido. Pulido relata que entre todas las cosas que ocurrieron esa mañana, destaca la expulsión de la sala del notario del Partido Republicano Federal por parte del presidente de la mesa. Sin embargo, el hecho que caldeó más el ambiente fue “el rumor de que a Franchy y Roca lo habían detenido”.
Disparos de la Guardia Civil
Esto hizo que “media Isleta fuera hasta el colegio electoral”, donde también se encontraba la Guardia Civil debido a la tensión. Al cerrar las urnas, “cae una piedra en el frontal del colegio y la Guardia Civil empieza a disparar sin previo aviso” contra las personas concentradas frente al edificio. Mueren debido a los disparos seis trabajadores del barrio de La Isleta: Pedro Montenegro González, Cosme Ruiz Hernández, Juan Torres Luzardo, Vicente Hernández Vera, Juan Pérez Cubas y Juan Vargas Morales.
“Muchos otros también estaban heridos, pero por miedo a la represalia, se fueron a sus casas”, expone Pulido, quien expresa que en el ICEAN, gracias al acceso a las actas y el relato de los periódicos de la época, han descubierto que “el estruendo se formó en el momento de la piedra, se pudo deber a que en ese momento entraba la Fragata Sarmiento, el buque escuela de la Armada Argentina, con descargas”.
Asimismo, cuenta a Atlántico Hoy otro dato novedoso que poseen sobre esta historia. “No todos los fallecidos fueron por disparos de la Guardia Civil. Uno murió a causa de un arma corta. Un policía local comenzó a disparar al ver a la multitud correr hacia él e hirió a varios y mató a uno de los obreros”.
Reconocimiento de su muerte
Debido a la muerte de los obreros, se hicieron recaudaciones para ayudar a sus viudas y familias. “Se estaba haciendo la reconversión de las chozas de La Isleta y con el dinero, una de las acciones fue hacerle cuatro casas a las afectadas”, manifiesta el antropólogo. Estas casa se encuentran en la Plaza del Pueblo y forman parte del recorrido histórico organizado para este miércoles.
En 1931, “justo en el primer pleno posterior a la constitución de la República, el concejal Antonio Suárez pide que se nomine a las calles de La Puntilla con el nombre de los seis obreros”. Así se hizo, hasta después de la Guerra Civil, cuando fueron cambiadas de nombre.
La propuesta presentada y aprobada planteaba las siguientes nominaciones: Pedro Montenegro González a la calle N , actualmente Alonso Ojeda; Cosme Ruiz Hernández a la calle Quinta, actualmente Américo Vespucio; Juan Vargas Morales a la calle Sexta, posteriormente General Orgaz y actualmente Mary Sánchez; Juan Pérez Cruz a la calle Séptima, actual Vasco de Gama; Juan Torres Luzardo a la calle Octava, actual Juan de la Cosa, y Vicente Hernández Vera a la calle Novena, actualmente Caleta y parte de Saucillo.
Homenaje a día de hoy
A raíz de esta historia, el ICEAN ha tratado de homenajear a los seis obreros fallecidos. “Hemos conseguido, por ejemplo, que en la Plaza del Pueblo haya un monolito con el nombre de los seis como reconocimiento”, indica Pulido.
Con el objetivo de continuar el homenaje y traer de vuelta este capítulo de la historia de la ciudad grancanaria, este miércoles 15 de noviembre, el ICEAN ha organizado una ofrenda floral y un paseo histórico llamado “La Cuesta de Las Mentiras", en el que se narran aspectos de la zona donde se encuentra el monolito. En el recorrido se visitará el lugar donde se encontraba la Casa del Pueblo, las casas que les fabricaron a las viudas y hermanas de los obreros, el Polideportivo Jardín de Infancia y el centro educativo Franchy Roca.