Caminar por las calles de la ciudad es algo que se vuelve bastante rutinario. Los mismos pasos de cebra, las mismas tiendas, los mismos árboles y las mismas aceras. Llevar la vista siempre en alto para saludar a algún vecino, ir pensando en la lista de la compra o en los planes de después. Pasear por las calles de la ciudad es una rutina, sí, pero para los vecinos del barrio de Guanarteme, en Las Palmas de Gran Canaria, se convierte a veces en toda una odisea.
Tras un breve paseo por algunas calles cercanas a la Plaza de España que demuestran el deterioro de una ciudad falta de cariño, Rafael no duda en reafirmar su sentimiento de abandono por parte del Ayuntamiento. Hace años que reclama la mejora de una de las zonas con la población más envejecida. “Son vecinos de toda la vida, llevan viviendo aquí décadas”.
Falla lo más básico
Rafael también lleva años residiendo en un barrio donde muchos lo conocen y saludan por la calle. Por eso, y para consolidar su petición, no duda en parar a aquellas personas que se cruzan por el camino para preguntar: “¿Conoces a alguien que se haya caído por culpa del mal estado de las aceras?”. Tristemente, la respuesta siempre es positiva.
Tan solo en su edificio tres vecinos han sufrido las consecuencias de caminar por unas calles que conocen de toda la vida. pero a las que a veces les toca enfrentarse como si fueran desconocidas.
Conoce cada grieta, cada baldosa suelta, cada socavón… Les ha sacado fotos y las ha enviado a medios, ha puesto denuncias en el ayuntamiento, pero la respuesta sigue siendo la misma: las personas que caminan por una ciudad poco cuidada se llevan las consecuencias.
Población más envejecida
En el distrito La Isleta-Puerto-Guanarteme (Santa Catalina, Guanarteme, Barrio de La Minilla, Las Canteras, La Isleta, Las Coloradas, El Confital, Nueva Isleta y El Sebadal) tiene más de 60.000 habitantes.Y también es donde se concentra la mayor cantidad de población de más de 60 años.
Pepe se operó hace unos meses de la cadera. Camina bien, pero a veces la pierna le juega malas pasadas y no puede evitar arrastrarla. Hace unos días tropezó pero “aún conservo unos buenos reflejos”, ríe, así que pudo apoyar sus manos para amortiguar el golpe. Aunque recuerda que unas semanas antes a una turista le había pasado lo mismo. “Ella no tuvo tanta suerte, llegó a caerse sobre unas motos que estaban allí aparcadas”.
El paseo continúa para acabar frente a un muro cuyas piedras amenazan con caerse en cualquier momento. "Aquí todo lo solucionan con una valla y un poco de cinta", ironiza Rafael. Aunque la valla ya ha desaparecido, las piedras, prueba de que su caída es rutinaria, forman parte de la decoración de la acera.
206.492,93 euros
La Concejalía de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ya anunció en septiembre que iba a poner en marcha un presupuesto de 206.492,93 euros y en tres meses la obra de rebajes en las esquinas y pasos de peatones de las aceras estaría finalizada. Estas obras ya han comenzado, pero las críticas siguen siendo contundentes cuando el rebaje no cae sobre el paso de peatones. “Le pregunté a los obreros y lo único que supieron decirme fue que en el planteamiento el rebaje tenía que estar ahí, pero el paso de peatones está un metro más allá”, ríe Rafael.
Asimismo, desde el consistorio también informaron que se iba a llevar a cabo la ejecución de nuevos accesos peatonales y la instalación de barandillas en algunos tramos para incrementar la seguridad en las calles.