Hombres valientes es el título del libro que llegó a las manos de Teresa Cano y que le hizo conocer la historia que siempre quiso saber: el fallecimiento de su padre. Su muerte se remonta al 4 de enero de 1979, once trabajadores de entre 17 y 39 años fallecieron en la conservera 'Hijos de Ángel Ojeda'. Los empleados inhalaron gases tóxicos producidos por la putrefacción de pescado en uno de los almacenes de la factoría en El Rincón, en Las Palmas de Gran Canaria.
Este viernes, 44 años después, familiares, vecinos y sindicatos se reunieron junto al monumento de Manos Unidas en la Plaza de la Música en memoria de las víctimas por un accidente laboral, un encuentro enmarcado en el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.
11 rosas blancas
Fafi Viera fue el encargado de subir a la estatua como cada año para colocar el primer ramo de flores con 11 rosas blancas. Una de ellas iba en memoria de su hermano Rafael y otra para el padre de Teresa Cano, un acto que se desarrolló con mucha emoción acompañados de Barrios Orquestados que pusieron la melodía que merece un homenaje como este.
"A pesar de que pasan 44 años de la tragedia lo tenemos presente en casa y siempre es como si estuviera con nosotros", cuenta Fafi visiblemente emocionado. Su hermano era el más joven de los trabajadores, perdió la vida con tan solo 17 años intentando rescatar a sus compañeros. "Tenemos su lápida pero esto es un reconocimiento a lo que él hizo. Como él era el más alto de todos fue el último al que le llegó el gas y pudo ayudar. Salió vivo de allí y llegó al hospital, pero no pudieron hacer nada por él", recuerda su hermano. Este viernes Rafael Viera habría cumplido 61 años.
El libro que reveló la verdad
"La historia la conocí a través de un libro escrito por Aarón Martín y descubrí qué le había pasado a mi padre realmente, porque en mi familia se habló muy poco del accidente, de mi padre sí", relata Teresa. Ella aún no había nacido cuando su padre dio su vida por salvar al resto aquel 4 de enero de 1979.
"Estuve un tiempo enfada con mi padre porque yo decía que no pensó en mí", narra la hija de Cano que nació meses después y que no pudo conocerlo. "Lo echamos mucho en falta y nos acordamos mucho de él, pero las personas que se van siguen vivas mientras que las mantengamos en el corazón".
En 2022 aumentó la siniestralidad en el lugar de trabajo un 16% en Canarias. Comisiones Obreras (CCOO) y UGT reclamaron más inspecciones de trabajo, la vigilancia del cumplimiento normativo y mayores recursos para reducir las muertes y accidentes laborales como el de la factoría Ojeda. Una tragedia cuyo monumento recuerda a sus víctimas que permanecerán en el corazón de los vecinos y vecinas de la capital grancanaria. Si alguna noche estrellada pasea por la ciudad y mira al cielo, recuerde que ellos siempre estarán allí.